"Después del partido del otro día no podemos daros la cantidad que exigís." El coordinador deportivo anunció, mientras alineaba un montón de papeles para no darme la noticia mirándome a los ojos.
"¿Qué? ¿No nos vais a dar dinero por un mal partido? Llevamos una racha de victorias bastante buena, no entiendo." Respondí frustrado.
"Sé que es frustrante pero la gente está dejando de ir a los partidos de baloncesto. Tiene más lógica que este dinero se destine al club de fútbol."
Miré a Martin, cuya mirada estaba perdida al otro lado de la mesa. Podía ver a los capitanes de otros equipos con la boca abierta; sabía que estaba apoyado. Y a pesar de eso, de la única persona de la que me importaba sentirme apoyado era de Martin.
El chico me devolvió la mirada con lástima y con las palabras casi calculadas, en voz baja, dijo "No es justo."
"La vida no es justa chicos, yo sólo saco la mayor rentabilidad a todo esto." Dijo incómodo el coordinador.
"Igual la gente no va a los partidos de baloncesto porque los estáis invisibilizando. Ni una noticia de que jugamos, cero apoyo, cero inversión en material y uniformes." Dije yo, cansado, enumerando cosas que llevaban preocupando a mi equipo desde principio de temporada.
"No es culpa nuestra que se haya quedado anticuado para esta universidad. Tenemos mucho calibre, y a pesar de que el baloncesto sea uno de los deportes más consumidos, apenas hay afición detrás de vuestro equipo." Notaba cierto tono de burla en su voz que sólo alimentaba mi fuego interior, sin embargo decidí respirar hondo y ser lo más civilizado posible.
Tragué saliva, sabiendo que todo lo que contestase iba a ir en mi contra, por lo que cogí mis cosas y me levanté.
"Si no se me va a valorar ni a tener en cuenta el equipo, mi trabajo aquí ha terminado. Me voy a centrar en el deporte, que es justo eso lo que tenemos que defender y que le den a vuestra financiación. No me puedo creer que no nos queráis dar dinero ni para comprar pelotas nuevas." Finalicé, dirigiéndome hacia la puerta ante las miradas de orgullo de mis compañeros capitanes.
Después de eso mis recuerdos fueron bastante borrosos, pues salí corriendo del aula y me fui a la cancha de baloncesto.
Un par de horas más tarde decidí finalmente ir a la casa de Martin, no sabiendo muy bien qué esperarme. Formaba parte de mi naturaleza ser ligeramente rencoroso, y el hecho de que me hubiese defendido de manera tan mínima me hacía sentir bastante herido. Él era a el único al que harían caso, y había decidido callarse.
Cuando toqué al timbre, fui recibido por Martin con el pelo en cien direcciones y húmedo.
"Lo siento, creía que ibas a llegar más tarde.""No pasa nada, puedo esperar lo que sea." Le aseguré.
Me cogió del antebrazo y me arrastró adentro, dándome un beso en cuanto la puerta estuvo cerrada.
"Ya sabes dónde está mi habitación. Ahora acudiré."
Pocas eran las veces en las que había estado solo en su habitación, por lo que no había podido inspeccionarla en profundidad. Todo lo que tenía era bastante común; algún póster, fotografías y trofeos dispuestos en fila.
Me paré delante del corcho que tenía al lado de su escritorio. Había pinchados trozos de revista que hablaban del equipo de fútbol y entradas a partidos importantes, sin embargo, lo que más llamaba la atención, era la polaroid que tenía colgada en uno de los extremos. Era una foto nuestra. La rocé con la yema de mi dedo índice, como si de algo frágil se tratase.
"No fui capaz de quitarla cuando rompimos." Martin susurró suavemente a mis espaldas. Me dí la vuelta, cauteloso, para encontrarme cara a cara con sus facciones alicaídas.
Le miré a los ojos, casi con vergüenza, sintiéndome realmente pequeño. Exhalé todo el aire de mis pulmones, derrotado y lentamente saqué la cartera de mi mochila, abriéndola ante su mirada confusa.
"Yo también la guardo." Susurré, revelandola.
Los ojos de Martin empezaron a tornarse acuosos y sentí que los míos iban por el mismo camino.
"Ese día le dije a mi madre que creía que eras el amor de mi vida." Intervino, inesperadamente. "Estaba en la mierda. Fue uno y de los partidos más importantes de la temporada y me dejaron en banquillo. Estuve llorando sin parar toda la tarde hasta que aparecistes en mi casa y me dijiste "Que les jodan si no saben apreciar tú talento, confío en tí y sé que llegarás muy lejos." No es ningún misterio que yo no tenía ningún tipo de autoestima en ese momento y cuando me dijiste eso, mi primera reacción fue besarte. Y luego me correspondiste. Y por un segundo pensé,"hoy no he perdido"".
"¿Cambiarías algo de lo que pasó?" Pregunté sin saber cómo actuar.
"¿Que si cambiaría algo de lo que pasó en uno de los días más especiales de mi vida? Jamás. Lo haría mil veces más, aún sabiendo cómo iba a terminar todo."
Mi primera reacción fue besarle, como siempre. Era el único momento en el que estábamos de acuerdo en algo. Me cogió de la nuca ahondando más nuestra unión.
"Pues para querer parar de hacer esto bien que vuelves y me besas." Me picó.
Puse los ojos en blanco y seguí dándole besos dispersos.
"Mi madre quería que vinieses a comer. Se alegró mucho cuando le dije que estábamos viéndonos, creo que no supera que ya no seamos pareja." Intervino Martin de nuevo, que estaba muy hablador.
"¿Que le dijiste a tu madre qué?"
"Lo siento amor ya sabes que le cuento todo." Susurró Martin sin darse cuenta del desliz que acababa de tener.
Yo sin embargo, por suerte o por desgracia no lo había pasado por alto.
"Vendré a comer. La echo de menos."
"No tienes por qué hacerlo, de verdad, no te sientas presionando."
"No me siento presionado Martin, echo de menos a tu familia. Te recuerdo que estuvimos juntos cuatro años."
"No te preocupes que me acuerdo perfectamente." Dijo el chico, con la mirada perdida.
La atmósfera sólo primaba sentimentalismos, pero como ninguno de los dos sabíamos cómo afrontar las cosas, volvimos a lo mejor que sabíamos hacer; ahogar nuestros problemas a besos.

ESTÁS LEYENDO
illicit affairs
RomantiekLa vida de Juanjo se estaba complicando en sobremanera. Su prioridad debía ser el baloncesto; ¿Por qué no se podía sacar entonces a Martin, el capitán del equipo de fútbol, de su cabeza? (Versión extendida de mi mini fic de illicit affairs subido en...