secretos que atormenta a Richard

40 16 11
                                    

Richard

Estaba en la cama con una rubia despampanante, podía asegurar que me sentía el dueño del mundo, siempre tenía lo que deseaba,la rubia estaba como un vaivén, cada movimiento me hacían sentir lo estrecha que ella era,hacía florecer mi deseo por experimentar mas, la lujuria se apoderaba de mi ser, era un arte tener sexo no era comun para mi era el arte del sentimiento mas profundo,de las caricias y de los deseo lascivos que guardaba en mi interior, me gustaba ver como eran cada esencia, las mujeres pueden dominar el mundo si ellas desean, pero ser fragil es una debilidad que las detienen para cumplir sus objetivos, ellas son el ser mas hermoso del universo, cuativan a quienes las poseen, todas las que fueron cruzando en mi camino , eran una mas perfecta que otras, pero elegi a Charlotte para desposarla.

Ella es diferente,su inocencia, la dulzura que tiene me fascina... dicen que sufro de  trastorno de hipersexualidad o adicción sexual. Pero la verdad es que disfruto tener el control de ello.

Ring,Ring... Una llamada entrante era William el jefe de seguridad, estaba encargado de vigilar a Charlotte. Hice a un lado a la rubia, me puse de pie y caminé hasta el ventanal,tome la llamada.

- William,¿supongo que es importante?

—Joven... — el silencio de william ya no fue agradable — tengo que decirle que su novia llegó con alguien más, estoy seguro de que es Luciano Betancourt.

Apreté el teléfono con fuerza, así que regreso el ex novio de Charlotte, —  ¿Cuanto llevan juntos?

— Están juntos desde hace una hora... joven ellos...

— Ejem... —  Aclare mi garganta, no quería oírlo, sabía que ellos no estarían jugando a la muñeca, — William lo se no aclares, solo ve adonde se dirige al salir de allí.

— Lo siento joven, lo  mantendré informado.

Lance mi teléfono en el sillón,la rubia se acercó intentando seducirme, pero ya se había ido las ganas,enrede mis dedos en su cabello, — ¡Largo!

La rubia asintió,soltó con desagrado el cabello de ella, cuando ella terminó de juntar todas sus cosas la mire, tenia odio todas buscan placer. — ¡Acércate! — Ordene y ella obedeció,enrede mis dedos en su cabello una vez más, ejerciendo presión le hice que se pusiera de rodilla ante mí... —¡Hazlo! —  Le dije apuntando mi miembro,ella dejó caer sus cosas aun lado, con sus manos temblorosas comenzó a acariciarme,— ¿Qué debo enseñarte? — Ella nego con los ojos empañados,  una sonrisa ladina apareció en mis labios, — ¡Entonces hazlo por un demonio!

La rubia negó con lágrimas en sus ojos mi miembro estaba muy bien erecto, no niego que me gustan ambas cosas lo dulce pero más lo salvaje,la tome de su antebrazo y la levanté de un solo tirón, la arrastre hasta la cama, la empuje sobre ella.

— Se... señor... — sus lágrimas estaban rodando por sus mejillas, error número uno mi mayor placer es disfrutar de ellas cuando se lamentan,— por favor no me haga daño.— suplico ella temblando.

Me acerque a la mesa, aspire un poco del polvo blanco, serví un poco de whisky, la observaba cada uno  de sus gesto, mientras que ella temblaba en medio de la cama, tome el whisky —  ¡aaach! — El ardor del maldito whisky atravesó mi garganta,sacudi el vaso y lo lleve a mis labios tome todo cerré mis ojos fuerte,  los volví abrir. — ¡Una vez, confié en una mujer y falló...— Un nudo se formó en mi garganta en mi pasado oscuro hay secretos que guardo, el porque no tolero engaños... — ¡Mírame!

Estaba furioso ,muy furioso no podía contener la ira que Charlotte estaba despertando en mí. Ella levantó su mirada. — ¡Señor haré todo lo que me pida,por favor no me haga daño! Se lo suplico...

