Last Memory // Ryeji

Uno

Ahora que mi vida y mis recuerdos dependen de una enfermedad, solo me queda intentar guardar la mayor cantidad de recuerdos posible, con miedo a olvidar a las personas que quiero y a terminar como mi papá...

Recientemente, me habían hecho unos estudios para ver si tenía algún problema, y resulté con Alzheimer heredado. Lo bueno, aunque no sé si es realmente bueno o malo, es que no está avanzado. Se supone que tengo que continuar con mi vida, pero ¿para qué si luego la olvidaré? ¿Tiene eso algún sentido? Estoy siendo muy negativa, pero es difícil no serlo en esta situación.

En estos momentos me cuestiono si estudiar lo que siempre he querido: Artes; o estudiar lo que quiere mi familia: Medicina, como Hyunjin. Mi familia ha intentado animarme, pero ellos están igual de afectados por la noticia. Lo único que me alegra el día es pasar tiempo con mi hermanita Hanni. Ella, por obvias razones, no sabe que tengo Alzheimer, y así está mejor... estar con una persona que no sabe que vas a tener un límite de recuerdos y que, muy probablemente, luego la olvidarás. También lo que me anima es estar con Lia, una persona verdaderamente positiva.

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Estaba caminando junto a Ryujin hacia el jardín; íbamos a empezar a limpiarlo y llevábamos algunas cosas para hacerlo. Volteé a verla. Ahora que sabía la razón de que faltara algunos días y estuviera distraída en las clases, la veía de otra forma. Incluso me sentía un poco culpable por crear prejuicios sobre ella sin conocerla.

A veces, la veía junto a Chaeryeong y Yuna, riendo a carcajadas, y en esos momentos tenía una pizca de curiosidad de conocerla, de poder reírme así con ella, y no estar peleándonos a cada rato. Otras veces, la veía distante, mirando un punto fijo por mucho tiempo. Me hago una idea de lo que puede estar pasando, ya que sé que su abuela ha sido como su mamá desde que éramos pequeñas y siempre veía que después de las clases venía ella a recogerla.

—Y... ¿Cómo está tu abuela? —pregunté, sorprendiéndola un poco. Se volteó, confundida. No respondía así que tuve que explicarme.

—Sé que está en el hospital —agregué. Fijó su mirada al frente.

—Mal, está algo grave —respondió, murmurando.

Esperé a que se explayara, pero no dijo nada más. Suspiré.

—¿Es por eso que faltaste algunos días? —pregunté, en un tono de voz en el que solo las dos escucháramos. Ryujin asintió levemente con la cabeza.

—Ohh... lo siento y... entenderé si algún día te tienes que ir o no puedes venir. —Volteó a verme unos segundos y susurró un "gracias".

Llegamos al jardín y lo primero que tocaba hacer era limpiar toda la basura que estaba regada en la tierra, así que nos pusimos unos guantes y empezamos a recoger toda la basura, poniéndola en bolsas. Para hacerlo un poco menos aburrido, me puse mis audífonos y puse algunas canciones de Billie Eilish.

Estaba tan inmersa en las canciones que casi se me sale el corazón cuando sentí que me tocaron el hombro. Volteé asustada alejándome y vi a Ryujin hablándome. Claro que no la escuchaba, así que me quité mis audífonos.

—Perdón por asustarte, pero Lia te está llamando. —Volteé atrás de ella y ahí estaba Lia parada, con los brazos cruzados.

—Oh, sí, gracias —dije caminando hacia ella.

—¿Qué pasó? —pregunté cuando llegué con ella.

—¿Todavía vas a tardar mucho?

—Ehh... —Volteé hacia atrás para ver cuánto nos faltaba—. Sí, todavía nos falta algo.

—Mmm, es que yo ya me tengo que ir —comentó, ya que siempre nos íbamos juntas.

—Está bien, me iré yo sola —respondí, restándole importancia.