Recorrido

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Estaba sentada, platicando con Chaeryeong. Estábamos esperando a Yuna, quien se estaba inscribiendo para el taller de canto.

—¿Y cómo sigue So Hee? —preguntó Chaeryeong, refiriéndose a mi abuela.

—Bien, no ha mejorado significativamente —puse una mueca—. Pero tampoco ha empeorado.

—Espero que no empeore, es como una segunda mamá para mí —comentó, triste. Era verdad, mi abuela cuidaba mucho de Chaeryeong cuando estaba pequeña. Especialmente cuando sus padres peleaban, siempre venía llorando y mi abuela la dejaba pasar, y a veces dormía en mi casa. Chaeryeong es como una hermana para mí. Yuna también, pero a ella la conocí en secundaria y me agradó ya que compartimos muchas cosas en común y es muy simpática.

—Listo —dijo Yuna llegando muy animada; había querido esto por tanto tiempo.

—¿Cómo te fue? —preguntó Chaeryeong.

—Bien, las primeras clases comienzan el lunes —comentó con una sonrisa.

—¿Sabes que ahí va a estar Lia, verdad? —pregunté sonriendo, alzando varias veces las cejas. Reí al verla sonrojarse y darme un golpe en el hombro.

—Sí, ya sé, es una de las razones por las que me inscribí... —dijo con una sonrisa.

—Ay —dijo Chaeryeong, sonriendo y empujándola levemente.

—Hablando de la reina de Roma —dije, viendo caminar a lo lejos a Lia y a Yeji. Sonreí. Chaeryeong y Yuna también voltearon a ver, curiosas.

—Hola —saludó Lia, sonriendo. A su lado estaba Yeji con unos audífonos grises puestos. Tenía el pelo suelto y no tenía maquillaje; se veía muy linda. Hasta ahora me daba cuenta de lo linda que era, con su pelo castaño y sus ojos. Desde que estábamos pequeñas me han llamado la atención sus ojos, me recordaban a Byullie.

—Hola —saludamos todas. Yeji se bajó los audífonos al cuello y también saludó.

—¿Les parece si nos sentamos todas juntas? —ofreció Yuna, sonriente.

—Sí —contestó Lia animada. Las demás asentimos con la cabeza.

Nos fuimos hacia una mesa grande, me senté y vi como Chaeryeong, Lia y Yeji se paraban para ir a comprar su comida. En un rápido movimiento, agarré el brazo de Yeji, parándola en seco. Me volteó a ver con las cejas alzadas, confundida.

—¿Te acuerdas que quedamos en que te daría a probar de mi comida? —le dije, enseñándole un tupper.

—Oh, sí, pero no pensé que lo harías —contestó sonriendo. Se sentó a mi lado mirando con curiosidad el tupper.

—¿Qué es? —preguntó, curiosa.

—No sabía qué te gustaba, así que hice mi comida favorita. —Abrí los tuppers—. Tteokbokki.

—Oh —dijo sonriendo—. Se ve muy rico.

—Pruébalo.

—Claro. —Agarró los palillos y se llevó un buen trozo a la boca.

—Wow —dijo masticando. Reí.

—¿Está bueno? —pregunté sonriendo, aunque podía deducirlo solita por sus expresiones.

—Por favor, estudia gastronomía y te contrato como mi chef personal —comentó, concentrada en seguir comiendo. Reí, volteé a ver a Yuna, quien me miraba con el ceño fruncido.

—¿Y a ti qué te pasa? —pregunté, confundida. Cruzó los brazos.

—¿Por qué a mí no me trajiste? —preguntó, enojada. Yeji la volteó a ver, divertida.

Last Memory // RyejiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora