XXXIV

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Nayeon terminaba de revisar unos documentos importantes cuando sintió que su puerta se abría en par sin aviso alguno

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Nayeon terminaba de revisar unos documentos importantes cuando sintió que su puerta se abría en par sin aviso alguno.   

—¡MAMÁ! —gritó Jinsol corriendo hasta su escritorio y casi cayéndose de la emoción— Mira, mamá.   

Nayeon hizo su silla hacia atrás y esperó el impacto del pequeño cuerpo de su hija contra sus piernas que no tardó en llegar para luego colocarla sobre su regazo. 

—¿Qué es? —preguntó curiosa tomando el papel.   

—Voy a actuar en una obra escolar —dijo emocionada, en aquel momento Jeongyeon entraba a la oficina a paso lento sonriéndole a Nayeon quien le sonrió de vuelta— Voy a ser un árbol.

—Oh, un árbol… eso… eso suena muy divertido —habló tratando de ocultar una risita para no hacer sentir mal a la pequeña.   

—Jinsol, no le mientas a mamá —rió Jeongyeon.   

—Ok ok, pero fue divertido —se excusó la pequeña — Voy a ser Campanita en Peter Pan, aunque el papel del árbol suena más divertido.

—¿Vas a ser Campanita? —preguntó Nayeon feliz— ¿En serio?   

—Es en serio, mamá, aunque audicione para ser un niño perdido del bosque o Peter Pan pero la maestra no me dejo por ser niña —habló suspirando— Los niños perdidos se divierten más que Campanita.   

—Pues al menos estás en la obra —dijo su mamá dándole ánimos.   

—Eso creo —suspiró otra vez— Lo único bueno de esto es que usare alas de hada y un vestido.   

—Espera a que crezca —rió Jeongyeon— Juro que no habrá quien se resista a su manera de hablar.   

—¿Por qué mami? —preguntó Jinsol.   

—Nada, mi amor —respondió Nayeon— ¿Por qué no vas donde Jennie y le cuentas sobre la obra?   

—Bien —dijo la pequeña poniéndose de pie— Pero sé que solo me quieres mandar donde Jennie porque quieres darte besos con mami.   

—Dios —dijeron ambas negando con la cabeza mientras la niña salía de la oficina.   

—Necesitamos una seria conversación con Jinsol acerca de la privacidad.   

—Lo sé —rió Jeongyeon— Pero no la culpes, es la primera vez que me ve con alguien románticamente.   

—¿Nunca has tenido ninguna relación en estos años? —preguntó Nayeon sorprendida levantándose de su silla para caminar hacia la rubia.   

—No —admitió algo avergonzada— Jinsol es todo lo que me importaba, no tenía tiempo para ello.   

—Eres perfecta —habló Nayeon tomándola del rostro y contemplándola con adoración— Sé todo lo que hiciste por salir adelante con Jinsol, ella me lo contó.                                                                                               

No me rendiré || 2YeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora