Capítulo 80

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El siguiente destino estaba un poco lejos del lugar donde se habían hospedado. Sin embargo, entre todos los sitios que habían visitado para disfrutar de las vistas nocturnas, este era el que más le había gustado a Seung-hyun, por lo que decidió venir hasta aquí.

—Disfrutar de la vista nocturna desde un barco, con la ciudad de fondo... ¿No es romántico?

—Sí, lo es.

Un canal cubierto de nieve en plena noche seguramente debía ser hermoso. Con esa idea en mente, Seung-hyun se dirigió hacia el muelle donde tomarían el barco. En realidad, era la primera vez que subía a uno.

"Nunca.... ni siquiera probé uno de esos botes de pedales... ¿Y ahora voy a navegar en esto?"

Tal vez, lo que más le interesaba no era tanto el paisaje, sino la experiencia de navegar en sí. Tan pronto como puso un pie en el barco y sintió el suave balanceo, algo extraño le recorrió el cuerpo, una mezcla de emoción y nerviosismo que le resultaba difícil de disimular.

Jae-Young, al notar la emoción evidente en Seung-hyun, dejó escapar una ligera sonrisa. "¿De verdad le emociona tanto esto?"

"Con esta energía, no sé si podrá siquiera fijarse en el paisaje."

El ambiente, sin embargo, no era del todo propicio para momentos íntimos. Había demasiada gente en el barco, y las voces emocionadas de los demás pasajeros llenaban el aire, creando un bullicio constante. Distintas lenguas se entremezclaban en una sinfonía desordenada de palabras; algunas reconocibles, otras completamente ajenas. Pero ni Seung-hyun ni Jae-Young parecían darse cuenta del ruido. Cada uno estaba absorto en su propia razón para ignorarlo: uno, emocionado por la experiencia, y el otro, disfrutando de ver esa emoción reflejada en el rostro del primero.

—¿No es hermoso? —preguntó Seung-hyun de repente, sumido en la contemplación, antes de girarse para recordar que Jae-Young estaba a su lado.

Una vez más, sus miradas se encontraron. "¿Por qué siempre terminamos haciendo contacto visual de esta manera?" Seung-hyun esbozó una sonrisa tímida, sintiéndose un poco incómodo.

—Sí. Es hermoso —respondió Jae-Young, sin mostrar la menor incomodidad, devolviendo una sonrisa perfecta.

En ese instante, la luz que se reflejaba en el agua iluminó el rostro de Jae-Young, permitiendo a Seung-hyun verlo con claridad.

Por un momento, Seung-hyun no pudo distinguir si Jae-Young se refería al paisaje nocturno del canal y la ciudad, o si estaba hablando de otra cosa completamente diferente. Incómodo ante la posibilidad de lo que esa mirada pudiera implicar, Seung-hyun apartó la vista rápidamente.

Desde el canal, la ciudad iluminada por faroles se mezclaba con la nieve acumulada, creando una atmósfera cálida y acogedora. Aunque sentía un leve mareo en el estómago por el balanceo del agua, la experiencia de navegar sobre el río resultaba extrañamente placentera.

Sin embargo, lo que más captaba la atención de Seung-hyun en ese momento no era el paisaje que se deslizaba lentamente ante sus ojos, sino alguien que parecía completamente ajeno a la vista, con la mirada fija únicamente en él.

—Si hemos venido hasta aquí, al menos deberíamos disfrutar de algo que no se pueda ver todos los días. ¿Por qué perder el tiempo mirando algo tan cotidiano? —dijo Seung-hyun sin girarse, inquieto por la intensidad evidente de esa mirada.

—Estoy mirando algo que no puedo ver todos los días —respondió Jae-Young con tono despreocupado.

Seung-hyun, desconcertado por el comentario, giró un poco la cabeza, solo para confirmar lo que ya sabía: los ojos de Jae-Young seguían clavados en él, sin intención de apartarse. "¿Qué es lo que dice que no puede ver todos los días?"

Me convertí en un villano con una enfermedad terminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora