destructive love ; tom riddle

4

Habían pasado ya dos semanas, sus clases iban de lo más normal, Chiara y Monica seguían siendo las mismas. Bastian seguía invitándola a salir, en unas semanas sería San Valentín por lo que sus insistencias eran más constantes.

No había tenido contacto con Tom, no hasta esa tarde. Dónde después de tener una charla con Slughorn y sus calificaciones en decadencia tuvo que recurrir a Tom.

—¿Por qué estás aquí? —le pregunto con aquella voz monótona.

—Amm... —levanto su cabeza, volviendo a hacer contacto con esos ojos oscuros— Mis calificaciones en pociones han bajado y...

—¿Eso a mí qué?

—Slughorn dijo que tú podías darme clases particulares —su voz cada vez iba bajando de tono, se sentía tan pequeña ante su mirada.

—No tengo tiempo para eso —tomo sus libros y mochila para comenzar a alejarse.

Rose no se quedó atrás y comenzó a correr detrás de él. La diferencia de altura era bastante evidente, Tom al menos le sacaba veinte centímetros de altura.

—Riddle —lo llamo pero este la ignoro— Riddle —volvio a llamarlo siguiendo sus pasos, se detuvo mirando la figura que se alejaba— ¡Tom! —grito logrando que detuviera sus pasos girando y regresando a ella.

—¿Por qué Slughorn no te da clases particulares? —dijo cansado.

—Dice que mi caso no es muy grande, dijo que tú podrías ayudarme porque eres bastante bueno en pociones.

—Aja, ¿y?

—Por favor, ayudame —suplico juntando sus manos— Soy muy inteligente y aprendo rápido.

—Si fueras tan inteligente no bajarías tus notas —rodeo a la chica continuando su camino.

—¡Tom por favor! —corrió hasta detenerse frente a él impidiéndole el paso.

Tom suspiro pesado y miro a la pelinegra frente a él. —Miércoles y viernes, después de la cena en la biblioteca. No hagas que me arrepienta.

—La biblioteca no está abierta a esas horas.

—Para mi si, ¿Quieres tutorías o no?

Asintió.

—Empezamos hoy, se puntual —dijo y volvió a alejarse de ella.

Vio la figura negra alejarse y soltó un gran suspiro de alivio. Tenía una preocupación menos, ahora debía dirigirse a su próxima clase, adivinación, tenía que subir hasta la torre que cansancio pensó.

Respiro con pesadez y comenzó su camino.

Cuando la cena termino se dirigió corriendo a la biblioteca, no quería hacer esperar a Tom y que se arrepintiera de darle clases.

Cuando entro había un silencio más de lo normal, no había ni siquiera una alma en las mesas, se sentía extraño. Vio la figura oscura de Tom a lo lejos en una mesa en la oscuridad. Se acercó al paso lento quedando a un lado de él.

—Siéntate y saca tus libros —ordeno.

No tardó en tomar asiento a su lado comenzando a sacar sus cosas, sus rodillas se tocaban bajo la mesa.

—Vamos Rose —insistio Bastian caminando a su lado— Es San Valentín.

—Bastian ya te dije que he estado ocupada —dijo sin detener su paso— Mis calificaciones en pociones han bajado y tenemos un examen pronto. No puedo distraerme —se detuvo frente a la biblioteca.

Hoy por algún motivo Tom le había dicho que se vieran más temprano en jueves, cuando normalmente sus tutorías eran los miércoles y viernes. Según Tom se ocuparía esa noche y no podría verla el viernes.

—Yo puedo ayudarte en pociones soy bastante bueno —sonrió coqueto.

—Gracias Bastian pero...

—No necesita tu ayuda, yo le doy tutorías —una voz detras de Bastian hizo que ambos voltearan— Ella no necesita a alguien bastante bueno, ella necesita a alguien excelente.

—¿Cómo quien? ¿Cómo tú Riddle? —lo miro cruzando sus brazos con aires de grandeza.

—Es bastante obvio.

El azul oceánico se encontraba en una guerra con aquel color profundo y sin alma. Era bastante obvio para alguien que pasará por ahí, sabía que había bastante tensión.

La mirada de Tom era neutra, sin reflejar absolutamente nada y a la vez todo. Mientras que Bastian tenía aires de grandeza y burla hacía el slytherin frente a él.

—Gracias Bastian, por ofrecerte —hablo Rose poniéndose en medio de los dos— Pero Tom ya me estaba ayudando, igual gracias.

—No es nada Rosie, sabes que siempre voy ayudarte —dijo sin despegar la mirada del chico, le dio una última mirada y la dirigió a la chica— Piensa en mi propuesta, ¿si?

—Claro, te veo al rato.

Se despidió del rubio quien le dio un beso en la mejilla y se alejo de ahí con la mirada de Rose sobre él. Volteo a ver a Tom pero este ya la estaba viendo.

Abrió la puerta dirigiéndose a aquella mesa en lo más oscuro, pues era esa mesa en la que Tom siempre se sentaba.

Había descubierto eso, Tom siempre estaba en las sombras no importaba que, siempre estaba en las sombras y eso de alguna forma le gustaba.

No iba a negarlo Tom era un chico bastante atractivo, ella no sería la única chica que caería ante su belleza, mas que Tom no parecía presentarle atención a eso.

Eso tenían en similitud, no prestaban atención a su alrededor, se perdían en sus libros.

—¿Vas a salir con él? —hablo después de un rato ganando su atención.

—No lo se.

—No salgas con él —dijo o más bien fue como una orden.

—¿Por qué no? —solto su lápiz mirando al chico levantarse.

—Dije que no —le dio la espalda buscando un libro.

Rose soltó una risa nerviosa y se paró detrás de él —Eso no es una respuesta.

—Lo es.

Fue tan rápido, la tomo de los brazos estampando su cuerpo contra los estantes. Abrió sus ojos ante la sorpresa, estaba nerviosa, Tom ni nadie la había tratado así, todo eso lo había leído en esos libros para adultos, pero le gustaba...

—No irás a esa cita con él —ordeno.

—Tommy —susurro al sentir la cercanía de sus rostros.

Sus labios no tardaron en juntarse, Rose se quedó congelada al sentir sus labios sobre los de ella, pero no tardó en corresponder su beso. Una de sus manos sujetaba su cintura y la otra sujetaba su nuca profundizando el beso.

Rose se puso de puntillas pasando sus manos por el cuello de Tom tomando estabilidad. Rose se alejo tomando aire y vaya que le faltaba.

Su rostro estaba sonrojado, Tom la había besado. ¡Se habían besado!

Empujó su cuerpo, tomo sus cosas y salió corriendo de la biblioteca sin decir una palabra. ¿Qué iba a decir?

La beso.

Tom la beso..

Dio su primer beso con Tom maldito Riddle.