Capitulo 6

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—Entonces.. ¿No paso nada?¿Mamá no intento asesinar te?

Heavy se inclino hacia el frente apoyando sus manos en el borde de la cama, intentando observar a él adolescente a su lado. Por algún motivo que desconocía, Dee parecía realmente entretenido observando el suelo con demasiado detenimiento, acción que ponía nervioso a él más bajo.

Trago un poco de saliva alzando una de sus manos a la altura de su boca produciendo un sonido desde su garganta. Heavy espero unos segundos, esperanzado en que los hermosos ojos de Dee se centraran en él ante el llamado indiscreto, aunque no sucedió realmente algo nuevo. Él chico gruñó empezando a desesperarse.

—¡Oye Dee! —Heavy invadió el preciado espacio personal del contrario. Acercó una de sus manos y pincho la mejilla del chico esperando alguna reacción o maldición por parte de el adolescente. De nuevo nada llego, parecía realmente ensimismado—Dee ¡ya me estas asustando! ¡Despierta!

Sin más remedio, él pelirrojo apoyo sus manos en los hombros del chico más alto empezando a mover lo bruscamente de atrás hacia adelante convirtiendo a Dee en un péndulo humano. Sus cabellos claramente empezaron a caer por el rostro del perdido chico y su coleta a fallar, haciendo que el amarre en este se deslizara por sus doradas fibras hasta soltarlo completamente de su atadura. Heavy se detuvo apenas los largos y ondulados cabellos de Dee cubrieron su rostro, escuchando como una tetrica y casi psicópata risa dominó todo el ambiente silencioso.

Algo en el interior de él pelirrojo tembló ante el sonido producido por el mayor. Aparto sus manos instintivamente de los hombros del más alto, dando a la par un paso hacia atrás. Estaba aterrado.

—Con que eso es lo que ocultabas..

—¿Quien? ¿Que? ¿Dee ya te volviste loco?.

Heavy se inclino hacia adelante cortando la distancia entre sus cuerpos y por ende mezclando algunos mechones de su cabello con el hermoso y esponjoso cabello rubio de él pecoso. El corazón de Heavy empezó a latir con aun más rapidez, siendo sus mejillas teñirse por un suave tono rosa.

—¿De que demonios hablas?—Por fin aquellos iris color cielo se centraron en Heavy provocando le un mini infarto por lo repentino que habían sido. Una medio sonrisa se formó en los labios del menor sintiendo nuevamente como pequeñas mariposas revoloteaban sin control en el interior de su estómago —¿Tu madre no te ha comentado nada?.

Heavy tuvo que obligarse a despertar de su mente y la pequeña neblina que se instaló en su mirada. En su defensa tener tan cerca a él mayor había hecho estragos en su mente y corazón dejándolo más tonto que de costumbre. Él chico tuvo que agitar su cabeza y desviar la mirada para poder tener un poco de control sobre su cuerpo, se dejó caer hacia atrás sobre una pila de camisas y pantalones sucios que había dejado en el suelo.

Mierda, tenía a Dee en su habitación, ¿se podía soñar algo mejor?

—Si me dices de que demonios estas hablando tal vez pueda darte una respuesta —Se quejo el pequeño chico. Sus labios se fruncieron al juntarse intentando ocultar la sonrisa que quería escapar de ellos —además, debería ser yo el que pregunte. ¿Que tanto hablabas con mamá? No pude escuchar bien.

Dee paso lentamente una de sus manos por su frente tirando algunos mechones hacia atrás al estos cruzar por su rostro y estorbar le. Claramente la sonrisa en sus labios demostraba cierta superioridad haciendo a él pecoso un poco más atractivo de lo que ya era en realidad. Heavy tuvo que recordar como respirar en varios momentos, justo cuando sus esmeralda cruzaban con los perfectamente delineados ojos del rubio.

—Eres un jodido entrometido. Una pequeña rata escurridiza. ¿Acaso eso es lo que siempre haces? ¿Espiar a las personas? ¿No sientes vergüenza?

—¡Claro que no las espio! —Heavy se indigno corrigiendo su postura al alzar su pecho y quedar frente a él adolescente —¡lo del callejón fue un imprevisto solamente! ¡No te estaba espiando!

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