XXIX

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                  ♧Noticia Importante♧

Las clases finalizaban en una semana y cada vez diferentes emmociones albergaban a la joven pareja que hace unos días retomaron con su relación luego de descubrir que estar separados solo los lastimaba.

La felicidad la encontraban cuando sus cuerpos se volvían uno solo al estar abrazados. Sus corazones latían al compás y eso les gustaba.

Después de ese terrible episodio sus ánñimos bajaron en demasía, Gemini apenas prestaba atención suficientes a los maestros hasta que Fourth apareció con una hermosa sonrisa para iluminar todo el lugar.

Para fortuna del Omega la herida no fue profunda, no daño ningún órgano salvo que sí desgarró un poquito de piel que pudo cicatrizar a la perfección con ayuda de su Alfa, bueno, las lamidas que otorgaba.

Sin duda alguna nada podría salir peor justo ahora, cada día el amor florece en ellos y los miedos comienzan a dispararse luego de contarlos y llegar juntos a soluciones futuras.

— Te ves muy bonito. —manifiesta Gemini, cortando en trozos disparejos la verdura que su novio le encargó y de esa forma ayudaba con la comida.

Fourth gira con las mejillas ardiendo en vergüenza, soltando una pequeña risita y esbozando una sonrisa en su dirección.

El Alfa cree que puede enamorarse una y otra vez del bello Omega que está frente a él.

— No digas esas cosas. —masculla intentando regañar a su pareja— Mejor dedícate a picar o al menos a intentarlo.

Con los labios fruncidos se pone de pie luego de dejar cuidadosamente el cuchillo sobre la tabla. Dando cortos pasos se posiciona al costado de Fourth, mirando su perfil y cómo arruga su nariz al estar concentrado preparando el almuerzo para los dos.

Es sábado y acordaron en ir a casa del Alfa porque el Omega necesita hablar de un tema muy importante con él.

— ¿Cómo está Mark? ¿Sigue evadiendo a Ohm?

Fourth suelta un suspiro, relajando sus hombros al sentir las manos de su Alfa en ello, madajando suave para quitar toda la tensión acumulada.

Hasta el presente Mark continúa ignorando a su pareja destinada, incluso terminó con su prometida porque ya no sale de casa. Toda su vida creyó que una bella Omega esperaría por él, pero cuando descubrió que era un hombre y peor aún, otro Alfa, su mundo se vino abajo.

— Intento ayudar. —susurra triste, moviendo la cabeza hacia atrás para apoyarse en Gemini— Pero ninguno de los dos quiere escucharme.

— No está en tu jurisdicción hacerlo, cariño.

— Es que me duele ver así a mi hermano.

Gemini todavía recuerda la vez que encontró a Fourth con el ceño fruncido mientras movía sus deditos de una forma extraña, la punta de su lengua pasaba reiteradas veces por su labio y vagos suspiros de frustración se escapaban.

Cuando Ohm, el Alfa de su hermano, intento comunicarse con ellos era inútil, ninguno entendía al lenguaje de señas, por tanto, no podían mantener una conversación fluida. Sin embargo, el Omega cada tarde se ponía a practicar y persuadir a Mark para que le acompañe, pero solamente recibía un portazo en la cara.

— Son adultos, tomarán la mejor decisión para ambos aun cuando saben cuál es su destino. —murmura Gemini, rodeando el cuerpo de su pequeño Omega y recargando su mentón encima de su cabeza— Tú eres quien más se esfuerza, pero esa relación no es tuya ni mía, es de ellos.

Gemini vuelve a su lado de picar los vegetales para que sean puestos en el guiso que preparaba Fourth. Disfrutaba pasar tiempo en la cocina siempre y cuando sea en compañía de su Omega. Además, no hay adultos en casa y eso hace que el ambiente sea más relajado y grato para sus lobitos.

Entre bromas disfrutaban del almuerzo, preguntando acerca de sus trajes que usarán en unos días por la graduación y a dónde irán para celebrar. Saben que la escuela organiza una fiesta especial, pero ninguno de los dos tienen ganas de asistir sabiendo que el director no fue revocado de su puesto a pesar de todas las quejas que salieron a la luz. De todas formas, sintieron alivio cuando Tham fue expulsado.

