—Como quieras, pero yo que tú lo haría rápido antes de que te lo haga yo —le dije, tratando de soltarme de sus brazos.—Hablaré con ustedes más tarde, y no será de nada bueno —dijo antes de salir del lugar, llevándome con él.
—¿A dónde me llevas? —pregunté, agitada por lo ocurrido.
Hiker me llevó a través de un pasillo oscuro, apenas iluminado por candelabros antiguos cuyas llamas parecían bailar en la penumbra. Cada paso resonaba en las paredes de piedra, haciendo que el eco de nuestros pasos pareciera un susurro inquietante. Mi corazón latía con fuerza, pero intenté mantener la calma y mostrar valentía ante él.
Finalmente, llegamos a una gran puerta de hierro. Hiker la abrió con un movimiento brusco, revelando una sala majestuosa, decorada con tapices rojos y dorados, y muebles tallados con detalles de cristal. En el centro, había una mesa larga, sobre la cual reposaban documentos y artefactos que parecían antiguos y poderosos.
—Este será tu nuevo hogar —dijo Hiker, con una sonrisa fría—. Aquí aprenderás tus nuevas responsabilidades.
—¿Responsabilidades? —pregunté, con el ceño fruncido—. ¿Qué clase de responsabilidades?
Hiker se acercó, su presencia imponente llenando el espacio entre nosotros. Me miró a los ojos con intensidad.
—Serás mi consejera —dijo, su voz resonando con autoridad—. Necesito a alguien que vea las cosas desde una perspectiva diferente. Y tú, humana, tienes una forma de pensar que puede ser útil.
—¿Consejera? —repetí, incrédula—. No sé nada sobre tu mundo ni tus asuntos.
—Lo aprenderás —respondió Hiker, sin dejar espacio para la duda—. Y si cumples bien tu papel, te devolveré a tu hogar. Esa es la promesa.
Me quedé en silencio, tratando de procesar la situación. Ser consejera de un dios demoníaco no era algo que hubiera imaginado jamás, pero no tenía muchas opciones. Tenía que jugar el juego si quería tener alguna oportunidad de regresar a casa.
—Está bien —dije finalmente—. Haré lo que me pides, pero debes cumplir tu promesa.
Hiker asintió, satisfecho.
—Muy bien. Comencemos entonces —dijo, señalando los documentos sobre la mesa—. Estas son algunas de las cuestiones que necesito resolver. Léelos y dame tu opinión.
Tomé los documentos, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. No entendía mucho de lo que decían, pero sabía que debía intentarlo. Me senté y comencé a leer, mientras Hiker me observaba atentamente.
Caelum
Mientras tanto, en el reino celestial, Deneb estaba reunido con su madre y su prometida Shiake. La preocupación en sus rostros era evidente, y la tensión llenaba el aire.
—Deneb, no podemos permitir que esto continúe, esto te puede traer graves consecuencias —dijo Shiake, con firmeza—. Debemos encontrar a esa humana y traerla de vuelta antes de que sea demasiado tarde.
—Lo sé —respondió Deneb, su voz cargada de determinación—. Pero necesitamos más información. Madre, ¿tienes alguna idea de dónde podría estar?
La reina suspiró, preocupada.
—No estoy segura, hijo. Pero si Hela ha desaparecido, debemos considerar todas las posibilidades. Tal vez alguien del mundo demoníaco la ha tomado.
Deneb frunció el ceño.
—Si eso es cierto, debemos actuar rápidamente. No podemos permitir que Hyker o cualquier otro demonio la tenga en su poder. Shiake, organiza un grupo de búsqueda. Debemos ir al mundo demoníaco y traerla de vuelta.

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Houlihan: Entre dos mundos
عاطفية¿Qué harías si tu corazón se dividiera entre el Cielo y el Infierno? Hela es una joven común hasta que su vida se complica al ser cortejada por dos seres extraordinarios: Deneb, un ángel sereno que ofrece amor puro y protección, y Hyker, un demonio...