En el reino Apuc, el príncipe guerrero Nathaniel vivía ocultando su verdadera identidad femenina a todos. Gracias a la intervención de una poderosa hechicera, Nathaniel logra transformarse en un hombre.
El rey decide concertar un matrimonio entre Na...
El rugido de los dragones se podía escuchar por todos lados. Los guerreros queriendo acabar con ellos lograron subir algunos al lomo de uno de los dragones que soltó un rugido indignado mientras que desde tierra los demás lanzaban lanzas queriendo matarlos ya que sus catapultas habían sido destruidas completamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aziel sobre voló el lugar, su espada manchada de sangre mientras sus alas la mantenían en el aire. Actualmente la batalla estaba siendo ganada por todos los aliados de la reina Lexa, aunque estaba segura que sin los años de espía de Natasha no hubieran llegado muy lejos.
Sus ojos se achicaron cuando vio algunos guerreros soltar sus armas y rendirse. Ignoro brevemente eso para buscar rápidamente a la mano derecha de Alexei. Al cual encontró tratando de huir encima de un cabello marrón, volteando hacia atrás para asegurarse que nadie lo viera escapar mientras que una enorme sonrisa brotaba en la Hada.
Aziel rápidamente voló con rapidez hasta estar a unos metros de distancia del hombre, lanzó su espada atravesando el hombro izquierdo de este, provocando así su caída del caballo contra la tierra. La hada aterrizó a unos metros de distancia del hombre con mirada dura.
—¿Tratabas de ir algún lado?—. Preguntó la hada alzando su ceja derecha.
—¡Tu! Escoria asquerosa—. Señaló el hombre haciendo reír al hada.
—¿Yo? ¿No estás hablando de ti mismo? Porque para hacer todo lo que hiciste tuviste que tener hagallas y no las veo... Pero si veo un hombre temeroso que sabe que su muerte será muy lenta. Mataste inocentes, niños, abuelos... Familia que no tenía nada que ver con esta guerra solo por considerar a los seres mágicos como iguales... ¿Qué se siente ser un completo monstruo?—.
—¡Yo no soy uno! Tu si lo eres, todo los tuyos deben dejar de existir—.
—No hay mucha diferencia entre nosotros solo... Qué la mayoría de los míos no se comporta de forma salvaje como los humanos cegados por el poder—.
Aziel se canso de hablar asi que rápidamente se acercó al hombre moreno de cabellera larga que soltó un grito indignado sacando una daga de su bota, quiso atacar al hada pero está fue mas rapida y con un movimiento de sus alas hizo que volviera a perder el equilibrio, luego lo tomo del cuello con una sola mano elevándolo en el aire. El hombre pataleo y apretó sus manos en los antebrazos de la mujer.
Está solo rió para luego lanzarlo fuertemente contra el suelo, tomo la daga que había caído en la tierra, acercándose para hacerlo sufrir, cortando su muñeca derecha con la daga provocando los gritos llenos de agonía del hombre. Aziel no se inmutó y siguió cortando la muñeca hasta cortarle la otra muñeca y mientras agonizaba, la hada incrustó la daga en el pecho de este haciendo un corte horizontal para sacar su corazón y aplastarlo en su mano.
Egrmu rugió partiendo en dos a cinco soldados con su fuerte mordida, luego se elevó en el aire soltando una fuerte ráfaga de fuego verdoso que envolvió los cuerpos de más soldados que gritaron llenos de agonía.
