Capítulo 6

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Sasuko se fue a su habitación rápidamente, con la mirada vidriosa por las recientes ganas de llorar. Se sentó en su escritorio y, al fin, en la tranquilidad de su habitación, liberó sus sentimientos.

-L-lo siento, Itachi... No pude cumplir con tu promesa... -balbuceó.

¿Qué diría su hermano al ver la humillación que acababa de pasar? ¿Se decepcionaría de ella al igual que su padre?

Todos sus intentos parecían en vano. Al final, Itachi nunca la visitó ni mantuvo contacto con su familia. La sensación de abandono y la presión de las expectativas se combinaban, creando una tormenta de emociones dentro de ella.

Pasaron los años, y Sasuko continuó compitiendo con Naruto. Ambos eran talentosos y su potencial no pasó desapercibido. Las becas y los reconocimientos se acumularon, llevándolos a estar en los mismos cursos una y otra vez.

Aunque Sasuko pudo recuperar su puesto actual, tuvo bajadas significativas en los dos primeros años de la secundaria. La competencia con Naruto era feroz, y aunque a veces lograba superarlo, otras veces se encontraba de nuevo en segundo lugar.

La rivalidad entre ellos no solo se limitaba a las calificaciones, sino también a los deportes. Sasuko trabajó arduamente para mejorar en educación física. Aunque al principio fue difícil, su esfuerzo y dedicación comenzaron a dar frutos.

Durante este tiempo, Naruto mantenía su actitud despreocupada y a menudo la molestaba por su arrogancia. Esta mezcla de envidia y celos que Sasuko sentía hacia él solo alimentaba su determinación de superarlo. A pesar de todo, no podía negar que parte de su mejora se debía a querer probarse a sí misma frente a él.

En la Universidad de Osaka, la situación no había cambiado mucho. Ambos seguían destacándose en sus áreas, con Naruto brillando en el baloncesto y Sasuko manteniendo su excelencia académica. Sin embargo, su relación seguía marcada por la competencia y la tensión.

Un día, después de una agotadora práctica de baloncesto, Naruto se topó con Sasuko en la biblioteca. Ella estaba rodeada de libros y papeles, evidentemente preparando algo importante. No pudo resistir la oportunidad de molestarla un poco.

-Vaya, Uchiha, ¿no te cansas de estudiar? -dijo con una sonrisa burlona.

Sasuko levantó la vista, claramente irritada por la interrupción.

-¿No te cansas de ser tan fastidioso, Uzumaki? -respondió con frialdad.

Naruto se rió, pero notó el cansancio en los ojos de Sasuko. A pesar de su rivalidad, algo dentro de él le hizo querer ofrecer una pequeña tregua.

-Mira, sé que no somos los mejores amigos, pero si necesitas ayuda con algo, no dudes en pedirlo. -dijo con un tono más serio.

Sasuko parpadeó sorprendida, pero rápidamente recuperó su compostura.

-No necesito tu ayuda, Naruto. Puedo hacerlo sola. -replicó, volviendo su atención a sus libros.

Naruto se encogió de hombros y se alejó, pero no sin antes lanzar una última mirada a Sasuko. Algo había cambiado en su percepción de ella. A pesar de su arrogancia, no podía evitar admirar su dedicación.

Mientras tanto, Sasuko continuó estudiando, pero las palabras de Naruto seguían resonando en su mente. Tal vez, solo tal vez, podría permitirse bajar la guardia un poco. Después de todo, no estaba sola en este camino, aunque le costara admitirlo.

El tiempo pasaba, y aunque la rivalidad seguía siendo el núcleo de su relación, ambos comenzaron a reconocer la importancia del otro en su propio crecimiento. No eran amigos, pero tampoco eran simples enemigos. Eran dos personas impulsadas por la misma determinación, aunque tomaran caminos diferentes para llegar a sus metas.

Con esta comprensión silenciosa, su último año en la secundaria se convirtió en una etapa crucial. Ambos sabían que después de graduarse, sus caminos podrían finalmente separarse, pero llevaban consigo las lecciones aprendidas de su constante competencia.

La noche antes de la graduación, Sasuko se encontró mirando una de las viejas cartas que había escrito a Itachi. Con una sonrisa nostálgica, recordó cuánto había cambiado desde esos días. Había enfrentado desafíos, había caído y se había levantado. Y aunque todavía quedaba mucho por demostrar, sabía que había crecido.

Cuando llegó el día de la graduación, Sasuko y Naruto se encontraron en el escenario, listos para recibir sus diplomas. Al cruzar miradas, compartieron un pequeño asentimiento, teniendo en ellas una pizca de rencor.

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Sasuko se quedó pensativa, reflexionando sobre cómo había avanzado por su cuenta, aunque reconocía que Naruto había contribuido un poco con su progreso. Sin embargo, la idea de no haber visto a Itachi ni de haberle entregado las cartas que había escrito para él seguía pesando en su mente.

Decidió detener su entrenamiento por un momento, pero fue interrumpida por los aplausos de Shion.

-Excelente, Sasuko... Te estás desempeñando muy bien -dijo Shion con una sonrisa dulce.

Sasuko se volteó hacia ella, directa y sin rodeos.

-¿Qué es lo que quieres, Shion?

-¡Nada! ¿Acaso no puedo felicitar a una amiga? -respondió Shion con fingida inocencia.

-Sabes perfectamente que tú y yo no somos amigas. No sé por qué te estás acercando a mí tan repentinamente, pero déjame decirte que no estoy interesada en lo que tengas que decir.

-¿Aunque sea sobre Naruto?

Las palabras de Shion la detuvieron por un momento, haciéndola fruncir el ceño.

-Ese idiota no tiene nada que ver con esto.

-Es lo que tú crees, pero estás totalmente equivocada -respondió Shion en tono enigmático.

-¿Ah sí? Pues me sorprende tus sutiles intentos de coqueteo hacia él -replicó Sasuko con sarcasmo.

Shion suspiró, como si la actitud de Sasuko fuera predecible.

-Chica, estoy hablando en serio. No se trata de coquetear.

-Puede que seas algo relevante aquí, pero recuerda que yo soy la mejor estudiante de toda la universidad -respondió Sasuko con un tono desafiante.

-Si sigues confiándote, alguien te va a ganar el paso.

-No necesito consejos tuyos para saber qué es correcto o no. No me tomes por alguien que no sabe tomar sus decisiones, Shion.

La conversación se quedó suspendida en el aire, cargada de tensión entre las dos. Sasuko se dio la vuelta y continuó con su entrenamiento, dejando a Shion molesta.

Shion la observó alejarse, con una expresión seria en el rostro. Sabía que había tocado un punto sensible en Sasuko, pero también estaba segura de que las cosas entre ella y Sasuko no iban a ser nada simples.

- Ya te he aguantado mucho tiempo, Sasuko... Veamos cómo te va cuando estes en las ruinas- Susurró ella, para posteriores marcharse.

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¿Qué pensaran que hara Shion? ¿Por qué le tendrá tanta envidia a Sasuko?

Eso lo descubrirán muy pronto...

Superando los obstáculos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora