—Mamá —susurró Jinsol golpeando las costillas de Nayeon con su pequeña mano— Nayeon —dijo ahora su nombre— Mamá.
—Mmmmm —gruñó Nayeon sin siquiera abrir los ojos.
—Mamá, despierta, Amelia y yo hicimos el desayuno para ti —contó— Mamá, despierta.
—Solo dame unos minutos más, Jinsol, prometo que luego desayuno contigo.
—Está bien —se rindió la pequeña— Voy a ir a jugar con Amelia.
La niña se bajó de la cama y tomó a su conejito entre sus brazos para bajar las escaleras seguida por Kookue.
—¿Despertó? —preguntó Amelia apenas la vio.
—No —suspiro— Mamá es floja —dijo haciendo reír a Amelia.
—Está cansada, ayer la tuviste toda la noche jugando contigo.
—Lo sé, pero mírame, yo ya estoy bien y ella está cansada —dijo confundida— ¿Tú crees que se está volviendo viejita? —preguntó preocupada.
—Tu mamá solo está cansada —le explicó riendo— Así como cuando mamá Jeongyeon se cansa.
—Lo sé —suspiró— Los adultos son así, no aguantan nada.
—Tú tienes demasiada energía que es diferente —habló Nayeon apareciendo en la cocina.
—¡Mamá! —gritó emocionada la niña— Te hicimos el desayuno.
—¡Mmmm huele delicioso! —exageró la chica para hacer sentir aún mejor a su hija.
—Gracias, Amelia me ayudó, pero muy poquito, ella no sabe hacer cereal con leche.
—Muy mal, Amelia —habló negando con la cabeza Nayeon— No puedes ir por la vida sin saber hacer cereal con leche.
—Lo siento —se disculpó— Jinsol me enseñara.
—Voy a la mesa —habló para luego dejar un beso en la cabeza de su hija y salir de la cocina.
Jinsol estaba a punto de caminar cuando escuchó el grito de su madre.
—¡Im Yoo Jinsol, ven aquí! —gritó— Y trae a esa bola de pelos.
La niña asustada corrió a la sala donde su madre se encontraba sin una de sus zapatillas y con cara de asco.
—Que dije acerca de Kookue y sus cochinadas —dijo con asco.
—Pero mamá —se quejó Jinsol— Él necesita un patio y tú no tienes, por eso no tuvo otra que hacerlo ahí.
—Kookue tiene su caja de arena.
—Es un perro no un gato —rió Amelia— Además deben enseñarle el no entiende aún.
—Mis sandalias —chillo Nayeon infantilmente— Voy a tener que tirarlas —dijo poniendo un puchero— Y tu bola de pelos —habló señalando a Kookue que la miro al instante— Si no aprendes modales vas a tener prohibido venir a mi casa.
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No me rendiré || 2Yeon
Fanfiction2Yeon> Nayeon sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella misma había construido con sacrificios y esfuerzos. Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se...