Los dedos de Chiara volaron por el piano. Cuanto más rápido terminara de ensayar, más tiempo tendría para su "cita" con Violeta esta noche. La inglesa iba a mostrarle a su mejor amiga cómo debía ser tratada, iba a asegurarse de que al final, la pelirroja supiera que Chiara sentía algo por ella.
¿Era el mejor plan? No. ¿Podría besar a la reportera? Sí. Y tan solo con imaginar sus labios, una sonrisa aparecía en su rostro. Pero Chiara no lo hacía por eso, lo hace por Violeta. Y si Violeta se merece algo, es ser conquistada por alguien que realmente se preocupe por ella.
Sacudió la cabeza y volvió a centrarse en Mozart. Justo cuando sus dedos empezaban a fluir por el teclado, una figura apareció de repente. Levantando la vista, Chiara puso los ojos en blanco al ver a una Salma de aspecto muy molesto frente a ella.
—Sé que estás fingiendo— se quejó.
Chiara volvió a poner los ojos en blanco, suspirando mientras se recostaba en su silla —¿Fingiendo qué?
—Tú y Violeta no estáis saliendo. —Salma resopló, con las manos apoyadas en las caderas.
—Creí haberte dicho que después de escuchar lo que le dijiste a Violeta, ya no somos amigas. Así que, a menos que vengas a mi oficina a hablar de trabajo, no quiero hablar contigo.
La pose de la morena vaciló ligeramente, pero siguió adelante de todos modos —¿De verdad vas a dejar que ponga palabras en mi boca? Ella podría haberte dicho cosas que yo nunca dije. ¿Y vas a creerle a ella antes que a mí?¡Nos conocemos desde hace mucho más tiempo!
—Ella me dijo, y me mostró, exactamente lo que le dijiste— gruñó Chiara —La ley dice que las conversaciones pueden ser grabadas si una persona lo sabe, y ella lo sabía. Así que escuché exactamente lo que le dijiste. Y aunque no lo hubiera grabado, le habría creído a ella. ¡Y me alegro de que me haya mostrado qué tipo de persona eres! ¡Nunca sería amiga de alguien tan vil como tú!
—¿Crees que un par de besos y coqueteos van a convencerme de que estáis juntas? Ella jamás estaría con alguien como tú por voluntad propia, es mucha mujer para ti. Déjate de juegos y deja que vuelva con alguien que pueda manejarla.— espetó la de Mijas.
El cristal bajo las puntas de los dedos de Chiara empezó a resquebrajarse de la fuerza que estaba aplicando en la mesa. —No tenemos que convencerte de nada. Lo creas o no, no pensamos en ti cuando estamos juntas.
—Chiara, escucha, cálm...— Salma dio un gran paso atrás al ver los ojos enfurecidos de la inglesa. Puede que se hubiera excedido.
—No, escúchame tú —Chiara gruñó—Por el respeto que tengo a nuestra pasada amistad no voy a hacer lo que quiero, y tan solo te echaré de aquí. A partir de este momento, si vas a hablar conmigo, será para hablar de trabajo, y sólo de trabajo. Violeta Hódar ya no es de tu incumbencia. Y si te veo cerca de mi novia, no dudaré en lanzarte por las escaleras y fingir que ha sido un tropiezo. Después de todo, ¿quién va a dudar de mi palabra?
—Llama a Violeta como quieras, Chiara— se burló mientras se retiraba rápidamente hacia la puerta de la oficina —Porque ambos sabemos que ella sólo ha salido con una persona en esta sala.
Dicho esto, huyó rápidamente de la oficina de la pelinegra, haciendo que algunos empleados la miraran de forma dudosa. Chiara se pasó las manos por los ojos, esperando a que el enrojecimiento se calmara mientras respiraba profundamente para tranquilizarse.
Miró el reloj de su ordenador. Era mediodía, si comía y trabajaba a la vez podría salir de allí en las próximas dos horas. Tendría que tener la canción ensayada ayer, pero pasar toda la semana pensando en cómo se malinterpretan las señales de la persona con la que se tiene una cita falsa obviamente le pasó factura. Pero ya no, las señales no fueron malinterpretadas; Chiara está completamente segura de que sus sentimientos son correspondidos.

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¿Me crees ahora? | kivi
Fanfiction-¿En qué puedo ayudarte, Salma? La morena sonrió tímidamente, agachando ligeramente la cabeza y metiendo las manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones. -Bien, iré al grano -dijo la de Mijas con una sonrisa-. Te quiero de vuelta. Los ojos d...