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Llegaba un punto que ya parecía que no había retorno a nuestros años de gloria.

El partido había empezado bien; Ganamos el primer cuarto y el segundo, sin embargo, en la segunda mitad se nos empezó a ir de las manos y lo que empezó muy bien, empezó a ir en declive. Veía borroso del estrés y me estaba saliendo la vena más agresiva, frenando ligeramente mi coherencia sobre la cancha. Apenas había empezado el tercer cuarto el árbitro me pitó antideportiva por cometer una falta antes del saque.

"Ponte las pilas Juanjo." Me chilló el entrenador desde los banquillos. Sentía las palmas de mis manos completamente sudadas, ni siquiera por el ejercicio que estaba haciendo sino por la ansiedad que llevaba acumulando tanto tiempo.

Ni cinco minutos después de la falta antideportiva tropecé y me caí al suelo delante de la persona que portaba el balón. Fue totalmente sin querer, no obstante, se vió como si yo me hubiese tirado queriendo. Cuando el árbitro me pitó técnica, mi vista se nubló.

Me echaban del partido.
Entre vitoreos, fui escoltado hasta la zona de vestuarios, donde ya me estaba esperando Martin.

"Joder Juanjo, no entiendo qué cojones te pasa estos días. ¡Una técnica y otra antideportiva! Tu juego siempre ha destacado por la limpieza. Te tienes que esforzar más, por el bien de tu equipo, te lo digo de verdad." Martin cogió mi cara con la mano, aunque yo esquivaba la mirada cada vez que podía. "Hay algo que te está pasando que te impide jugar como siempre, este no es el Juanjo que yo conozco." Dijo, con un tono que me irritaba hasta las entrañas.

La ira revivió dentro de mí.

"El Juanjo que tú conocías murió hace mucho tiempo, así que no me vengas con este discurso porque no me conoces." Salté.

"Tú dices eso, pero yo lo veo todos los días en el cariño y la pasión que le pones a las cosas, así que, en el fondo, sigues siendo el mismo. Que te joda el hecho de que te conozca muchísimo mejor que tus amigos es una cosa completamente diferente."

"Mira Martin es que yo sé que la he cagado muchísimo, ¿vale? Soy perfectamente consciente de todo lo que hago mal, así que deja de señalarlo porque ya lo sé." Respondí cortante, tratando de conseguir que lo entendiese de una vez.

"Te lo digo porque me importas Juanjo."

"Hostia, es que siempre es lo mismo contigo. Te repites como un loro "me importas" o  "te lo digo por tu bien". Luego que si huyo de mis problemas y no sé plantarles cara, lo cual es especialmente gracioso porque tú tienes una gran culpa de eso. Siempre me dices cosas súper hirientes y luego nunca me pides perdón, siempre soy yo el que vuelve. Estoy hasta los cojones, Martin, así de claro." Dije haciendo un ultimátum.

"Mira Juanjo, yo sé que no te estoy tratando como debería, ¿vale? Siempre proyecto mis inseguridades en ti. Obviamente eres muchísimo mejor capitán que yo, desde el principio. Vales para esto. Es precisamente por eso que no quiero que te hundas. Quiero que siempre busques mejorar y no te quedes estancado. No sé qué más decirte, siempre has sido muchísimo mejor persona que yo. Sé que no es una justificación pero te digo todo esto porque sé de corazón que puedes hacerlo mejor. "

"Sigues siendo tan cabezota como siempre. Te sigues repitiendo esa mierda una y otra vez, Martin. No te valoras nada. Eres un capitán excelente, tu equipo te quiere y estás teniendo buenos resultados, así que deja de una vez de tirar por tierra todo lo que haces bien, porque te lo digo, haces bien muchísimas cosas. Y tienes algo que yo no tengo, y es que el fútbol nace de ti. Nadie te ha tenido que meter a la fuerza, tienes vocación. Ahora, tratarme fatal y decirme todo lo que he hecho mal no va a servir para nada más que para estresarme más, así que cambia el chip."

De un momento a otro, Martin empezó a llorar, lo cual me alarmó, pues no era usual en él hacerlo últimamente. Me salió natural rodearle entre mis brazos.
Desde pequeño siempre había tenido el rol de protector, y lo pasaba mal viendo a gente que quería sufriendo.

"Desde que rompimos todo es una puta mierda. Y no porque dejásemos de ser novios sino porque perdí a mi mejor amigo. Esa fue la parte más insoportable. Nunca nadie me ha entendido como tú ni me ha querido como tú." Dijo entrecortadamente en el hueco de mi cuello.

"Tampoco ha sido un camino de rosas para mí." Susurré.

Nos quedamos en silencio, porque en el fondo, no hacía falta hablar. Todas las cartas estaban sobre la mesa.

-Flashback, hace 1 año y medio aproximadamente.-

"Martin, ¿Puedes dejar de ser un puto celoso durante cinco minutos de tu vida?" Le enfrenté en los vestuarios.

"No sé, ¿Puedes decirle a ese pavo que pare de tirarte los tejos delante mía? Ah, espera, no, que te niegas a decirle a nadie que llevamos saliendo cuatro años, casi parece que te avergüenzas de mí y todo." Me respondió sin mirarme a la cara.

"¿Eso crees?" Respondí molesto.

"No sé, tú dirás." Me reprendió.

"Esto está pactado entre tú y yo desde el primer momento."

"No perdona, que yo sepa en un pacto tienen que estar de acuerdo las dos partes, Juanjo."

"Mira se acabó, si tan mal estás conmigo lo mejor será romper. Llevamos así un par de meses y está claro que es insostenible, ya no funcionamos como antes."

"¿De verdad quieres romper? Así por las buenas, después de cuatro años por una tontería que se habría solucionado literalmente hablando." Preguntó al borde del llanto.

" ¡Y yo que sé Martin!"

" Siempre que intento hablar contigo te cierras en banda, necesito saber qué te pasa por favor." Rogó Martin.

" Que no, que se acabó. Ya está." Respondí estresado.

"¿Entonces qué?" Preguntó Martin, queriendo una confirmación explícita de mi parte.

"Borrón y cuenta nueva. Ya no te tienes que preocupar por quién me tira la caña o me la deja de tirar."

"Nunca creí que fueses a ser tan cobarde y menos aún tan frívolo. Esta no es la persona de la que me enamoré."

"Por suerte para ti ya puedes dejar de fingir que me quieres." Le reprendí, tratando de ocultar lo rota que estaba mi voz.

"Parece que estás jugando contra ti mismo a ver quién dice la gilipollez más grande. ¿Dejar de fingir que te quiero? ¿Me estás jodiendo?" Chilló. "Yo me voy de aquí porque como tenga que seguir oyendo estas cosas me voy a arrancar las orejas. De igual manera espero que todo lo que estás diciendo nazca del rencor y que no creas genuinamente que no te quiero. Es que más equivocado no podrías estar." Dicho eso, salió rápidamente del vestuario, dejándome en shock. Una lágrima empezó a descender por mi mejilla cuando analicé lo que acababa de pasar, y fue seguida de muchas más.

-Fin del flashback, vuelta a la actualidad-

"Juanjo que habéis ganado!" Un animador entró en el vestuario para informarme. ¡Habéis remontado en el último cuarto!"

Martin me miró sorprendido y sonriente, todavía quitándose los rastros de lágrimas secas de la cara .

Cuando el animador se fue, Martin se acercó a mi oído y me susurró como si de un secreto se tratase "Que esto te sirva para motivarte. Una racha mala la tiene cualquiera, pero es la unión la que hace la fuerza."

illicit affairsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora