¿Qué?

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Estábamos en su casa andante y habíamos salido un poco del centro realmente no me preocupe porque conocía el lugar.

Pararon cerca de una casa, de ahí salió un hombre que era más bajo a comparación de Dante y Nicolás.

- hola - dijo Nicolás después de salir dónde estaba conduciendo Dante -

- hola, ahora sí ya me desocupe- hablo el otro hombre su voz era aguda y realmente no me miraba ni nada cosa que agradecí -

-pasa - hablo Dante, no se porque siempre que habla ese hombre me da un poco de nervios, el hombre entro y cerraron esa parte con una puerta de metal - no hay nada de que preocuparse pequeña, él ha trabajado siempre en nuestra familia y no hay necesidad de presentarse a él - hablaba un poco engreído pero realmente no me importó, solo asentí con la cabeza -

- bien ya casi llega el pedido- dijo y me enseñó el celular - sobre el refresco no te preocupes aquí nosotros tenemos para escoger - deje de ver su teléfono y me puse de pie dejando mi mochila en el asiento estaba media abierta la había olvidado cerrar encendí mi celular -

- está bien - fue lo único que pude decir sabía que Dante llegaría con sus cosas raras y no quería ahorita, solo quería que Lía respondiera y mi celular también tratas de encenderlo hasta que por fin lo logré - bien - dije para mí misma -

Nicola se fue al otro lado de la casa, realmente era muy hermosa y tenía una bonita decoración, era espaciosa también.

Cuando al fin encendió el celular le mandé mi dirección de tiempo actual a Lía ella respondió que me estaría vigilando ya tenemos algo que habíamos hecho durante muchos años por si no pasaba algo, cada cierto tiempo debíamos avisar algo o decirnos que estaríamos ocupadas y si fuese el caso que alguna se queda a dormir mandar fotos y audios diciendo que todo estaba bien.

Dante también se fue, me quedé revisando algunas cosas en mi celular dándole la espalda al asiento en ese momento llegó Nicolás y me vio yo solo sonreí por incomodidad sabía que tenía que dejar esa maña, las personas suelen ser malas cuando quieren hacer daño.

Él empezó a sacar unos cosas realmente no le puse atención.

-mmgmm- dijo y lo mire en su mano tenía el chupete y una blusa de las que le habían comprado a mi amiga, eso me molestó y dejé mi celular me acerque y le quite las cosas- no tienes que ser - lo interrumpí -

- ¿Me vas a hablar de educación? Sabes que eso no sé hace - hable muy molesta, el pelinegro salió y nos vio -

-¿Que pasa? - pregunto cruzándose de brazos -

- que Nicolás estaba revisando mi bolso, solo porque le ronco - Dante me interrumpió antes de que yo pudiera insultar estaba enojada metiendo las cosas en la mochila -

- sin malas palabras en mi casa - lo mire asentí - y Nicolás - esta vez me dio un escalofrío cuando Dante hablo, mire al peliblanco y este miraba al suelo - ¿Qué te he dicho sobre hacer esas cosas?- mi enojo se fue ahora incluso yo tenía miedo Dante estaba muy serio ¿Qué sucedía con estos dos?-

- que no debo de hacer esas cosas - Nicolás hablo con un poco de dificultad, ahora me sentía culpable y no sabía que hacer me acerque a él para abrazarlo, me costaba no sentirme culpable en estás situaciones, el me abrazo - ¿Me podrías perdonar princesa?- asentí con la cabeza y luego me aleje -

- bien, Nicolás - en ese momento tocaron la puerta - atiende - él pelinegro se retiró de nuevo y Nicolás abrió -

- gracias - eran los de la comida, él agarró todo quise ayudarle - no pequeña no te preocupes - puso todo en la mesa y empezó a sacar platos, pedí uno para ayudar y sí me lo dio -

- ¿Qué son usted y Dante?- pregunté por curiosidad ¿Novios? ¿Hermanos? ¿Primos?, esas preguntas estaban en mi cabeza y tenía un sentimiento extraño en mi estómago después de ver esa escena -

