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La adrenalina aún corría por sus venas mientras Teruki, Ekubo y el gobernador se refugiaban en las sombras de Berlín.
Ahora que se encontraban a salvo, Teruki se acercó a Ekubo para ver cómo se encontraba. El omega, con las manos llenas de sangre, estaba asistiendo a Ekubo, aplicando vendas improvisadas para cubrir la herida en su hombro. Teruki observaba, sintiendo una mezcla de alivio y desesperación, su respiración acelerada y su frente cubierta de sudor.
—¿Cómo está? —preguntó Teruki, su voz ronca por el cansancio.
—La bala no atravesó el hueso, pero necesitamos atención médica pronto —respondió el omega, su mirada fija en la herida mientras aplicaba presión para detener la hemorragia.
Teruki asintió, tratando de calmarse. Sabía que tenían que idear un plan para salir de allí y llegar a la base. Recordó que en esta base subterránea había una radio que podría servir para intentar comunicarse con su equipo.
—Voy a buscar la radio. Intentaré contactarlos —dijo, su voz decidida a pesar de la fatiga.
Se levantó y se dirigió hacia la siguiente habitación del refugio subterráneo, sus pasos resonando en el silencio. Al encontrar la radio, encendió el dispositivo y comenzó a girar los diales, tratando de encontrar una frecuencia abierta.
—Aquí Teruki Hanazawa, llamando a la base. ¿Me reciben? Cambio —dijo, su voz llenando la habitación vacía.
Solo escuchó distorsiones en respuesta. Ajustó los diales, intentando desesperadamente mejorar la señal.
—¡Aquí Teruki Hanazawa! Necesitamos asistencia inmediata. Ekubo está herido y tenemos al gobernador con nosotros. ¡Por favor, respondan!
La estática y las distorsiones continuaron, pero después de varios intentos frustrados, una voz distorsionada emergió de la radio.
—...omega... comunicación... —se oyó a través de los chasquidos y ruidos de fondo.
Teruki se inclinó más cerca del dispositivo, su corazón latiendo con fuerza. —¿Quién está ahí? ¡Responda! ¡Es urgente!
—...te vamos a encontrar, Teruki.
El alfa sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. Antes de que pudiera reaccionar, la distorsión se apagó y la comunicación se cortó por completo. Teruki se quedó mirando la radio, su mente trabajando a toda velocidad.
Regresó rápidamente al lugar donde Ekubo y el omega estaban. Ekubo seguía consciente, pero su expresión mostraba el dolor que sentía.
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Devoir et Désir | TeruMob
FanfictionEn el bullicioso escenario político de Rusia, un alfa militar implacable se encuentra atrapado entre el deber hacia su país y su inesperada atracción por el omega más vulnerable del círculo del poder. Mientras luchan contra las amenazas externas e i...