La venganza es mala, es lo que todos dicen. No sabías el peso de esas palabras hasta que te diste cuenta de algo...la venganza no es mala solo trae malas consecuencias no importa si lo haces por un bien mayor
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Hantengu...un nombre que no es desconocido para ti. Nunca lo has visto por lo cual tu mente lo tenía dibujado como un monstro que encontrarías bajo la cama. Las cosas malas que dicen de el y la reacción de la gente de tan solo decir su nombre es equivalente a escuchar que un oso está suelto en el pueblo...pues no hay tanta diferencia, un depredador buscando presas para diferente fines aunque...los osos no tienen un corazón oscuro.
Siempre eras oculta junto con tu madre cuando sabían de su presencia, como si fuese capaz de comerlas, tu padre decía cosas malas de el, como si quisiera meterte odio en ti corazón...no lo hiciste, mas que nada sentías miedo y era normal eras solo una niña...
Cuando creciste las cosas fueron diferentes...
Odio puro...
Una vez de pequeña tu madre te dijo con seriedad "si ves que estoy en peligro...no me ayudes, huye o escóndete, porque será tarde para mi y no para ti"
Cualquier hijo no haría caso por el amor que siente por su madre lo haría defenderla sin importar que...
Pero no fue tu caso
Amabas a tu madre con toda tu vida pero tu instinto de supervivencia te decía a gritos e incluso paralizó tu cuerpo para cuando ocurrió un ataque...
Estabas hecha bolita, con los ojos abiertos y con la mano cubriendo tu boca, todo tu cuerpo se preparó para no moverse y emitir un sonido mientras tu madre era brutalmente abusada, estabas escondida en una puerta subterránea la cual era cubierta por la alfombra donde tu madre sufría, era obvio que escuchabas todo.
Cuando terminó ni tuviste el valor de salir, el se fue y tu lloraste en el frío suelo, no quería salir y ver el cadaver de tu madre, no necesitabas salir para saber que ya no vivía. No saliste hasta que escuchaste la voz de tu padre buscándote.
Corriste a sus brazos, y el con toda la rabia del mundo te confesó...
Había sido ese hombre...Hantengu...
El odio que fue floreciendo en el cuerpo de ambos fue demasiado, toda tu vida pasaste odiándolo, te quitó tu preciada madre...la mejor mujer que pudo haber existido...una inocente y pura mujer que te inculcó siempre ser amable e ir por buen camino.
Pobre de ella...no sabía que tu padre se encargaría de plantar en tu corazón lo contrario...
Fuiste escondida después de aquello, ese hombre no debería saber de ti. Tu padre no dejaría que ningún hombre se casara contigo, ellos no te verían como el tesoro que eras para el. Tal vez hasta te abandonarían o te regalarían a ese hombre por su vida, algo que por desgracia era muy común en aquel lugar.
Así que no existías para nadie...sería algo bueno de no ser...que tu padre sufrió su desgracia
"La venganza es mala" dice todo el mundo, pero no es así...lo malo no es la venganza si no sus consecuencias.
