20

724 57 59
                                    

{ Recuerdos }

Narrador omnisciente.

En el Claro, hace 2 años.

Thomas – 16 años.
Newt – 18 años.

Buenos días a vosotros también.

Chuck ahogó una risa cuando escuchó la voz de Alby cerca de ellos, mojando el pan en la yema del huevo. Minho había rodado los ojos con fastidio y sueño notable.

Winston, Zart y Chuck miraron a Newt al momento en el que Alby hizo una mueca al mirar a su Segundo al mando: El chico estaba decaído en el merendero, su cabeza apoyada contra la mesa, sus ojos cerrados por el sueño, casi babeando en la madera.

—¿Lo despertamos, jefe? —habló Minho con sorna, mirando a Newt divertido.

Alby solo se encogió de hombros y no le dio más importancia. Minho rió divertido mientras miraba cómo Newt se quejaba levemente ante el dedo insistente de Chuck en su mejilla; buscando fastidiarlo.

—Chuck, te voy a matar —Newt arrastró las palabras, aún sin abrir los ojos, pero estando consciente ahora.

Una risa divertida de Minho se hizo más audible, haciendo que Newt le diera una patada debajo de la mesa. Extrañamente, le había dado justo al asiático y por suerte no a Winston.

—¡Oye! —se quejó el chico, tocándose la espinilla por el golpe—. Serás animal.

Newt no le prestó atención, solo intentó volver a dormir, pero estaban molestándolo de nuevo.

—¿Qué pasa?

En cuanto Newt escuchó esa voz, su cabeza se despegó de la madera de la mesa y miró hacia el frente: Thomas había llegado por fin a desayunar, y parecía mirarlos bastante confundido.

—Tommy —lo llamó de inmediato, casi sollozando a propósito.

El castaño no tardó en preocuparse.

—¿Qué ha pasado? —el corredor preguntó, viéndolo casi llorando, acercándose ahora—. ¿Minho?

El nombrado se atragantó con la comida: —¿Por qué supones que he sido yo? —casi exclamó, mirándolo incrédulo.

Newt ya estaba sonriendo orgulloso cuando Thomas no lo miraba.

—Me han despertado y se está riendo de mi —el rubio dijo, estirando las manos hacia el castaño, que miró mal a Minho.

Thomas cogió sus manos, sentándose a su lado. Newt se giró hacia él, subiendo las piernas al regazo del castaño; que no tardó en colocarlas bien y enrollar sus manos para mantenerlas en ese lugar.

—¿Cuantas veces te he dicho que no le molestes? —Thomas le habló a Minho, que rodó los ojos.

Newt sonrió cuando Minho le miró. Después le ignoró y apoyó una mano en la mejilla de Thomas, llamando su atención. Giró levemente su rostro, presionando suavemente sus labios con los del castaño. Newt no tardó en sentir la sonrisa de Thomas en medio del beso; escuchando el quejido de Minho y la risa de Winston y Chuck.

You belong to meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora