Declaración

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Después de quella cita, el dormir juntos se les había hecho costumbre. Cada vez que el yaksha tenía tiempo libre o sentía que no podía seguir soportando el dolor de su karma, se escabullía entre tus brazos y dejaba que lo llenaras de mimos, lo más frecuente era que le acariciaras el cabello y simplemente dejarlo dormir, pero últimamente para Xiao eso ya no era suficiente, sentía que quería algo, pero no sabía cómo pedirlo ni qué era lo que quería.

Nuevamente se vio obligado a recurrir a Zhongli, Verr Goldet, Preservadora de Nubes, Aether, incluso fue a pedirle consejo a Paimon.

Tras todo esto, llegó a una conclusión: Debía decirte lo que sentía, pero no sabía cómo, cuándo...

Tuvo que decidir rápidamente, no quería esperar más para besarte, tenerte entre sus brazos, decir que eras su novia, no podía esperar más para tener tal dicha.

-¿Pasó algo, Xiao?- Fue una gran sorpresa que te citara en el punto más alto del desfiladero Jueyun. Él de por sí no es de expresarse muy a menudo, e invitarte a salir era algo... que pasaría una vez cada mil años, literalmente.

-La vez que te vi- Empezó mirándote a los ojos, con los brazos cruzados y una pose territorial. -Sentí algo raro. Siempre creí que alguien como yo debía estar lejos de otros seres, que debía cargar con el peso de mi karma por mi cuenta y que no merecía aprecio, compasión... ni siquiera lástima. Hasta que llegaste tú, desde que me conociste te acercaste a mí sin miedo, aún siendo hija de Bosascius, aún sabiendo lo que mi karma significaba... sin darme cuenta, hiciste que mi corazón se calentara, le devolviste el brillo a mis ojos, me viste como algo más que un arma... me hiciste sentir como algo más que un arma, me hiciste sentir que no debía permanecer solo para siempre y... alejaste el dolor del karma de mi cuerpo. Por eso yo...- Las palabras se le atascaron en la garganta, ¿Por qué estaba tan nervioso?

Había practicado eso decenas de veces, había repetido su discurso en su mente cientos de veces en el camino, y ahora que te tenía de frente, no podía decir lo que tanto ansiaba, ¿Era tan difícil?, solo debía pedirte ser su novia, solo eso.
Él había soportado su karma durante dos milenios, había sobrevivido a la guerra de los arcontes, y ahora que su único "problema" era decir una simple frase, no podía.

-Xiao...- Su corazón se aceleró inmensamente al escucharte pronunciar su nombre de esa forma tan dulce... quería pedirte que lo llames con ese tono siempre, pero no podía.

Sus mejillas se tiñeron de rojo al verte tan cerca de su rostro, con tus manos apoyadas en su espalda, sus labios casi rozando... no pudo agunatar más la ganas que tenía de besarte.
Sus labios eran suaves, cálidos, tímidos e inexpertos... pero a su vez reflejaban lo mucho que había ansiado este momento.

-¿Puedo decir que eres mi novia ahora?- Murmuró sonrojado, con las orejas encendidas al rojo vivo, recibiendo una sonrisa por tu parte... ¿Acaso intentabas matarlo de un paro cardíaco?

-Claro que sí, Xiao- Lo besaste nuevamente, él sonrió... no había sentido tanta felicidad en su vida.

Al final, incluso una máquina de matar como él se merecía una vida feliz, ¿Verdad?

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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Xiao y tú |one shots/scenarios|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora