-Entonces así es como Haymitch ganó sus juegos- comentó Peeta en voz baja- La luz de la televisión era la única iluminación de la sala. Los ojos de Katniss quedaron fijos en la pantalla, sentía que, de alguna manera, había traicionado la confianza de su mentor pero, al mismo tiempo, había encontrado algo que la unía más a él.
Peeta se levantó, guardando la cinta en su lugar, y dejando la caja a sus pies. Katniss ladeó la cabeza observando en su interior. Bajo la mirada atenta de Peeta, estiró la mano agarrando una cinta que no habían visto antes y la alzó hacia la luz.
OLIVE ABERNATHY
VENCEDORA DE LOS 73º JUEGOS DEL HAMBRE
Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Nadie en el Distrito 12 había visto a Olive hasta el día de la colecta, pues vivía junto a su padre en La Villa de los Vencedores. Poca gente creía que los hijos de vencedores eran, realmente, igual de elegibles que el resto de niños de los distritos, pero Olive Abernathy era la prueba viviente de ello. Katniss recordó entonces una frase de Effie a la que, en su momento, no había prestado mucha atención. "Si crees que sus problemas con el alcohol están fuera de control, deberías haberlo visto el año pasado, realmente creí que lo perderíamos incluso antes de que empezaran los juegos".
-Nunca llegué a ver sus juegos- admitió Peeta -La panadería no iba muy bien ese año y pasaba las horas trabajando junto a mi familia. Pero recuerdo que fue el primer año que el 12 tuvo un voluntario.
Katniss lo miró frunciendo el ceño. Ella tampoco los había visto. Pasaba todo el tiempo posible en el bosque, cazando, mientras escuchaba a Gale despotricar contra el Capitolio. Ese año fue realmente duro para el Distrito 12 y ninguno tenía tiempo, ni ganas, para pasar horas delante de una pantalla viendo como niños se mataban entre ellos para complacer a los ciudadanos del Capitolio.
-¿Debería haber sido nuestra mentora, no?- Peeta no respondió, pensando en la joven a la que había conocido al regresar de sus propios Juegos.
Katniss volvió a mirar la cinta en sus manos. Algo no cuadraba. Repasó todo lo que recordaba de los juegos del año anterior. Olive Abernathy, hija de un vencedor, es elegida en el sorteo, por lo que Peeta menciona, el tributo masculino fue un voluntario. Olive gana sus juegos y nadie vuelve a saber de ella, pero sigue viva.
Katniss la recordó entonces, una joven rubita, como Haymitch, y de ojos grises, como los habitantes de La Veta, a la que había visto rondar por la casa de su mentor. "No os abracéis hasta acabar, no sabéis lo que os puede atacar por detrás -O.A.".
Todas las veces que juraba oír a Haymitch hablar con alguien cuando entraba en su casa. La joven que habían visto, de vez en cuando, merodear por el tren en sus primeros juegos. En sus primer viaje la habían confundido con algún avox o sirviente del Capitolio, pero siempre había sido la hija de su mentor. Se estremeció de pensar en la manera en la que se ignoraban, pero, en el fondo, era consciente de que aquello era su máxima expresión de amor. Fingir no quererse para evitar que las consecuencias de sus acciones recayesen en el otro.
-¿Está mal si la vemos?- se escuchó a sí misma preguntar, perdida en la mirada que la rubia tenía en su recuerdos. Peeta se tensó levemente -No se...
-Tuvo que habérsela jugado al Capitolio para que sus juegos fuesen olvidados con tanta rapidez- mencionó Katniss -Puede que nos sea de ayuda- miró unos segundos más la cinta antes de ponerla.
La pantalla volvió a ponerse en negro unos segundos antes de que una imagen familiar para ambos, y dolorosamente hogareña, apareciese en pantalla. Effie Trinket, con una peluca azul eléctrico, se aclaraba la garganta frente al micrófono.
-Y el tributo femenino de los 73 juegos del hambre es...-Su expresión decayó por unos segundos, pero la sonrisa plastificada regresó en seguida a sus labios, aunque, esta vez, su voz tembló
-¡Olive Abernathy!
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Sorpresa ;)
