Comando total -HIATUS-

Capítulo 40: De lo que he probado del deseo

Momentos antes del flex que lo cambió todo...

Ragdoll comenzó a reírse cuando el tipo llegó al podio nuevamente, atrayendo la atención del resto del equipo.

Solo la escucharon reírse así cuando descubrió el plan de otra persona.

"Kitty se ve un poco rígido, ¿no?" Ella se rió suavemente de nuevo, "casi como si tuviera un plan."

Toshiko miró a Inko, que estaba inquieta ligeramente cuando su hijo llegó al campo, claramente preocupada por su oponente actual. Su mano se movió encima de la suya, tratando de calmar a la inquietante madre, haciendo que los ojos de Inko hicieran clic lentamente en los de la mujer más alta. "Midoriya-san... Probablemente deberíamos haberte dicho esto antes, pero..."

Sabía que se estaba sonrojando ligeramente, incluso en su forma esquelética demacrada. "Mientras entrenaba a su hijo, nosotros... descubrimos algo..."

Podía sentir los ojos de Miruko en su espalda, claramente curiosa por lo que estaba hablando. Si el sonido ahora familiar de la formación de un glaciar era una indicación, ambos estaban a punto de ser iluminados.

A partir de hoy, ya no iba a ser un secreto de todos modos. "Tu hijo..."

El glaciar comenzó a filtrar luz verde.

"Tiene una peculiaridad."

Inko parpadeó, sin comprender completamente la realidad de la situación. Luego, el glaciar se agrietó, y las palabras de Toshiko la golpearon como si el trozo de glaciar golpeara el suelo. Sus ojos comenzaron a regar. "Él... Siempre supe que era especial, solo pensé que eso era justo lo que una buena madre pensaría..."

Miruko no se había movido desde que las palabras salieron de la boca de Toshiko. Sus ojos se volvieron lentamente hacia el glaciar destrozado por el fuerza de la naturaleza ese era Izuku.

Toshiko sonrió, abrazando a la mujer sollozando suavemente. "Tú son una buena madre."

Inko no pudo evitar abrazar y dejar escapar un sollozo feliz cuando el glaciar del tamaño de un edificio se hizo añicos.

Tienes que estar bromeando, tienes que estar bromeando...

Miruko saltó a la barandilla cuando el glaciar se rompió en pedazos, inclinándose hacia abajo para ver mejor el anillo.

Sus piernas se debilitaron mientras observaba la electricidad verde que producía bailando sobre su cuerpo, así como sus brillantes músculos de la espalda flexionándose y contorsionándose con su respiración dificultosa.

Se flexionó glaciar .

Se derrumbó de rodillas, con la cabeza apoyada contra los polos que mantenían la barandilla hacia arriba, los ojos todavía en la fuente de su angustia, y se atreve a admitirlo, excitación.

Maldición, Rumi, reúnete, no puedes ponerte cachondo frente a su madre.

Mientras los músculos de Izuku ondulaban a la luz del sol y brillaban con esfuerzo, temía tener dificultades para mantener sus nuevos sentimientos en secreto.

Izuku agradeció a los cielos que había logrado cerrar los ojos antes de que el glaciar lo encerrara; realmente no necesitaba saber cómo se sentían los globos oculares congelados.

Con la masa a su alrededor, disminuyó su eficiencia metabólica, al igual que lo había hecho el invierno pasado, su temperatura central aumentó rápidamente.

"Ya sabes ⁇ t ⁇ is ⁇ ⁇ co ⁇ u ⁇ lluxed ⁇ ⁇ cucho ⁇ ok y ⁇ o ⁇ u f ⁇ ro ⁇ m ⁇ the ins ⁇ id ⁇ e ⁇ ⁇ o ⁇ u ⁇ t ⁇ rig ⁇ h ⁇ t" Nana reprendió desde dentro de su cabeza otra vez.