primer castigo

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Desperté al sentir que la cama estaba vacía, al momento como que escucharon que yo me iba a poner de pie y entraron los dos vestidos elegantes aunque no en traje.

- ¿Que haces pequeña?- pregunto el peliblanco acercándose a mi cuando me vio sentada en la orilla de la cama y me levanto en sus brazos -

- buenos días princesa - comenzó al pelinegro acomodando mi cabello, me sonroje un poco la verdad hasta tenía un poco de saliva seca y este me la limpio - aww, la princesita está sonrojada - beso mi nariz -

- Maddie - mire al hombre que me tenía entre brazos, este estaba como normalmente era con carisma, amabilidad - tenemos que decirte algunas reglas que aún no te hemos comentado - asentí con la cabeza - pero primero a desayunar hoy hice yo el desayuno, espero te guste - salimos de la habitación y Nicolás me sentó en un silla que era como para niños pero aún más grande - ten -

- Maddie - mire al hombre que me tenía entre brazos, este estaba como normalmente era con carisma, amabilidad - tenemos que decirte algunas reglas que aún no te hemos comentado - asentí con la cabeza - pero primero a desayunar hoy hice yo el desay...

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El desayuno se veía muy bien, la leche estaba tibia con un sabor a  dulce, comí tranquila mientras ellos desayunaban también.

Pasamos un buen rato en silencio mientras comíamos.

- bien, princesa - primero empezó a hablar Dante  - algunas de las cosas que queremos que sepas además de lo que ya te hemos dicho, es que también como vas a tener premios, también castigos si te portas mal o rompes las reglas ¿Entendido?- me miró directo a los ojos, su voz era grave y me ponía nerviosa, sus ojos azules eran penetrantes así que tuve que beber un poco de mi 🍼 para calmar los nervios y sentí con la cabeza mientras lo hacía - bien -dijo mirando a Nicolás que se llevaba los platos para luego mirarme de nuevo a mí - yo quiero que tú papi te cuente cuales serán tus premios y yo te diré cuáles serán tus castigos - Nicolás se acercó a nosotros sentandose otra vez en la mesa, estiré mis brazos queria salirme de esta silla era linda y todo pero aun seguía incomodandome -

-no pequeña - el peliblanco me rechazó a lo que me sentí un poco ofendida y baje mis brazos, frunciendo el entrecejo - tranquila, ahorita te doy mucho abrazos no quiero que pierdas ningún detalle de lo que vamos a decir - me acariciaba la cabeza mientras me hablaba muy cerca de mi mirándome sonriendo - quiero primero que sepas te queremos baby - beso mi frente - y que después de que tengas en claro esto no tendrás escusas para no comportarte - deje de fruncir mi entrecejo y lo mire con mas atención, asentí con la cabeza - correcto, como dijo tú daddy si vas a tener de ambos lados, queremos educarte, cuidarte y protegerte - respiro profundamente y dejo de acarciarme el cabello pero luego alejarse un poco - los premios serian, una hora más tarde para dormir y levantarse, galletas, pasteles, dulces de los que quieras, ser adulta por un día, besos abrazos y tener permisos - dejó de hablar -

- ¿Que tipo de permisos?- pregunté con curiosidad este sonrió ante mi curiosidad -

- que bueno que lo preguntes - se expresaba no solo con su rostro y sus ojos, sino que también con sus brazos moviendo los de una lado a otro y así, me hacía sentir más confiada - permisos para salir tu sola, cuando lleguemos a la ciudad, claro tendrás hora de regreso y eso no es negociable, poder actuar como adulta claramente con tiempo que nosotros decidiremos cuánto puede llegar a durar y tampoco es negociable - ahora se puso un poco más serio - tener sexo si así lo deseas - en mi mente no estaba pero ahora que lo dicen, realmente yo no había pensando en nada de eso - también hablar por teléfono más tiempo y cuando te digamos que es suficiente deberás de terminar la llamada - en ese momento intervino Dante -

Serás la princesa de DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora