Su cámara lo acompañaba muy escondida en la mochila que resguardaba su postura encorvada, mientras su mirada agobiante era cubierta por sus generosos mechones largos de cabello que lograban esconder la lujuria que tenía por aquél pelinegro brillante...
"Te convertiste en mi sombra, intenté perseguirte como si fueras una persona, mientras te burlabas de mi en mi propia cara, me daba la vuelta para verte y desaparecías haciéndote más grande sin que mi mirada pudiera alcanzarte, como un tonto creí estar un paso adelante de ti, ajeno a que las huellas de mis pies no podrían marcarse si tú no existieras cubriéndome con el reflejo de la luz, más poderoso que mi ego y más grande que mis anhelos, me consumiste entero cuando creí no estar incompleto, volviéndome más tuyo y menos mío en un laberinto sin salida, nuestra penitencia infernal, correr hasta sangrar sobre las escamas de nuestro amor, unir nuestro dolor en un abrazo bravío casi feroz".
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La luz del sol que se escapaba por su ventana hasta rebotar sobre su rostro le hizo saber que un nuevo día había comenzado. El castaño un poco somnoliento se levantó y caminó hacia el baño para comenzar con su rutina usual, grata fue su sorpresa al ver que el baño era casi del mismo tamaño que su habitación, amplio con una tina en forma de flor de loto transparente, un gran espejo que podía cubrir gran parte de la pared y debajo de el un lavamanos extenso tapizado de madera oscura. Abrumado por el aroma a nuevo que desprendían los rincones del baño, Taehyung dio un vistazo a su aspecto, con un poco de agua limpió la saliva seca en su mejilla, quitó poco a poco su ropa hasta quedarse desnudo y entre pasos lentos estuvo a punto de abrir el grifo para llenar la tina pero su lentitud lo alertó hasta hacerlo correr hacia su teléfono en el buró junto a su cama, vio la hora y respiró más tranquilo, aún tenía tiempo de sobra, así que tarareo la canción Garotode Luiz Bonfá mientras tomaba las cosas necesarias para bañarse, una toalla, jabón íntimo y shampoo, todo parecía ser nuevo, dejado a propósito en los cajones y el clóset en su habitación. Más allá de las cosas que ya venían con la casa el sólo tenía su uniforme y la ropa que había guardado en su maleta sobre sus dibujos de Karan para esconderlos. Esto no lo preocupaba demasiado, pues fácilmente podría sobrevivir con ese conjunto, al menos los primeros días, estaba seguro de que su madre eventualmente lo obligaría a comprar ropa cara para mantener las apariencias.
El eco en las paredes del baño hizo sonoro el sonido del agua mientras Taehyung la sentía escaparse entre sus dedos ahora perfumados por el jabón y las esencias que encontró para vertir en la bañera donde ahora reposaba la suciedad de su cuerpo somnoliento. Tras hacer burbujas en su cabello, lo roció con el agua que salió ligeramente disparada de la ducha de mano junto a la tina, al terminar de limpiar por completo todo su cuerpo, salió de la bañera para secarse con la toalla de terciopelo verde esmeralda que antes había puesto en el perchero junto a la puerta.
Dejando las huellas de sus pisadas húmedas por el vitro piso, vio una última vez su reflejo en el espejo y se sonrió con un poco de esperanza, secó con cuidado sus extremidades hasta llegar a su cabello castaño, aún esparciendo la toalla por su cabeza caminó hacia la habitación para ponerse el uniforme. Se cambió mirando fijamente la ventana cerrada de su vecino y pensó en las posibilidades de que éste realmente fuera Karan buscándolo para conocerse en persona, una chispa de emoción hacía que su corazón se acelerara ante esa teoría, llenándolo de dudas ciegas y experiencias incompletas, perdidas en sus sueños infantiles.