Sonreí paranoico, sabe que estoy fuera de sí, saben lo que les hago cuando entro en mi papel de villano, acaricie el rostro de ella y apreté con fuerza, como si la estuviera quebrando en mil pedazos,  la solté viendo un manojo de nervios y angustia. — Ay, Analia¿ cuánto llevamos haciendo esto?¿ Que no ves?Estoy bien, solo vamos a jugar.

Me aleje para aspirar el polvo blanco,  lleve mi dedo meñique en mis dientes,  sintiendo el sabor de aquella dosis del mejor producto de nuestras distribución,  sonreí divertido me acerque a pasos firmes, la atraje a ella con fuerza, dejándola cerca del borde de la cama. Era momento de comenzar el juego, ahora ella estaba en mi poder, tomé el cinto-¡Ponte en cuatro!

Ella obedeció, comencé a darle sus quejidos se oyeron. — ¡Ayyy!

Acaricie el glúteo de ella,tome la corbata y la amordace, — shiii, tranquila.

La rubia negaba, negaba y mas disfrute de ella — ¡No! ¡mmm,mmm!

Encendí mi cigarrillo,le di una calada ella aun seguía con su inmensa cola apuntando hacia mí, sonreí me acerque y enrede mis dedos en su cabello, — ¡mmm! — Ella se quejo, mientras que la fui levantando,ella negaba y sus lágrimas caen como lluvia ligera, el problema era que no podían escapar,tenía mis hombres en todas partes,podían correr pero esa sería su muerte segura. — shiii, tranquila vamos nena,te hare sentir el infierno, todas merecen eso.

—¡MMM,MMM —  Ella se quejaba pero no había nadie que la pudiera defender.

La  termine de atar de manos y pies,me hizo sufrir forcejeaba mucho, — Muy bien, ahora comencemos con esto.

El cigarrillo fue su primer castigo, — ¡MMM,MMM!— hice muchas marcas en su piel, mi cabeza daba vueltas lo unico que veia era a Katrina,sus lagrimas y cada corte que le hacía en su cuerpo,mi mente estaba divagando,me volví a servir whisky y aspiré un poco más de aquello sobre la mesa, tomé una navaja, ella negaba una y otra vez —¡MMM,MMM!—me acerque, comence a reir mis ojos se nublaban,fui haciendo cortes verticales en el rostro de la rubia, sentí como la puerta se abrió.

—¡RICHARD!— Mi abuelo Noah, mire a la rubia estaba inconsciente.

— No se que me paso...

Mi abuelo hizo seña a sus hombres y sacaron a la rubia. — Richard,esto no es normal Analia es una buena chica y era exclusiva,solo tu la tenias...

Pum, el bastón golpeó el piso, me puse de pie y caminé hasta el baño, me metí en la ducha — Abuelo lo siento, solo me pase con la dosis .

Mi abuelo se paró junto a la puerta, negó con la cabeza. — Franco, lleva a Analia que la vea el doctor manda a Rosa que venga a limpiar este desastre,tu a mi despacho.

☆▪︎☆☆▪︎

Sorrento Nápoles Italia,dos almas que se volvieron a reencontrar esto era perfecto, ellos estaban sobre la cama,Luciano acariciaba la cabellera larga de Charlotte,ella se quedó sobre el pecho fornido de él, era un silencio en aquella habitación, solo la respiracion de ellos se oía, Charlotte a medio sonreír se apoyó en su codo y levantó su mirada,conectando con aquellos ojos marrones profundos.- ¿Desayunas conmigo antes de irme?

El asintió la abrazo fuerte, casi la dejó sin aire—Todo me encantaría contigo.

Muchas gracias a todos los que están apoyando la obra, espero de verdad alcanzar a sus corazones ♥️

Lea mando un abrazo grande 🤗

Maria Rosalva...🤩

Sentidos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora