Nayeon tomó a Jeongyeon por la cintura empujándola contra la pared dejando su agarre firme para inmovilizarla mientras atacaba su cuello sin piedad alguna, sus labios trazaron un delicado camino por sus clavículas dejando varios mordiscos y luego se concentró en sus pechos que era de sus partes favoritas, Nayeon amaba aquella parte de la menor, era su perdición al igual que su trasero.
En aquel momento sus prejuicios y los problemas entre ambas pasaron a un segundo plano, solo la pasión y la lujuria que las invadía en aquel momento fue el que dictaminaban sus movimientos y les daba órdenes.
Aquella noche volvieron a recordar lo que era estar con la otra de manera carnal, volvieron a trazar cada centímetro de sus pieles y a remarcar pequeños detalles que ya estaban grabados en sus mentes. Sus olores se impregnaron en la otra, sus uñas dejaron marcas a lo largo de sus cuerpo al igual que sus dientes, aquella noche todo fue tan intenso que cayeron rendidas ante el sueño apenas terminaron.
Aquella noche volvieron a dormir juntas pero esta vez frente a frente, Jeongyeon apoyando su frente sobre la clavícula de Nayeon y está abrazándola como si tuviera miedo a que la dejase.
La rubia despertó incorporándose en la cama rápidamente, su sueño se cortó de raíz cuando su subconsciente le recordó a Jinsol quien debía estar esperando por ella, se colocó la ropa rápidamente casi cayendo por el poco cuidado que le estaba poniendo a sus movimientos, Nayeon sintió todo aquel movimiento y se removió en la cama sintiendo el vacío que Jeongyeon había dejado junto a ella.
—¿Dónde vas? —preguntó con la voz ronca cuando vio a Jeongyeon colocándose la ropa.
—Tengo que ir por Jinsol —dijo sin mostrar ninguna emoción, sabía lo que habían hecho aquella noche pero no estaba preparada para hablarlo.
—La enfermera sigue con ella —dijo estirándose para dejar la pereza a un lado— Pedí que se quedará hasta hoy.
—¿Cuándo hiciste eso? —preguntó escéptica.
—Desperté en la madrugada y decidí pedir que se quedara, no quería despertarte y ella accedió sin problema —Nayeon se sentó en la cama con mucha normalidad exponiendo sus pechos hacia Jeongyeon quien llevó su mirada hacia el suelo rápidamente.
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No me rendiré || 2Yeon
Fiksi Penggemar2Yeon> Nayeon sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella misma había construido con sacrificios y esfuerzos. Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se...