Conseguir trabajo

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Lía es mi mejor amiga desde la infancia, ahora nosotras tenemos 22 años de edad, vivimos juntas pero hace meses ella se viene comportando diferente, no sé a que se deba.

Eran las 8:00 am y la semana pasada yo perdí mi trabajo, me sentía mal realmente no fue mi pero aun así estaba desempleada, baje las escaleras y escuche mucho ruido en la cocina, me acerque al marco de la puerta y la vi ahí lavando unos platos.

- Buenos días- me acerque a la isla note que ella había preparado el desayuno-

- Hola Maddie, buenos días- ¿estaba de buen humor? fue lo primero que se me vino a la mente, ella se volteo y me miro tenia con ella un plato en la mano-

-¿Qué es lo que pasa?- ella se acerco y puso el plato enfrente de mi sin responder- pronto conseguiré otro trabajo lo prometo-

- No tienes de que preocuparte cariño, no estoy molesta contigo me agrada tenerte aquí- yo sonreí ella tan amable como siempre, me sirvió un huevo y me dio el café -

-Quieres contarme, porque el cambio de humor- ella asintió un poco sonrojada-

- Bueno es que conseguí un daddy - la mire sorprendida y alegre- te veo mas contenta a ti jaja-

-Es una buena noticia para ti -

Después de hablar de algunos detalles terminamos de desayunar y ella se fue para el trabajo dijo que mañana lo traería para que yo lo conozca, no me desagrado la idea la verdad.


Me bañé, me puse un pantalón negro y una blusa de mangas largas roja, combinaba bonito con mi color de piel, me dejé el cabello suelto, salí con mi bolso dispuesta buscar trabajo, el anterior era asistente de cocina y aunque no me gustaba del todo era buena la paga, ahora necesitaba poder ayudar con la renta que se aproximaba el pago y mi último sueldo me rebajaron lo que paso.

La verdad es que nosotras vivimos en un pueblo, aunque es pequeño las cosas grandes como el hospital, centro comercial, súper mercados, están en el centro y para llegar al centro era caminando que se dura sus buenos minutos o en algún vehículo. Yo tenía mi bicicleta era lo único que tenia de mis padres, también me gustaba caminar, así que esta mañana decidí por caminar hasta llegar al centro, pero en el camino me distraje con un árbol de mango que estaba cerca de un lago y el puente, llegue al centro del puente y mire los peses pasar, era tranquilizador para mí.

Cuando llegue, pase por los puestos de algunos conocidos, pero ninguno necesitaba ayuda, fui al centro comercial y nada, me sentía agotada, cuando estaba caminando por los pasillos del gran Mall, comencé a distraerme, di la vuelta en una esquina y choque con alguien, caí sentada en el suelo.

- ¿Pequeña estas bien? - escuché una voz grave que se dirigía a mí, subí mi mirada estaba complemente avergonzada, él extendió su mano hacia mí- tranquila no muerdo- me sonroje, tome su mano y me levante, era un hombre alto, blanco sus ojos eran azules muy penetrantes y su cabello negro, vestía un traje elegante lo que significaba que no era de aquí, detrás de él había otro hombre que vestía parecido a él-

- Lo siento señor - hable rápidamente -

- No te preocupes - hablo el otro era peliblanco y de ojos verdes muy bonitos, por un momento los miré y ellos me sonrieron, comencé a caminar -

Después de alejarme un poco miré hacia atrás y los hombres me miraban los nervios estaba muy altos en mí, me metí en una tienda y era de periódicos, en ella estaba un cartel que decía que se necesitaba una persona para entregar periódicos en puerta en puerta.

Pase unas cuantas horas hablando con el dueño y me contrato. Llegue a la casa tarde, con un sentimiento extraño después de haber visto aquellos hombres, aun así, se notaba que ellos no eran de aquí.

Preparé la comida y no pude esperar a Lía, me quede viendo videos, también ordene un poco mi cuarto y lave la ropa que tenía sucia, eran las 9:00 pm cuando termine de tender todo, vi a Lía llegar tenía una ropa diferente, pero se veía tierna.

- Buenas noches - dije sonriendo ella me miro y se sonrojo un poco- no debes de avergonzarte, te ves bien -

- Gracias Maddie- asentí con la cabeza ella comenzó a subir las escaleras-

- En la cocina hay comida -

- Gracias, pero no tengo hambre- continúo subiendo-

No quise insistir así que solo termine de guardar la comida, me fui a mi habitación me bañe y cambie, me puse una pijama, cuando estaba a punto de leer mi libro tocaron la puerta, me estresé un poco no me gustaba que me interrumpieran cuando estaba leyendo o apunto de pero como sabía que era Lía no quise ser grosera.

Abrí la puerta y ahí estaba con una mirada de alegría me gustaba verla feliz después de tanto tiempo.

- Pasa - ella entro y se sentó en mi cama tenia consigo un peluche entre sus brazos, me senté junto a ella - que bonito peluche-

- Gracias me lo regalo mi Daddy - sonreí - es muy amable conmigo, hoy me dio las reglas-

- A ver - dije con curiosidad, en la espalda del peluche tenía un zipper los abrió y saco dos hojas - son bastantes - dije sin entender al inicio-

- No, lo que pasa es que también van los castigos y los premios - me señalo las reglas y el orden de cómo iban -

- Aquí dice "no mentir" - la mire queriéndome reír y ella se río, pero se tapó con el peluche su boca - mmm... déjame leer un poco más- continúe buscando la verdad eran muy normalitas la reglas, viniendo de ella esperaba algo más... sadista - te van a nalguear - dije cuando leí los castigos-

- Ya lo hizo- confeso y yo la mire sorprendida ni se porque si era algo obvio - como leíste ahí dice que no debo de interrumpirlo cuando habla, pero yo estaba muy emocionada - se rio y fruncí un poco el entrecejo- no lo tomes a mal de todos modos yo quería sentir su mano en mi trasero golpeándolo -

- Eres una golosa- ella asintió y nos reímos un poco - ¿tienes tu palabra de seguridad? - ella asintió con la cabeza - bueno no la olvides -

- ¿y qué tal tu día Maddie?- pregunto amablemente, se notaba que estuvo en su age-play todo el día le costaba un poco hablar, cosa que me pareció gracioso y cuando ella notaba mi risa me golpeaba el brazo pero no me dolía-

- Bien conseguí trabajo como repartidora de periódicos- ella me miro sorprendida- ¿Qué? -

- Sabes yo podría conseguirte un Daddy ellos pagan mejor- negué con la cabeza-

- Sabes que ahora no pienso en ello, es muy diferente al menos para mí ahora- ella asintió sin querer insistir mucho- pero disfrutare este trabajo casi no hay gente lo que significa que la paga no estará tan mal -

Esa noche estuvimos viendo paginas donde comprar ropa DDLG para ella ya que ella quería estar más en ese mundo, me gustaba poder ayudarle y le conseguí un chupete grande que se la regalaría apenas llegara, también un biberón unos cuantos outfit's todo sería sorpresa llegarían pronto.

Ella se quedó dormida y yo al ver lo tarde que era decidí por forzarme a dormir por mi nuevo trabajo.

Serás la princesa de DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora