capitulo 3

11 4 2
                                    


Julian

Escucho atentamente a la señora con la cabeza gacha señalando respeto, odio esto, odio rebajarme  pero es lo que me da de comer todas las noches.

- Haz entendido lo que te dije?! Si veo un solo error te hecho a la calle como te mereces

-si señora- asiento como una mini reverencia - permiso para retirarme mi señora

- concedido

Caminando lentamente me dirijo a lo que podría ser llamado "mis aposentos", un pequeño y destartalado cuarto mayormente de madera vieja, inicialmente supongo que aquí guardaban toda la chatarra, pero cuando necesitaron un esclavo tome este lugar. Camino descalzo y me arrodillo quitando una tabla de madera. Mi escondite secreto, aquí guardo mi cuaderno de dibujo, a la señora no le gusta que me distraiga de las labores pero de vez en cuando me gusta jugar a qué soy un artista.
Salgo de la casa hacia el bosque, respiro hondo y me siento vivo, el bosque siempre se ha sentido como mi hogar, siento las hebras de cesped entre mis pies magullados y la brisa fresca de la primavera.

Llegó al lago y veo mi reflejo en el agua, las bolsas debajo de mis ojos denotan mi cansancio, últimamente los señores me han puesto a trabajar arduamente sin descansar, no duermo más de 4 horas seguidas hace semanas. Mis ojos celestes brillan en el agua, y mis pecas son casi invisibles bajo la fina capa de mugre que tengo sobre el rostro, muevo mí cabeza hacia los lados fijándose en el reflejo mis mejillas, aún rojas y rasguñadas desde la noche de ayer. No fue una buena noche para mí ni para el señor, cuando mí trabajo deja que desear me golpea hasta que se cansa. Pero ya estoy acostumbrado, podría ser peor.
Mí cabello castaño y enrulado se nota sucio y despeinado, casi llega hasta los hombros ya, ha pasado tiempo desde que lo he cortado.

Me incorporo tomando mí morral descosido y recorro el bosque, junto moras y margaritas, podría hacer algo bonito con esto.
Corro hacia la casa y veo las luces prendidas, probablemente ya haya llegado el señor, me meto a hurtadillas y rápidamente guardo todo antes que alguien me vea pero antes de terminar de colocar la tabla de madera escucho el portazo detrás mio y siento su presencia.

- Eh! Escoria - se acerca por detrás y me tira del pelo jalandome hacia atras- Que estás haciendo pedazo de mierda?, holgazaneando en vez de hacer tus labores?- se ríe y me suelta tirándome al suelo- NO TE BASTO CON LO DE AYER ACASO?

-R-ruego me perdone señor, iré a trabajar ahora mismo, lo juro - digo con la cabeza gacha

-Parece que tengo que darte una lección más dura- tira de mí cabello arrastrándome, llevándome hacía un cuarto- vamos a ver si aprendes ahora escoria

Corona De Tierra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora