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Te levantaste temparano en la mañana, te cepillaste los dientes y te vestiste rápidamente. Tomaste un vaso de agua y te sentaste en el patio, dando la bienvenida al sol del nuevo día, y probablemente a la única paz y tranquilidad que tendrías hasta que te fueras a la cama.

Cuando sentiste que ya había pasado suficiente tiempo, comenzaste a preparar el desayuno para los niños.

'Hmm, ¿tal vez panqueques? ¿hablan comido panqueques alguna vez antes? Realmente no parecen del tipo que hallán comido...'

Después de decidir qque debían probar cosas nuevas, te pusiste a trabajar, mezclando la masa para panqueques, usando harina,  huevos, azúcar, leche y solo un chorrito de vainilla.

Sacaste una sartén grande y bajaste el fuego, derritiendo un poco de mantequilla en la sartén. Vertiste con cuidado la masa en la sartén, creando un círculo de tamaño decente. Luego subiste el fuego a medio alto y le colocaste una tapa.

Después de unos minutos, retiraste la tapa y, al ver los bordes burbujeantes del panqueque, usaste una espátula para darle la vuelta, dejando al descubierto la parte superior dorada.

Repetiste este proceso una y otra vez y pronto hiciste más panqueques de los necesarios.

Parece que los niños también se enteraron, ya que todos estaban sentados a la mesa, todavía un poco cansados, frotándose los ojos.

"Buenos días, ustedes tres, ¿dormieron bien?"

Los dos mayores asintieron, el más joven permaneció inmóvil.

Colocaste montones de panqueques frente a ellos, dándoles cuchillos, tenedores, mantequilla y una botella de almíbar en el medio de la mesa.

"¡Panqueques!"

Shoto miró a sus hermanos mayores con una confusión que ellos pudieron descifrar.

"Son panqueques Shoto, están muy ricos, ¿ves?"

Los dos mayores comieron algunos de sus paqueques, resaltando lo buenos que estaban. Fue suficiente para convencer al pequeño y pronto tuvo el plato vacío.

Saltó silenciosamente de su silla, presumiblemente para jugar solo.

Cuando sentiste que estaba a una buena distancia, te sentaste en la mesa con Natsuo y Fuyumi.

"¿Estarían bien si les preguntara algo sobre Shoto?"

Ellos asintierón, todavía comiendo el exceso de panqueques.

"Quería preguntar de dónde vino su quemadura".

Había una expresión sombría en los rostros de ambos, el color desapareciendo de ellos.

"Eso es... no podemos decírtelo, todavía no".

Suspiraste con una sonrisa tranquilizadora, "Eso es comprensible".

Pronto terminaron su comida y se fueron, dejándote lavar los platos.

Después de unas horas de tareas domésticas, decidiste hacer que Shoto se sintiera más cómodo contigo, así que lo buscate y lo encontraste en la sala encorvado sobre la mesa de los niños, dibujando algo con sus crayones.

Te acercaste a él, asegurándote de hacer saber tu presencia para no asustarlo.

"Hola pequeño, ¿te parece bien si le doy un vistazo a lo que estás dibujando?"

Pareció dudar, escondiendo sus dibujos cerca de su pecho, pero después de unos momentos, decidió que cualquiera que hiciera panqueques tan buenos como tú no lo juzgaría, así que tímidamente te mostró sus dibujos.

La mejor niñera (hermanos Todoroki + m!reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora