Estaban en mitad del camino de vuelta a casa cuando Violeta echó la cabeza hacia atrás con tanta fuerza que casi se disloca el cuello.
—¡Chiara! —Violeta jadeó—¡Tenemos que volver! Dejamos todas tus pertenencias en la playa.
Chiara, aún recuperándose de los movimientos bruscos de la pelirroja, tardó un momento en responder.
—¿Mis qué-... oh —Chiara se rio. —Voy a volver a por ellas después de dejarte.
—Pero podrían robarlo mientras estás fuera.
—No lo robarán, Vio —Chiara se rio.
—No lo sabes.
—Sí que lo sé.
—¿Qué, escribiste 'Propiedad de Chiara Oliver' por todos o algo así?
La inglesa no respondió, en su lugar, giró la cabeza mirando intensamente la carretera.
—Kiki, estarás bromeando, ¿verdad? —jadeó Violeta.
Chiara miró a la motrileña, mordiéndose el labio inferior.
—Maybeee... —respondió tímidamente.
—Dime que no pusiste tu dirección.
—Bueno, no mi dirección.
—¿Entonces?
—La de Ruslana.
Violeta puso los ojos en blanco.
Al llegar, la pelirroja abrió la puerta de su casa, seguida por la menorquina. Antes de que pudiera darse cuenta, estaba siendo cargada en unos brazos fuertes.
—Kiki. Tengo piernas. Soy perfectamente capaz de entrar en mi casa.
Chiara resopló mientras la reportera seguía retorciéndose, intentando zafarse del agarre de la inglesa.
—No —Chiara se rió mientras caminaba hacia el dormitorio de la chica —. Tengo que arroparte también.
—¿Perdón? —expresó Violeta, sonrojándose tanto que sintió que se le calentaban las puntas de las orejas.—¡Tengo veintitrés años!
Chiara continuó riendo, entrando directamente en el dormitorio de la chica y colocándola suavemente en la esquina de su cama de matrimonio. La pelinegra retiró los peluches y sacudió las almohadas antes de agarrar a Violeta y deslizarla entre las sábanas de seda. Chiara sonrió entonces, subiendo las mantas hasta el cuello de la pelirroja y depositando un suave beso en su frente.
Como si estuviera satisfecha con su trabajo, la ojiverde asintió y se sentó en el borde de la cama de su falsa novia.
—Ahora, antes de irme, ¿necesitas algo? - Dijo Chiara con una sonrisa de satisfacción.
Quítame las bragas.
—Ah n... no. Estoy bien —Violeta dijo tímidamente, estirando la mano para taparse la cara con las sábanas, ocultando efectivamente su rubor.
Chiara se rió y sacó una de las manos de Violeta de las sábanas.
—Quería preguntarte algo.
La reportera asintió, con los ojos muy abiertos.
—Adelante.
Chiara comenzó a acariciar los nudillos de la pelirroja, evitando el contacto visual continuó con su pregunta.
—Mañana organizo una cena con los ex-triunfitos, y me preguntaba si querías... Me refiero a que Salma estará y podemos restregarle en la cara lo falsamente felices que somos. Además, la última vez que no estuviste me destrozaron jugando al Jenga y no puedo permitir que eso vuelva a ocurrir, así que... Lo que quiero decir es, ¿vendrías como mi pareja?

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¿Me crees ahora? | kivi
Hayran Kurgu-¿En qué puedo ayudarte, Salma? La morena sonrió tímidamente, agachando ligeramente la cabeza y metiendo las manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones. -Bien, iré al grano -dijo la de Mijas con una sonrisa-. Te quiero de vuelta. Los ojos d...