Am I Crossed The Line?

Y te amare siempre

Claro que no estaba bien, tenía sentimientos encontrados que chocaban entre sí causando un dolor asfixiante que carcomía su pecho. Sentía felicidad, tristeza, amor, repulsión, un sin fin de cosas, que era difícil de explicarlo con palabras.

- Sí -. Respondió mostrando una expresión sería y su vez vacía. Heavy sabía bien que algo pasaba, era despistando pero no idiota, aunque realmente en ese momento no supo que más podía hacer por él, no podía insistir más pues ponerlo entre la espada y la pared solo desencadenaría aún más emociones negativas, así que tomó su mano y gentilmente soltó un 'te amo'.

Luego de un rato ambos comenzaron a vestirse y una vez acabaron, Dee respondió con un 'yo igual' para después tumbarse, dándole la espalda, en aquel suelo que aunque desagradable, era el único lugar donde ahora podría descansar, el pelirrojo se acercó, besó su mejilla dulcemente y lo cubrió con su chaqueta. Cuando Heavy por fin se quedó profundamente dormido, el otro por pudo llorar, llorar como nunca antes, no podía más con la situación, no podía más con todo, así que esa fría noche de otoño simplemente se dejó llevar...
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¿A qué extremo debes llegar para saber que has cruzado la línea?

Era evidente que no podías estar con él, pero aún así ninguno de los dos pudo parar.

¿Debías parar cuando comenzaste a pensar en él a cada momento?
¿Debías parar cuando tocaste su cabello rojizo con una ternura que no corresponde a la de un hermano?
¿Debías parar cuando sus labios se rozaron y pudiste sentir su respiración pesada?
¿Debías parar cuando lo besaste con la pasión de un ferviente amante?
¿Debías parar cuando al juntar sus cuerpos solo pudiste desear unirlos aún más, hasta mezclarse el uno con el otro?

Jamás supimos cuál era el límite, y jamás ibamos saberlo ahora, pues el acto perverso de amar a un hermano de esta manera enfermiza acabó en un colapsó que a ambos nos destrozó.
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Cuando los rayos de sol apenas se asomaban por aquel recinto, Heavy lentamente abrió los ojos para acostumbrarlos a la luz, giró la cabeza y se encontró con la cruda escena... Un charco de sangre casi seca, el pequeño cuchillo que ya conocía y el pálido cuerpo sin vida de aquel que una vez había sido su hermano. Un fuerte ataque de ansiedad lo paralizó por completo unos segundos, llevó sus manos temblorosas a su boca y la cubrió por completo, sentía como si se asfixiara paulatinamente, hasta que por fin pudo dejar salir unas pesadas lágrimas de rabia, tristeza y desesperación.

Pasaron las horas y a cada minuto su pesar se intensificaba hasta convertirse en un vacío casi abismal que pronto terminó por dejarlo sin nada más que dar, ya no había lágrimas, solo un silencio sepulcral; se recostó junto a Dee y lo miró una vez más, acarició su cabello y cerró los ojos de este con cuidado, su corazón quería creer que todo se trataba de un mal sueño, que su hermano estaba bien, que iba a despertar, que ambos volverían a casa, pero por desgracia eso no podía pasar, aún si suplicaba por ello, no podía.

Cuando al fin lo entendió, mordió sus labios con fuerza hasta que la sangre brotó y araño sus brazos hasta que su piel se puso roja. Lloró una última vez, y con el arma blanca de su hermano cortó vacilante las venas de sus brazos, se hecho para atrás, miró el techo erosionado un rato y a través de este vió las hojas de los árboles danzar sobre el tejado, moviéndose violentamente y golpeando una y otra vez, apretó los ojos con fuerza, soltó un último y débil suspiro y no volvió a abrirlos nunca más.

Puedo haber sido diferente, pudieron haber tomado una mejor decisión, pudieron huir lejos a dónde nadie los conociera, pero no lo hicieron, solo precipitaron el cierre del telón de la obra cruel escrita por el destino, estaba hecho. Seguro irían al puto infierno, aunque no podía ser un lugar tan terrible... no si permanecían juntos...