04: Simultaneidad inscrutable

480 66 14
                                    

"Mi realidad poco a poco se convirtió en sueños lúcidos, pesadillas que no pude reconocer por encontrarme en busca de tu ser, mis manos temblaban por tocarte de nuevo en este laberinto malicioso que construiste para arruinar mi psique, dejaste que cada uno de mis latidos susurrara tu nombre hasta ahogarme en el vacío de tu ausencia, aquella que me convirtió en tu mejor creación, sediento por tu adoración, aquella que me devoraría vivo hasta desangrarme satisfecho, casi vanidoso por tener tus ojos sobre mi cuerpo inútil, este cuerpo que te entregaría todo hasta el corazón con tal de verte sonreír soberbio, mi destino perfecto, estar junto a ti"

"Mi realidad poco a poco se convirtió en sueños lúcidos, pesadillas que no pude reconocer por encontrarme en busca de tu ser, mis manos temblaban por tocarte de nuevo en este laberinto malicioso que construiste para arruinar mi psique, dejaste que...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sudor bajó por la frente de Taehyung mientras se removía incómodo entre las sábanas delgadas ceñidas a su cuerpo en plena pubertad, su altura había aumentado considerablemente y sus facciones comenzaban a adquirir esa masculinidad hipnotizante que hacía sobresaltar su piel morena, sin quitar el toque de feminidad en su mentón pequeño y en el lunar debajo de la punta de su nariz.

Entre susurros se fundió en un sueño frío y tormentoso, Karan se encontraba sentado en su regazo con sus intimidades rozándose sobre la ropa, ya no se veía como aquél niño de overol amarillo que algún día jugó inocentemente con él, ahora era más alto que el, su cuerpo era más grande y fornido si lo comparaba con sus brazos escuálidos, finalmente pudo verlo después de todos estos años. La emoción predominó en su confusión, alentandolo a abrazarlo con cariño como cuando eran niños.

—¡Karan! ¡Volviste! Te extrañé tanto, no hubo un día en el que no pensara en ti—el castaño se sinceró acostumbrándose a las caricias que el pelinegro le daba lentamente a su espalda delicada.

Nunca me fui, Taetae, siempre estuve aquí—le recordó separándose un poco para ponerle la mano en el corazón—. Te he estado acompañando entre las sombras todo este tiempo, nunca podría dejarte solo, Taetae.

—Lo sé, yo...siempre confíe en ti Karan. Siempre supe que tú no me dejarías, no como todos los demás, tu no eres así, no eres como ellos—la voz de Taehyung sonó sincera, el brillo en sus ojos comenzó a florecer de nuevo, su mirada no pudo separarse de la del pelinegro que lo contemplaba con ternura.

Deseó que el tiempo se detuviera por un instante en este sueño lúcido, casi húmedo, no le importaba quedarse varado en el limbo si era al lado de Karan.

—Taetae, ¿recuerdas que te prometí que me conocerías en persona algún día?—lo cuestionó acariciando con cariño su cabello hasta bajar a sus pómulos sonrojados.

—Sí, sí, sí. Recuerdo todo, absolutamente todo, Karan—el castaño le recalcó aceptando las caricias como un gatito desesperado por atención, casi maullando en desespero por sentir más la calidez de su tacto.

Ese día está más cerca que nunca, Taetae. Presta mucha atención a tu alrededor, si crees verme confía en tu intuición, tu corazón sabrá decirte si realmente soy yo frente a tus ojos.

ATARAXIA © - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora