semanas después

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Ya Maddie estaba en su age-play pasaba mucho tiempo jugando con sus muñecas y siendo obediente, Nicolás estaba feliz de ver cómo la pequeña ya se dejaba bañar y todo, a Dante le gustaba jugar con ella.

Esa tarde

- papi, papi - dijo Maddie corriendo a los brazos de Nicolás, este dejó su computadora al lado y la abrazo rápidamente, ella se escondió en su cuello -

- ¿Pasa algo princesa?- hablo él suavemente mientras pasaba su mano por la espalda de la pequeña, escucho los pasos fuertes aproximarse vio al pelinegro con cara de molestia - ¿Dante que paso?-

- que MADDIE- cuando él levanto su voz ella tembló en mis brazos y yo le hice una seña al pelinegro para que se calmara - no, Nicolás no me voy a calmar, maddie hizo algo que no tenía que hacer - respiré profundamente y luego la movi para que me viera me estaba haciendo puchero - dile Maddie que fue lo que hiciste - hablaba el pelinegro molesto -

- dime pequeña, ¿Que paso?- hable suavemente pasando mi mano sobre su cabello quería que me dijera sin necesidad de asustarla pero ella solo me miraba -

- Maddie, te están hablando - la pude ver nerviosa y apunto de llorar de nuevo -

- Me... Me, me comí unos dulces - sollozo y yo la abrace, Dante no se veía contento con esto y le hice una seña para que saliera y lo hizo -

- Maddie, mirame - hable suavemente ella no quiso - no te castigare quiero que me digas porque lo hiciste - ella me miró y yo limpie sus lágrimas -

- quería comer, son muy ricos - comentó y yo asentí con la cabeza -

- sí pero conoces las reglas y no se pueden comer dulces ¿Cuando?- le pregunté mirándola ella evitaba mis ojos -

- antes de la cena y sin permiso- hablo suavemente -

- exacto, ahora ve a tu habitación y quiero que te quedes ahí hasta que yo hable con Dante y podamos decidir que castigo será el adecuado - ella asintió y me beso la mejilla, yo le bese su frente y salió - DANTE - lo llame y él molesto cerró la puerta y me miró -

- Quiero una explicación ahora mismo - hablo sin dejarme comentarle algo primero -

- Le recordé las reglas y...- me interrumpió -

- ¿Solo eso? Sabes que lo que ella hizo está mal -

- Mira Dante, se que estuviste una semana fuera de la casa y prometo que a Maddie le he enseñado a comportarse y no se porque actúa así cuando está contigo, conmigo era dulce y siempre pasaba tranquila no la tuve que castigar ni regañar ni una sola vez - Dante respiro profundamente y me miraba con atención -

- sé que tuve que salir pero...- lo interrumpí está vez yo -

- ella solo quiere atención de su Daddy por lo que vi en sus ojos, de verdad - Dante asintió con la cabeza -

- bien, pero eso no quita que lo hizo está mal así que hay que castigarla - asentí con la cabeza - bien que haga tablas - lo mire sorprendido normalmente Dante suele ser muy estricto y darle un castigo como ese a la pequeña era muy suave y amable de parte de él -

Paso una hora después y maddie había terminado sus tablas, mientras que Nicolás se estaba bañando, leí todas y las conté no se salto ni una aunque pude notar que en algunas hojas decía "te quiero Daddy" con flores a los lados, ella estaba de pie jugando con sus dedos nerviosa.

Baje el cuaderno y la atraje a mis brazos.

- también te quiero Maddie - comencé a darle cariño en su cabello y besar su cabeza -

- te extrañe mucho Daddy- sentí la presión de sus brazos alrededor de mí estaba un poco triste-

- ¿que sientes princesa?- le pregunté suavemente y ella comenzó a llorar - todos está bien, shh, shh,shhh, - comencé a pasar mi mano sobre su espalda para reconfortarla -

- por un momento pensé que no me querías - la aleje un poco para que ella viera mi rostro -

- jamás pienses eso - seque sus lágrimas y bese su nariz - yo te amo Maddie y por eso quiero estar contigo - ella sonrió tímidamente - se escuchó una garganta sonar ambos mirando a la dirección del sonido estaba ahí Nicolás con una toalla en su cadera y cuerpo expuesto -

- Maddie también te amo - comentó el peliblanco, la pequeña se puso nerviosa -

Ver el cuerpo formado de Nicolás me hizo ponerme nerviosa, me sonroje un poco cuando él se acercó a mí, Dante mantenía sus manos en mis caderas y el peliblanco se acercó a mi beso mi boca, fue un beso suave no como los del pelinegro.

Pude ver cómo se ponían celosos y yo no pude evitar reir de los nervios.

- ah pequeña traviesa - me dijo Dante con su voz rasposa -

- creo que tenemos una pequeña que disfruta vernos celosos - comentó Nicolás y yo no pude evitar sonrojarme -

Después de eso, estábamos los tres en el sillón yo en el medio y uno de cada lado, Dante con su brazo atrás de nosotros dos y Nicolás agarrando mi cadera con su brazo abrazándome desde el frente.

Estábamos viendo una película muy interesante aunque todo tenía que ir con tonos infantiles está vez me dejaron poner una diferente, aunque en la película no podía evitar recordar los besos de ambos y las diferencias entre estos.

La película terminó y ambos me miraron, Nicolás me comenzó a besar suavemente y yo le seguía el paso, comencé a sentir su respiración pesada en mis mejillas, después de que el terminara se alejo y Dante me acerco a él con él brazo que anteriormente tenía en mi espalda acorralandome con su cuerpo y el sillón, el beso fue intenso y podía sentir a Nicolás tocar mi muslo.

Cuando el beso termino yo estaba con mi respiración pesada, me estaba encendiendo un poco pero trate de calmarme, ellos besaron mi frente después y me llevaron a bañarme.

Ahora después de eso no podía dejar de pensar en sus manos puestas en mi cadera cuando me besan, la forma en la que me acorralan y me hacen sentir pequeña, no podía evitar ver sus ojos y sentir deseo por ellos, tenía que pedir permiso ¿No?... Pero aún no, tenía que contenerme, no podía hacer eso solo por unos besos, me sentí un poco patética pero sus besos marcaron mis labios de maneras que jamás pensé.

Serás la princesa de DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora