La mejor niñera (hermanos Todoroki + m!reader)

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"¡Oye Keigo, tengo algo aquí para ti!"

El niño pájaro se acercó alegremente a ti, esperando algo pequeño, como un caramelo, pero en lugar de eso, sacaste una chaqueta.

"Me di cuenta de que realmente no tenías ropa que pareciera demasiado abrigada, así que te compré esta linda chaqueta de aviador".

Touya intervino: "Yo le ayude a eligir y le hice agujeros en la parte de atrás para que tus alas puedan pasar".

Keigo no estaba seguro de si estaba soñando o no. ¿La gente podía ser así de amable? ¡Su propia chaqueta, genial!

Se puso la chaqueta y le quedaba perfecta, los agujeros para sus alas eran lo suficientemente grandes como para dejarlas pasar sin exponer demasiado su espalda.

Se giró para darle a ti y a Touya un buen vistazo de su nueva chaqueta, y ambos aplaudieron con elogios.

Keigo te dio un abrazo.

"¡Gracias!"

Lo abrazaste de vuelta, teniendo en cuenta sus alas.

"No hay problema, pequeño"

Luego continuó agradeciéndole a Touya y los dos comenzaron a jugar entre sí.

Los niños de esa edad no deberían tener que lidiar con todo lo que les pasa, deberían ser simplemente niños, divertirse, sin preocupaciones o con pocas, pero el mundo no funciona así, por lo menos todavía no.

*

Desde hacía un tiempo viste a Touya mirando con nostalgia a los otros adolescentes que se subían a sus patinetas, así que después de recordar que tenías una que estaba acumulando polvo en la casa de tus padres, decidiste regalársela.

Bueno, más bien se lo regalaste a todos los niños, todos estaban ansiosos por probar la patineta.

Por supuesto, Touya fue el primero en empezar, ya que era el mayor y sorprendentemente, se le daba bastante bien. Supusiste que probablemente había visto tutoriales en línea, ya que tu teléfono tenía una multitud de videos sobre patinetas, después de que lo dejaras usarlo.

Lo viste patinar un buen rato por la acera antes de regresar.

"¡Papá, ¿viste eso?!"

Le diste una palmadita en la cabeza: "¡Lo vi, pequeño! ¡Bien hecho!"

Él sonrió radiantemente ante tus elogios y decidió que era hora de que alguien más usara la patineta.

Decidió intentar ayudar a su hermana: "Asegúrate de..."

Ella le hizo un gesto para que se fuera: "¡Lo tengo todo bajo control!"

Y luego se alejó a toda velocidad. En cuestión de segundos, dio la vuelta a la manzana y regresó, saltando de la patineta y pisoteando uno de los extremos para que subiera hasta sus manos.

Ella sonrió alegremente ante las caras sorprendidas de ti y sus hermanos, explicando: "Uno de mis amigos es muy aficionado al skate".

"¡Quiero intentar! ¡Quiero intentar!"

Fuyumi le entregó la patineta a Natsuo, quien se negó rotundamente a recibir ayuda, pero pronto desearía haberlo hecho, ya que se cayó de inmediato y se raspó la rodilla.

Por suerte, estabas preparado para esto, sacaste una pomada y vendas, curaste rápidamente la herida. Consolaste al chico que estaba al borde de las lágrimas, que todavía se retorcía por el dolor en su rodilla.

Fuyumi se puso a la altura de Natsuo para luego llevar una de sus manos a la rodilla de Natsuo.

"Quédate quieto un segundo".

Una brisa fresca emanaba de su mano, y de vez en cuando pequeños trozos de nieve se pegaban al vendaje.

"Gracias...."

Te preguntaste por qué no hacía eso por sí mismo, pero recordaste que tenía dolor, así que probablemente no podía concentrarse en nada más que eso.

Pronto se calmó y ahora era turno de Shoto, pero al ver a su hermano mayor lastimarse lo asustó y se negó a pararse sobre la patina, en lugar de eso optó por sentarse en ella.

Suspiraste porque sabías lo que debías hacer y comenzaste a empujar la patineta, para regocijo de Shoto, que se reía todo el tiempo.