Serás la princesa de DOS

¿El pasado?

Llegamos a la ciudad hace dos días, Nicolás continuo trabajando mientras yo cuidaba a la pequeña.

Ese día la pequeña estuvo contenta con su habitación, estaba jugando mientras yo hacía papeleo para poder estar con ella.

A las pocas horas termine yo la miraba por la camara mientras hacía mis cosas, llegué a la habitación.

- hola princesa - me acerque y bese su mejilla - ¿Que juegas?- pregunte ya que en la cama no se escuchaba su linda voz solo se veía moviendo los juguetes -

- quería construir una fortaleza pero no pude - hizo puchero y bese su puchero -

- te ayudaré - ella sonrió feliz y comenzamos a construir-

Unos treinta minutos más tarde ella comenzó a jalar moquitos, la escuché y  pues mi mano sobre su cabeza estaba enferma era evidente.

- vamos a bañarte para que te quedes fresca y puedas descansar - ella asintió con la cabeza, se le notaba lo cansada -

Desde aquella noche ha sido un poco difícil que ella concilie el sueño, pero hemos estado ayudándola con ese problema, aún no nos ha dicho quién era ese hombre que se masturbo en la llamada.

Yo podría buscar con mis investigadores privados, pero Nicolás y yo días después de eso hablamos me hizo recapaticar que sería mejor aún no hacerlo ya que ella se sentiría como si la estuviéramos forzando a decir las cosas cuando no es así.

A los dos días que llevaba Maddie en la ciudad se enfermo, el cambio de clima le afectó llegamos en temporada de lluvia y ahora yo tenía que cuidarla mientras Nicolás trabajaba y llevaba la compañía en curso de nuevo.

Ella tosia, tenía temperatura y todo parecía ir empeorando estás situaciones me ponen mal.

Crecí en una familia acomodada pero que nunca se interesó en el bien de la salud, al ver a Maddie asi me pone nervioso, no quiero que le pase lo mismo que paso con mi madre estuvo dias asi y después falleció, mi sorpresa al llevarla a la clinica fue que ella no tiene seguro.

Pague todo lo necesario con los mejores doctores, ellos el primer día la inyectaron y me dieron un medicamento que no tiene buen sabor pero es muy efectivo, ella parecía no estar tan consciente en ese estado de enfermedad pero lograba darle el jarabe.

Eran las 7:30 de la noche, ese día la bañé como de costumbre y en la mañana Nicolás le tomo la presión y algunos detalles importantes, diciendo que iba mejorando bien, cosa que me tranquilizo.

Toque la puerta y dije - princesa voy a pasar ya es hora - escuché un gruñido después de esas palabras ella ya sabía lo que se aproximaba, entre y cerré la puerta, ella al escuchar esto comenzó a cubrirse con su manta - no, no pequeña - dije y otro gruñido salio la agarre entre mis brazos y acomodo la manta para cubrirla bien - asi estás mejor - dije y ella parecía un capullo solo con la cabeza afuera, le acomodé las almohadas y algunos peluches toque su mejilla estaba caliente aún nervioso acerque la cuchara y ella desvió el rostro - Maddie es de mala educación hacer eso - hable seriamente y parece que eso le afectó ya que su labio inferior empezó a temblar y unas lágrimas se asomaron en sus ojos pero no salieron, bese su frente - si no lo bebes no te curaras -

- shabe feo - cuando ella hablo así no pude evitar sorprenderme, quería escucharla así, sí, pero en este momento tenía que consentrarme en que mejorará su salud -

- lo sé princesa pero deberás de beberlo es un medicamento completo y hasta que no se gaste no podrás terminarlo porque si no, no funciona - acerque de nuevo la cuchara pero ella no abrió la boca, me molestó un poco, me costaba tener paciencia, los recuerdos y a demás está actitud no eran lo mio - Maddie - hable seriamente y ella abrió la boca, me incline a ella viéndola a los ojos directamente - sí lo escupes no solo tu cara estará rojita - toque su mejilla y pellizque suavemente, ella se lo bebió todo por el susto - Good girl - me puse de pie para llevarme el medicamento.

Al rato volví y ella estaba dormida, me sentía más tranquilo que ahora hacía un poco más de caso, la verdad el primer día que llegamos aquí, hablamos de muchas cosas.

Me senté en la orilla de la cama de Maddie, por el momento estaba en la cama normal ya después volvería a su cuna, recuerdo que cuando paso eso de mi mamá no me dejaron entrar a verla yo estaba llorando en la puerta y mi padre ni le importo si yo estaba llorando o gritando, después de eso el comenzó a ser hostil conmigo, no soportaba que yo llorara y si lo hacía el después me golpeaba, unos meses mi primo Nicolás y su familia vivieron en la casa para evitar que mi padre fuera malo conmigo fue la peor decisión, se volvio mas controlador.

Me enseñó como manejar, como ser un hombre y como poner a las personas en su lugar, cometí muchos errores en mi juventud que ahora me arrepiento, no sé cómo Nicolas aún me quiere si fue el al que peor trate, pero el sigue aquí conmigo.  Sentí mojadas mis mejillas y las toque, no podía creer estaba llorando después de mucho tiempo sin poder hacerlo.

De camino a casa compré unas cosas para comer ellos, estuvo pesado el día, pero me sentía mejor cuando sabía que volvería y ahí estaría mi pequeña junto con Dante, subí las escaleras después de preguntarle al guardia de seguridad donde se encontraban ellos.

En el pasillo para llegar a la habitación de Maddie escuché unos sollozos pensé que era la pequeña, corri y pero antes de abrir la puerta completamente ya que estaba a la mitad pude ver que era Dante, mi sopresa al verlo asi fue demasiada pero ya sabía el porqué, así que solo me retire, me fui a bañar y comer esperando a que saliera pero nada.

Ya era tarde y nada, me fui a dormir.

Desperté a la mañana siguiente sintiéndome mejor y encontrándome con esta imagen.

¿Se quedó dormido? Me pregunté a mi misma, toque su mano suavemente y el es levanto rápidamente, tomo mi temperatura y la puerta se abrió dejando ver a Nicolás con su traje de doctor.

- buenos días - hable sonriendo y ambos se acercaron a mi, después de tomar mi presión y algunas cosas más Dante me dió del jarabe lo tomé sin quejarme aunque sabía asqueroso -

- ¿Te sientes mejor pequeña?- hablo el doctor y asentí con la cabeza - eso es bueno - beso mis labios -

- te enfermare - confesé sonrojada -

- no me importa quiero que mi pequeña se sienta amada - hablo Nicolás y  rápidamente Dante me dió un beso en la boca y pude ver los rostros de ellos casi como si estuvieran celosos -