— ¿Y si hacemos una reservación?

— No, mis padres ya hicieron una —informa el más bajo mientras guarda el servicio utilizado.

— Uhm. ¿Entonces?

— ¿Te molestaría si hacemos un picnic bajo la luz de la luna en nuestro lugar especial?

El más alto niega, dejando la escoba en su sitio y llegando hasta su Omega para sostenerlo por la cintura y hacer que rodee su cuerpo con ambas piernas, teniendo mucho cuidado para no caiga.

— Eso suena a algo tan nuestro. Me encanta.

— Bueno, sería después de la cena con mis padres.

— ¿Tu madre ya me quiere?

El Omega hace una mueca, cerrando la puerta del cuarto para después volver a aferrarse al cuello de su Alfa y aspirar hondo su aroma, sonriendo mientras besa ambas mejillas.

— Sobre eso podemos hablar después. Hay una noticia que debo darte.

Gemini suspira llegando hasta la cama y sentándose en ella, manteniendo en todo momento a su Omega sobre su cuerpo. Le gusta tenerlo e tre sus brazos, porque para él ese es un buen lugar para proteger a Fourth.

Antes que más bajo diga algo lo sostiene por la nuca y junta sus labios, acariciando despacio la suavidad de su piel humectada, tocando de manera sutil la lengua contraria, pero sin tener otras intenciones. Sus ojos permanecen cerradas al sonreír cuando Fourth lo hace.

— Quiero cachorros.

Gemini se aleja mirándolo anonadado, pero no quita el agarre que tiene sobre el cuerpo pequeño. Infinitas cosas pasaban por su cabeza, pero ninguna de ellas siquiera se acercaba a eso. Su lobito está más que contento dando vueltas dentro de él y su Alfa lo siente como algo correcto.

¿Será ya el momento para su propia familia?

— Omega...

— Ya vamos a cum plir la mayoría de edad, y aunque por ahora las nupcias no sean una propiedad sí quisiera pasar cada tarde observando mi pancita con nuestros cachorros.

Gemini vuelve a hacer una mueca.

No miente al decir que también sueña con cachorros tan suyos y de Fourth en sus brazos, pero después de todo lo ocurrido no sabe si sea buena idea apresurar las cosas. Sumando a ello la mala relación que lleva con su suegra. Así que una aprobación por parte de Ann es algo que duda obtener.

Cuando espabila esos pensamientos olfatea la tristeza de su Omega, notando cómo se baja de su cuerpo con la cabeza gacha y sus manitos convertidas en puños por la frustración que siente.

— Perdón, creo que no debí decirlo.

El Alfa niega, sosteniendo su mano para que lo mire, una vez que consigue su atención, le sonríe.

— Debemos dar una noticia importante a nuestros padres.

Los ojosdde Fourth se llenan de ilusión, una amplia sonrisa se dibuja en su rostro y de manera torpe sube al cuerpo ajeno, abrazándolo y llorando en su hombro.

En bajos susurros agradece a su Alffa por haber aceptado su propuesta, imaginando ya su pancita grande y los besitos que Gemini dejará sobre su piel. Sin duda alguna cada vez la vida comienza a sonnreír para la pareja.

— ¿Quieres intentarlo en mi celo? Falta poco. —avisa Gemini, limpiando con sus pulgares las lágrimas que siguen escapando de los ojitos de su Omega.

— Quiero. —accede sintiendo una alegría desconocida crecer en su corazón.

— No te sientes mal si no se logra la primera vez, se volverá a intentar cuando tú entres en celo porque ahí se tienen más probabilidades.

— No me interesa si tardamos, solamente quiero que ya no haya ninguna barrera entre los dos para poder tener a nuestros cachorros. —habla lento, expulsando feromonas más dulces que llegan a cautivar a su Alfa— Te amo mucho.

— Te amo como no tienes idea, precioso Omega.

Omega Celoso   [GeminiFourth]   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora