𝟎𝟖 | Diversión doméstica

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Becky sintió la risa burbujear en el medio de su pecho y sin restricciones, la dejó salir. Genuina y verdaderamente divertida con el espectáculo que Freen estaba brindándole a la distancia.

Su cabeza se sacudió con incredulidad y ella procedió a vaciar el poco contenido que su botella de agua tenía. Agradecida con el frio líquido que acarició su garganta.

Freen a cuatro metros suyo se rio también, no podía escucharla a causa de la música, pero la mueca alegre en su cara se lo decía todo. Estaba teniendo un buen rato. Y notarlo la hizo sentir feliz por alguna razón.

Cuando sus miradas se encontraron, la extensa sonrisa de la pelinegra se amansó. Reduciéndose a un gesto ladino y visible. La mestiza pestañeó en su dirección mientras que sus manos se sujetaban del alargado tubo cilíndrico, la música que la envolvía era lo suficientemente lenta como para que sus movimientos torpes puedan amoldarse a ella.

Y si bien ella sabía y reconocía que Sarocha era buena bailando, en ese preciso instante y en aquel espacio, no se le estaba dando muy bien. De vez en cuando trastabillaba con sus propios pies y sus giros entorno al tubo parecían causarle mareos.

En cambio, la mujer a su lado era hábil. Sus movimientos estaban coordinados a la perfección con los tiempos de la música extranjera. La fluidez en sus transiciones entre paso y paso era impresionante. Y sus caderas se contoneaban con una sensualidad orgánica. Incluso las personas alrededor de ellas lucían encantados, hechizados por esa dama de corta cabellera. Por sus gritos y silbidos animados podía concluirlo. Era notorio.

Sus ojos volvieron donde la mestiza y éste le recibió con una sonrisa torcida. Una muy suya que extrañamente era incompatible con la forma entornada con la cual su mirada le enfocaba. Ese detalle la hizo ladear el rostro.

Pero el cambio de música la distrajo como a todos los demás. Seguía siendo una pista americana, sólo que ahora más lenta y con sus tiempos marcados en comparación a la anterior.

Ambas participantes sobre aquel reducido escenario se detuvieron, intentando procesar el nuevo ritmo. Rebecca notó que del par, la chica fue rápida al recomponerse. Freen tardó unos segundos en hacerlo, pero aun así su vigor se mantuvo. Y tan pronto comenzó a moverse, pareció más determinada. La torpeza seguía acompañándola, pero en menor medida.

Becky observó cada uno de sus movimientos con atención. Era hipnótico verla descender, pasando a estar en cuclillas. Sus piernas se abrieron lentamente mientras que la parte superior de su cuerpo seguía moviéndose. La oscura cabellera de la mestiza caía sobre sus ojos y hacía de su apariencia una tentación atrayente. No sólo para ella, sino para otros espectadores. Imagen que se reforzó apenas sus manos se deslizaron por la parte interna de sus muslos. Acariciándose con astucia calculada.

Sus manos subieron y subieron, arrastrándose por el material de su blusa. Pasaron de su abdomen a su pecho, para luego tocar su esternón descubierto con su mano izquierda. Sus dedos se sintieron y Becky contuvo la respiración cuando Freen acarició su cuello expuesto. Los alaridos emocionados aumentaron enseguida reveló un poco más de piel por unos efímeros segundos. Y Rebecca sintió su garganta secarse cuando Sarocha se enderezó con lentitud, sosteniéndose del tubo. Una vez derecha, dio un giro alrededor del caño, sus caderas estaban en sintonía con sus ademanes gráciles. Y al verla detenerse, su corazón se retorció en una necesidad oscura en el momento que su pequeña criatura hizo el amague de lamer el tubo para seguidamente balancear su cuerpo en una onda definida.

Los espectadores enloquecieron y redujeron la distancia aún más, en un acto desesperado por tocar y ser partícipes del envolvente espectáculo de alguna forma posible. Notando la incomodidad que la situación parecía estar causándole a Freen, la noble se levantó de su asiento y se encaminó en su dirección. Algunos cuerpos los tuvo que pasar con brusquedad. Estaban demasiado ensimismados para escuchar sus palabras que solicitaban permiso.

Bloodiest 「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora