Capítulo 13

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•Curioseando•

(Perspectiva Ada)

Estaba quitándome la ropa para ponerme el pijama cuando recibí una llamada de Amanda.  Solo Dios sabe cuánta curiosidad la había mantenido despierta hasta tan tarde. Habían pasado un par de días desde la cita y aún seguía pensando en ello.

—Necesito detalles de todo— dijo al otro lado de la línea, justo al descolgar el teléfono.

—Ya ni las buenas noches das— solté una carcajada. —Ha ido bien...Demasiado bien, diría yo.

Amanda sabía que iba a ver a Carlisle para tener una conversación con él, pero cuando le conté todo lo que había pasado, obviamente sin muchos detalles pues si se lo contaba todo sabía que le iba a dar un patatús. Aún así su reacción fue tan exagerada que me tuve reír.

—¡¿Demasiado bien?! ¿Qué significa "demasiado bien"? ¡Habla! —Amanda exclamó, parecía que estaba a punto de arrancarse los pelos al otro lado de la línea.

—Calma, no te vayas a desmayar— respondí, intentando contener mi risa—Pues... hubo miradas intensas, algún que otro roce, pero cuando parecía que la cosa iba a escalar a algo más, mi estómago decidió hacer su mágica aparición rugiendo como si no hubiese comido desde hace meses.

Amanda se rio tan fuerte que pensé que se había atragantado. —Ya me jodería, que vergüenza. ¿Y él que hizo?¿Trató de hacer como si nada? Porque claro, los fríos son así, siempre súper correctos y modositos.

—No, de hecho...— sujeté el móvil en mi oreja con mi hombro y me puse como pude el pijama mientras hablaba —fue como si estuviera en una película de princesas, se partió de risa y después me dijo con un tono seductor "He traído un tentempié para ti, cariño mío"— obviamente esto lo exageré un poco.

Hubo un momento en el que dejé de escuchar la risa de Amanda, parecía que se estaba quedando sin respiración de tanto reír.

—Ay Dios, esto es lo más gracioso que he escuchado en mucho tiempo. "Cariño mío" Ay, no imaginaba nada de esto.

Ambas estallamos en otra ronda de risas, y por un momento, olvidé lo tarde que se había hecho.

—De todas formas...— Amanda recuperó el aliento —Él no me gusta para ti, creo que no te conviene, siento que no tiene esa chispa que tu necesitas. Si me dejaras yo podría presentarte unos amigos.

—Lo sé, pero es que...no quiero conocer a más hombres que a él.— pude escuchar como Amanda suspiraba molesta al otro lado de la línea.

Nos despedimos después de haber hablado durante casi una hora y colgamos. Cuando me tumbé en la cama, no pude evitar sonreír y reír como una adolescente a la que le acaban de invitar al baile. Traté de dormir, pero no podía parar de pensar en Carlisle, en sus besos y caricias. Cada vez que pensaba en él, no podía dejar de suspirar.

La luz de la luna llena entraba por la ventana, iluminando suavemente mi habitación. Su voz aún resonaba en mis oídos, haciendo que sintiera mariposas en mi estómago y mi corazón latiera con fuerza.

Cerré los ojos y me dejé llevar por el recuerdo de sus abrazos, sintiendo la calidez con la que lo hacía. Cada pensamiento sobre Carlisle me mantenía despierta, era esa chispa que me faltaba. Imaginé su sonrisa, esa sonrisa que tenía el poder de removerme algo por dentro que aún no entendía lo que era. 

Estaba impaciente por volver a verle, desde esa noche supe que cada segundo de aquella "conversación" valió la pena. Y entre suspiros y sonrisas, me fui quedando dormida.

Sempiterno ࡆCarlisle CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora