Luciano

58 17 22
                                    

Luciano Bentacour 25 años, un joven apuesto de ojos marrones profundo, cabello castaño y de medio barba, su piel ligeramente bronceada y de una altura 1,76 con cuerpo muy bien tonificado, él es un amante del arte uno de ello "El ángel caído" de Alexandre Cabanel, le encanta la música y leer no es amante de autores, pero suele leer "Piensa y hagase rico " de Napoleón Hill, es un polímatas de léxico amplió.

Podrías decir que es el renacimiento de Leonardo Da Vinci, una infancia difícil, acompañada de mucha frustración, muchas veces pese a ser una persona muy intelectual, eso lo hacía sentir raro, siempre fue de luchar contra viento y marea, más allá de la lucha continua, contra la sociedad llena de incompatibilidad, este nunca se dejó caer, era un joven introspectivo y prismático, eso será terrible para él, ya que conocer a Charlotte Oregon lo hará ver de otra manera la vida, conocer a esa mujer , lo único que generó en él fue un deseo insaciable de querer un mundo con ella.

Si bien él tenía su vida tan diferente,hijo de un guardaespaldas del hombre más buscado de Italia, Danielo Perrucci, nadie se podía escapar de sus manos,un hombre frío arrogante, déspota. Pero los padres de Luciano temían que por un movimiento en falso esto sea su final e irse era la opción más obvia, mantenerse en bajo perfil y así poder darle seguridad a su único hijo. Cuando Luciano conoció a Charlotte fue él quien la alentó seguir la licenciatura en enfermería, él no pensó que eso iba a cambiar sus vidas, tres años de noviazgo de un día para otro desapareció de la vida de Charlotte, eso fue un detonante para ella.

Luciano, estaba sentado desayunando, era una más de sus habilidades la gastronomía, cada mañana se preparaba para ir a su trabajo y no sin antes desayunar, su mirada profunda y el destello de sus ojos marrones, estaba en aquella foto de la mujer que tenía su atención. la atracción por sentir una energía diferente o quizás igual a lo que él pensaba, había una conexión que traspasaba lo ordinario, ahora Luciano era de mantener su postura, era dulce, intelectual y bravo, aunque Luciano no era de ser muy espiritual, sino que pensaba y analizaba la situación, le pareció Irracional o absurdo, que ahora haya una conexión álmica, Charlotte merece rehacer su vida.

Luciano renegó de ello, sin entender que había robado por completo, el corazón de Charlotte, ella siempre deseó conocer a alguien que fuera polímata de léxico amplió, un verdadero filósofo, eso fue lo que llamó la atención de aquella mujer, sus vidas muy diferentes. Además que había una distancia entre ellos, era de 11:47 horas en avión, una distancia considerable, ya que él vivía en Miahuatlán está en la ciudad de Tehuacán México y ella en Sorrento Nápoles.

Luciano era todo lo contrario a Charlotte, ella sí creía en el amor a primera vista, más allá de la decepción que ella arrastraba, ella creía en la conexión álmica y reencarnar y reencuentro en su próxima vida, ella creía en las energías, era muy solitaria porque siempre que abría su corazón salía herida. Luciano fue quién entró en su corazón, se enamoró y deseo verlo, lo soñó y sólo fueron 36 meses, cuando él le dijo a ella — Charlotte es imposible, no puede ser.

Ella lo miró con sus ojos empañados de lágrimas ambos habían dejado de hacer el amor ella se estaba vistiendo.

"No puede ser! Eso es imposible! ¿cómo le decía algo así con tanta frialdad? Esto es un maldito sueño" Ella se decía así misma.

— ¡Luciano! Nunca vuelvas a decirme algo parecido.

Charlotte temblaba,  no era lo que ella esperaba,  jamás pensó escuchar esas palabras, era como si el tiempo se detuviera.

Ella se aferró a su pecho, pudo escuchar el corazón que latía tranquilo, sus lágrimas comenzaron a caer ligeramente,  no podía articular palabra alguna.

— Charlotte debes irte te ruego, que no lo hagas más difícil.

Los ojos de Luciano irradiaba tristeza, dolor y sus palabras salían acompañadas de frialdad,  ¿que estaba pasando?

Sentidos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora