Me convertí en un villano con una enfermedad terminal

Capítulo 20

—Si lo que quiere de mí... es mi cuerpo. Se lo daré.

«... ¿Te acostarías conmigo?»

«Sé que te gusto y ahora he decido vivir como quiero. No es como si fuera a morir durmiendo, así que ¿no está bien hacer algo así? En comparación con los demás, te ves mejor...»

Había dicho esas palabras. Aunque lo consideraba un poco embarazoso, Seung-hyun las había olvidado a propósito. Seung-hyun tocó ligeramente su frente.

—Me sorprendió un poco, pero... Si eso es lo que desea, ¿cómo podría negarme a su voluntad?

—"......"

De alguna manera, incluso olía bien, como si se hubiera duchado. Seok-hyung era un beta, así que no podía tener feromonas.

'Definitivamente fue mi sugerencia, pero... no estoy de humor en este momento.'

Seunghyun cerró la boca, sintiéndose un poco rígido mientras el momento en que dijo esas palabras volvía a él.

Seok-hyung podría dar su cuerpo si quisiera. Eso era mucha lealtad. Seung-hyun sacudió la compresa fría con los dedos y Seok-hyung, que había cogido una toalla sin decir nada, se la envolvió y la acercó a la mejilla de Seung-hyun.

—Probablemente no me encuentre tan necesario, lo sé. Podría buscar a otra persona si no soy yo. Pero ¿no sería mejor que fuera yo en lugar de un desconocido?

Esa otra persona, que ya había encontrado y que ya había pasado la noche con él antes de que pudiera hablar... No debería mencionarlo. Seung-hyun, sintiendo un frío que subía, tomó el paquete de hielo, lo sostuvo con su mano y se sentó en el sofá.

—Desde que me recogiste, he decidido que está bien ser tu perro... no, voy a ser tu perro.

—"......."

—Cosas como vivir sin correa... Nunca me lo han enseñado y nunca he pensado en ello.

—"El año que viene por estas fechas, de todas formas...."

Seung-hyun, que había hablado inconscientemente, se calló al ver a Seok-hyung con una cara que parecía que se le había caído el corazón. Él ya había aceptado esta realidad hasta cierto punto, pero Seok-hyung no.

—...Eso no es propio de usted, señor.

Seokhyung, que había estado mirando a Seunghyun durante un rato, frunció los labios. Claro, era otra persona. En lugar de dar una respuesta obvia, Seung-hyun habló.

—"Dicen que la gente cambia cuando le llega la hora de morir, así que supongo que es eso".

—No es de los que se rinden fácilmente, ¿verdad? Quiero decir, sé que no siempre le ha ido bien, pero nunca se rindió. Al contrario, cuanto peor iban las cosas, más se esforzaba.

—"......."

—Las oportunidades existen mientras aún tengas fuerza en la mano, incluso si los dedos están desgarrados, nunca te soltarás primero si queda un poco de fuerza en el puño.

Seok-hyung apretó el puño fuertemente mientras decía eso. Esas palabras fueron lo que le dijo a Seung-hyun el día que lo recogió, cuando aún estaba temblando.

Seok-hyung era un joven que cuidaba de su madre enferma. Aunque nació como beta, se esforzó más que nadie, ingresó a una buena universidad y, como creció con el apoyo de HJ, naturalmente consiguió un trabajo en la empresa.

Sin embargo, desafortunadamente, el puesto asignado a Seok-hyung era el de secretario menor en la oficina del presidente de la compañía. El puesto en sí no era malo, pero el problema era que era el departamento que servía como la oficina del confidente cercano del presidente.