Wanda Pov.
—¿Recuerdas al gato blanco?—. Preguntó mi esposo mientras caminábamos por los jardines.
—Si, ¿Por qué?—. Conteste curiosa apretando su brazo.
—Por que he recordado su nombre, ¿Quieres saberlo?—.
—¡Claro que sí!—.
—Bien, su nombre es "Tecocol Tliltic"—. Dijo con una enorme sonrisa en su rostro.
—Es un nombre poderoso—. Aseguré mirando las estrellas en el cielo ya que el anochecer nos había alcanzado.
—Lo es, en ese momento no lo había recordado pero ahora sí, aunqu...
Mi Nat no termino de decir cuando un fuerte ruido nos hizo detenernos, podía escuchar como si algo enorme se acercará a nosotros pero yo no sabía distinguir que era.
—¿Qué es ese ruido?—. Pregunté mirando a todos lados.
—Es Egrmu... Algo paso—. Dijo Nat con total seriedad.
Al terminar de decir eso. Un enorme dragón verde se hizo presente en el cielo provocando que mi corazón latiera fuertemente dentro de mi pecho. El hermoso dragón aterrizó de forma tranquila en la parte alta de un muro del castillo provocando que una parte de está cayera al suelo por sus enormes garras pero... ¿No sé supone que los dragones prefieren quedarse en las Montañas Cóatl?.
El dragón extendió ambas alas soltando un rugido que cualquiera podía poner de nervios, menos a Nathaniel que parecía hablar con aquel dragón.
—Wanda, tienes que volver al castillo—. Habló mi marido jalándome del brazo y mirándome con seriedad.
—¿Qué? No, ¿Por qué?—.
—Necesito irme urgentemente, por favor—.
—¡¿A dónde?! Dime—.
—Una aldea lejana del Imperio Itzan está siendo atacada, arrebazando a los guerreros que protegían la aldea... Steve está en problemas ya que lo han tomado por sorpresa, necesito ayudar a mi amigo... Y a las personas pueblerinas de esa aldea—. Habló con apuro haciendo que mi corazón doliera por las personas inocentes.
—¿Esto tiene que ver con tu padre?—.
—Podria ser, por favor... Entra el castillo, volveré lo más pronto posible—.
—No, dijiste que somos uno... Iré contigo, no le temo a pelear y lo sabes, a dónde sea que vayas, yo también iré—. Dije completamente segura mirando como su ceño se fruncía.
—Wanda...
—No, y es mi decisión, no la tuya—.
—Eres una mujer muy terca—. Soltó un pequeño bufido haciéndome reír.
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¿En otra vida? (Wandanat)
FantasyEn el reino Apuc, el príncipe guerrero Nathaniel vivía ocultando su verdadera identidad femenina a todos. Gracias a la intervención de una poderosa hechicera, Nathaniel logra transformarse en un hombre. El rey decide concertar un matrimonio entre Na...