Mat Y Yo.

Cap 6 una cena incomoda

Mat y yo volvíamos lentamente a su casa en las primeras horas de la noche. Yo disfrutaba de ver todo aquel alumbrado de los distintos lugares por los que pasábamos. Mientras mi lobito sostenía mi pata con mucha calidez solo podía sonrreir por el maravilloso paseo de hoy.

Pasada una media hora llegamos a la casa de Mat. Él comenzó a buscar sus llaves para abrís la puerta. Mientras lo hacía parecía desesperado, caci llegando al punto de desnudarse por la desesperación de quedarse fuera de su casa. Luego de un pequeño respiro y con un poco de vergüenza decidió llamar a la puerta. Quién nos abrió fue un joven tigre de ojos amarillos. Mi lobito le dió la pequeña explicación sobre sus llaves, ante lo que el tigre simplemente rió antes de sacar de sus bolsillos el llavero de Mat.

—¿Que, la tenías tú? Sabes que casi me quedo fuera por tu broma.

—Lo siento no encontré las mías así que tomé las tuyas prestadas.

— Siempre es lo mismo contigo, Teo.

—Vamos, no te enojes. Ya te las devolví, así que todo bien.

Mientras mi lobito y ese tigre discutían comencé a sentirme un poco incómodo por no saber quién era. Mat parecía un poco enojado al hablar, sin embargo logré llamar su atención por un momento. Él miró hacia a mí antes de presentarme de forma formal a su hermano Teodoro. El era un par de años menor que Mat y al parecer un poco despistado sin embargo parecía ser buena persona. Aunque realmente me ignoró por completo.

— Sí como sea. Oye tengo que contarte, la excursión con papá fue muy divertida. Pescamos mucho y nos bañamos en el río.

—¡¿Quieres prestar atención?! —Dijo Mat un poco enojado.— Este es mi novio. Al menos podrías saludarlo como se debe.

El tigre quedó desconcertado por un momento. Claramente no se imaginaba que Mat dijese algo así tan de repente. Teo nos miraba fijamente tratando de encontrar un detalle que lo confirmara; pero solo logró encontrar la cara semi enojada de Mat por no tomarlo en serio. Teodoro se acercó un poco más a mi y no podía evitar sentirme un poco intimidado por su presencia; pues el era más alto y musculoso que mi lobito. Él tigre me dio un enorme abrazo levantándome un poco del suelo antes de decir que era un gusto conocerme. Tal y como la señora María, Teo también estaba muy gustoso de que su hermano tuviera a alguien en su vida.

La cara de ironía de Mat me encantaba mientras su hermano lo molestaba un poco al por fin tener pareja ante lo que solo pude reír. Siempre quise tener un hermano que me tratara así. Mat sin duda tenía mucha suerte por tener una familia tan cariñosa.

Mi barriga comenzó a rugir poco después recordándome que moría de ambre y que por eso regresamos en primer lugar. Teodoro sonrió levemente al decir que la cena estaba lista; y sobre todo bastante orgulloso de que el platillo principal serían los peces que atrapó junto a su padre en el fin de semana.

Luego de un par de minutos los 4 nos sentamos en la mesa a a cenar. Moría de ambre y ver esa mesa repleta me hacía babear de forma inconsciente mientras aguardaba por que la señora María sirviera los platos de todos. Comenzamos a comer, poco a poco el hielo se fue rompiendo y salían diversos temas de conversación en los cuales Mat y yo éramos el sentro de todo. "¿Donde estuvieron?", "¿Se la pasaron bien?", "¿Qué tal se siente tener tu primer novio?", eran las preguntas que nos hacían. Todo era felicidad para mí y mi lobito en aquella cálida cena. Pero eso cambió cuando el padre de Mat entró en la sala, quejándose por un par de cosas que le sucedieron en su trabajo y que no le permitieron disfrutar de sus mini vacaciones al cien por ciento.

Tal como Teodoro, el padre de Mat era un tigre muy imponente. Me daba un poco de miedo pero por como había ido todo hasta ahora decidí saludar y presentarme como el nuevo novio de mi lobito.