- somos Novios - comentó dejando los vasos en la mesa - siéntate ahora no es necesario que me ayudes, gracias - quiso tocarme los hombros pero me cerré y el lo noto -  ¿Después me contarás porqué reaccionas así ante el tacto?- asentí insegura, no era algo fácil de explicar, solo dije que sí para que no se sintiera mal, vi su rostro cuando rechace su toque - DANTE YA ESTA LA COMIDA-  grito y fue a traer una cuchara para servir la comida, cuando estaba sirviendo salió Dante con un jogger negro y una camisa gris muy pegada a su musculoso cuerpo -

- bien, ¿Cómo te sientes pequeña?- hablo y yo mire plato con los camarones -

-mejor - le di un bocado cuando vi que Nicolás ya estaba comiendo -

- ¿Ya no te duelen las rodillas?- pregunto Nicolás y yo negué con la cabeza -

-¿Que haces regular mente Maddie?- pregunto Dante -

- mmm... Actualmente estos dos días trabajar - bebi del refresco - ¿Qué es? Está muy rica - comenté -

- es una bebida colombiana - asintió con la cabeza feliz - que bien que te está gustando -

- también, hablo con mi amiga - comenté - bueno cuando ella tiene tiempo - en ese momento me interrumpió Nicolás a Dante no le gustó ese gesto pero lo dejo pasar lo vi en sus ojos -

- ¿Es amiga o amiga. 😉?- me dio risa la forma en la que hizo el giño y hablo ya que su voz cambió un poco, él río al verme reír -

- no, hemos sido amigas desde hace mucho tiempo y ella tiene novio - di otro bocado -

- ¿tu tienes novio pequeña? - hablo Dante está vez -

- no, ahorita no hay nadie que me llame la atención - aunque no se porque me sentía nerviosa al frente de ellos, ¿Tal vez por lo atractivos que son?-

- ¿Y esa cosas en tu mochila? - comento Nicolás, lo mire sería un momento Realmente fue algo que no gusto -

- para ella - me calme bebiendo el refresco y tratando de olvidar eso de todos modos sería la última vez que nos vemos - ¿Por qué?- comenté y el solo me miró -

- curiosidad - el termino de comer y Dante también, ¿Los hombres no mastican?, siempre quedó como la última pero es que ellos son muy rápidos - come tranquila te vamos a acompañar -

-¿Y tú amiga que es lo que hace con esas cosas?- comento y yo empecé a sentir algo incómodo en mi pecho, saque lo que tenía en mi bolsillo y era el mango - ¿Un mango?-

- en el camino vi un árbol y me subí para bajarlo, fue el único que pude alcanzar - lo deje en la mesa -

-¿Quieres que lo lave? - pregunto Nicolás y yo asentí -

-por favor - Dante sonrió ante mis modales - bueno, a ella le gustan ese tipo de cosas - comenté por encima y ya -

- oh, entiendo - dijo Dante -

-¿Que tipo de cosas pequeña?- pregunto Nicolás entregándolo  me el mango lavado -

- Nicolás - hablo bajito regañando lo y este entendió -

- estuvo muy rico - dije dejando el plato limpio - llevaba tiempo sin comer eso, muchas gracias - Dante agarró una servilleta y comenzó a limpiarme la cara, me paralice me agarró de sorpresa -

-listo ahora estás limpia - hablo amablemente -

-bien pequeña, quédate tranquila ahorita te llevamos a tu casa - Dante se retiró un momento, me puse de pie y me acerque a Nicolás este me sonrió muy cálidamente -

- yo quiero ayudar -  él negó con la cabeza - ¿Por qué no?- el me miró con sus ojos verdes, de una manera cálida -

- por qué estás pequeña - negué con la cabeza -

- ¿tengo 22 años y usted?-

- no me diga usted - rio un poco - tengo 33 años y Dante 36 - asentí con la cabeza, miraba como el enjabonaba los platos -

Después me dejaron al frente del departamento aunque insistí que me dejarán en la esquina.


Serás la princesa de DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora