Capítulo 2: Mía.

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—KANDOR PALACIO IMPERIAL —

-Esta es mi alcoba, ahora nuestra-

Lena es empujada al interior de la enorme alcoba decorada en su mayoría de negro con algunos toques rojizos. Todo es tan sombrío que siente ha entrado al infierno, y quizás lo sea. Mira con odio a Kara quien se quita la armadura y deja la espada en la mesa, ahora está vestida como en el lago y piensa que si hubiera sabido quien era, no habría hablado de más.

-Debes estar pensando que de haber sabido quien era, no habrías hablado demasiado, ¿Cierto? — Kara sonríe levemente, recargándose en la mesa — Y tu audaz mente pensaría en fingir que no posees tu perfecta inteligencia-

Lena no dice nada, simplemente la ignora y camina hacia el balcón. Es la primera vez que está en Kandor y podría disfrutar la vista sí no estuviera en estas circunstancias. Escucha los pasos firmes y fuertes de la rubia acercándose hasta que llega a su lado, mirando también la ciudad.

-Las doncellas vendrán a vestirte para la ceremonia de unión — Le dice sin mirarla, con las manos tras la espalda — Te recomiendo no hacer nada estúpido, porque ellas me sirven y no dudarán en delatarte-

-Apuesto a que has condicionado a base de miedo a todos aquí — Lena mira su perfil — Pero yo no soy como ellos, no podrás condicionarme porque no te tengo miedo-

-Lo sé — Kara responde con tranquilidad — No me temes, no todavía-

-Nunca lo haré — Kara la mira — Y no intentes amenazarme con mi familia, ellos ya no me importan-

-También lo sé — Intenta tocarla, y Lena la esquiva así que baja la mano — Entiendo el sentimiento — Mira de nuevo hacia la ciudad — Sólo toma un baño y permite que las doncellas te vistan para que terminemos con ese proceso rápido-

Kara se aleja a paso lento hasta salir de la alcoba, esta vez no activa el sistema de seguridad y Lena está tentada a huir, pero sabe que si da un paso afuera de la alcoba será rodeada por guardias, así que decide estar de acuerdo en que deben terminar con eso rápido, ya tendrá tiempo para planear su escape.

Después del baño, las doncellas llegan haciéndole reverencia y eso la hace sentir incómoda más no dice nada, sólo permite que le coloquen un vestido rojo y una tiara. Al verse en el espejo no se reconoce, a ella no le gustan los vestidos pues le quitan movilidad, y ahora está portando uno para ir a su funeral.

- ¿Pueden hablar? — Les pregunta y ellas asienten — Reformularé mi pregunta, ¿Tienen permitido hablarme? — Niegan — Sí, lo supuse — Suspira con pesar — Bien, he de suponer que me escoltarán hasta la joya de la unión-

Vuelven a asentir y caminan tras ella cuando sale de la alcoba. Los guardias rápidamente se acercan para escoltarla también hasta que llegan a la joya de la unión donde Kara ya se encuentra. Ella porta un atuendo negro elegante que suelen usar los emperadores, con los bordes dorados cambiados por el rojo sangre que también lleva su capa, su corona de cristal negro brillando levemente contrastando con ese cabello rubio diabólicamente brillante.

Los guardias la escoltan hasta que llega a su lado, Kara la mira con esos gélidos ojos azules y le tiende las manos para que las tome. Lena la mira fijamente con odio algunos segundos hasta que coloca sus manos sobre las de ella quien asiente levemente. La joya de la unión comienza a brillar y es el turno de Kara para hablar.

-Yo, La Emperatriz del imperio de Krypton, te tomo como esposa, Lena de la casa Thorul y desde este momento serás llamada como Su Majestad La Emperatriz, Lena Zor-El — Mon-El es quien le abre el cofre plateado donde están los brazaletes — Y con este brazalete como símbolo de unión, sello nuestras vidas como pareja hasta que los dioses de la muerte exijan nuestras vidas-

My Twisted EmpressDonde viven las historias. Descúbrelo ahora