Me convertí en un villano con una enfermedad terminal

Capítulo 35

Realmente no era necesario llegar a tanto. Seung-hyun había perdido el momento adecuado para rechazar la ayuda, a pesar de que ya se sentía algo incómodo.

―Oh, pero ¿podrás conducir hasta allí?

―"Realmente estoy bien. No es necesario que me ayudes tanto." 

Seung-hyun dijo con una cara despreocupada. El empleado del hombre ya había cargado todas las bolsas en el maletero. Eso era más que suficiente y aun así, el hombre seguía mostrando una cara llena de preocupación.

―Pero aún estás pálido. ¿Qué pasaría si tuvieras un accidente?

Aunque solo habían intercambiado disculpas por el anterior choque, el hombre parecía ser una persona muy amable. Sin embargo, ahora la situación se estaba volviendo un poco incómoda.

―"Realmente estoy bien. Me pondré bien pronto si tomo medicamentos. Además, no me gusta dejar mi coche en manos de otras personas."

―Ah, entiendo. Puede ser así.

El hombre asintió con la cabeza finalmente. Aunque también parecía pensar que se había excedido un poco, el hombre de repente mostró una cara apenada.

―Lo siento. Supongo que me sorprendió un poco. No es mi asunto, pero de alguna manera me preocupé demasiado.

―"No, está bien. Puede sorprender a cualquiera si pasa frente a ellos. Gracias por tu amabilidad."

Después de ser rechazado cortésmente, el hombre mostró una cara decepcionada y asintió con la cabeza. Seung-hyun ahogó el suspiro que casi se le escapa y finalmente arrancó el motor. Estaba un poco cansado, pero no era insoportable.

Después de todo, era una distancia que no tomaría más de 5 minutos. Si pensaba que no lo lograría, preferiría llamar a un servicio de taxi. No quería depender tanto de alguien que acababa de conocer.

―Aunque dijiste que estás bien... asegúrate de ir al hospital.

El hombre añadió otra palabra, preocupado por Seung-hyun hasta el final. Aunque era un poco incómodo, pensó que realmente era una buena persona.

***********

―"Ha."

Suspiro. Un rato después, Seung-hyun regresó a casa y se lanzó directamente sobre el sofá. Estaba cansado. A partir de ahora, parecía que realmente tendría que llevar calmantes en el bolsillo a todas partes.

La incertidumbre de cuándo y dónde llegaría el dolor era más inquietante de lo que pensaba. Lo sentía aún más ahora que era la segunda vez. 

―"Sólo lo olvidé una vez debido a la mudanza, pero es como si me persiguiera un fantasma." 

No solo se había quedado sin el medicamento recetado que tomaba todos los días como medida preventiva, sino que se dio cuenta de que los había perdido dos días después de llegar a su nueva casa. No había notado si los dejó caer mientras empacaba sus cosas o si simplemente no los llevó consigo.

Aunque pensó que estaría bien porque tenía una cita médica en dos días, decidió no tener pensamientos tan descuidados nuevamente gracias a esta experiencia. La última vez, tuvo la suerte de tener su medicación cerca, y hoy había mucha gente alrededor, pero no podía garantizar que esa suerte durará para siempre.

―"Aun así, al menos la persona a mi lado era una buena persona." 

Era un poco abrumador lo amable que era.