Superando los obstáculos.

Capítulo 12

Naruto entró al salón con su energía habitual, siendo saludado por varias chicas. Era popular y su presencia siempre llamaba la atención. Caminó hacia el fondo del aula donde Shikamaru ya estaba sentado, medio dormido sobre su escritorio.

- ¡Hey, Shikamaru! - saludó Naruto con una sonrisa.

- Hola, Naruto - respondió Shikamaru, levantando la cabeza perezosamente.

Naruto echó un vistazo rápido alrededor del salón y su mirada se encontró con la de Sasuko, quien también lo estaba observando. Ambos quedaron sorprendidos y apartaron la mirada, sus rostros enrojeciendo ligeramente por la incomodidad.

Kiba, que estaba sentado cerca de Naruto, no pudo evitar notar la reacción.

- Oye, Naruto, ¿qué fue eso? - preguntó Kiba con intriga.

- ¿Eh? No es nada, Kiba - respondió Naruto, tratando de disimular su nerviosismo.

Kiba lo miró con escepticismo, teniendo sospechas, sin embargo, no insistió más.

- Seguro, seguro. No te preocupes, no diré nada.

Mientras tanto, Sasuko se sentía extraña. Había algo en su interior que no podía identificar, una sensación nueva y desconcertante. Intentó concentrarse en sus apuntes, pero su mente seguía volviendo al encuentro de miradas con Naruto.

De repente, notó que Shion la estaba mirando con cautela desde el otro lado del salón. Sasuko frunció el ceño y su semblante se puso serio. No podía permitirse bajar la guardia, especialmente con Shion cerca. La rivalidad y desconfianza entre ellas nunca desaparecía del todo.

Naruto, mientras tanto, intentaba concentrarse en la conversación con Shikamaru y Kiba, pero su mente seguía volviendo a Sasuko y a la extraña sensación que había experimentado al verla.

La mañana transcurrió con normalidad en la Universidad de Konoha. Las clases estaban en su apogeo, y como era habitual, Sasuko y Naruto se enfrascaban en una acalorada discusión sobre la respuesta correcta a la pregunta que el profesor Iruka había planteado.

-¡Es obvio que la respuesta es 42! - exclamó Naruto con confianza, su rostro rojo de entusiasmo.

-¡Estás equivocado! La respuesta correcta es 39.5. ¡Lo acabamos de repasar en clase! - replicó Sasuko, su voz firme y sus cejas fruncidas en una expresión de determinación.

Naruto hizo un gesto de desacuerdo, moviendo la cabeza con frustración.

- No puede ser. La fórmula claramente da 42. ¿Recuerdas el ajuste de la variable? - dijo Naruto, tratando de convencer a Sasuko con una mezcla de seguridad y exasperación.

- ¡Lo que pasa es que estás pasando por alto el factor de corrección! - respondió Sasuko, cruzando los brazos sobre el pecho. - Ya te lo he explicado antes, la diferencia es crucial. No puedes simplemente ignorarla.

La discusión se intensificó, y el ambiente del aula se llenó de tensión. Los otros estudiantes observaban la escena con una mezcla de diversión y expectación, algunos murmurando y otros riendo ante el espectáculo.

Finalmente, el profesor Iruka intervino, intentando calmar la situación con una sonrisa indulgente.

- Chicos, por favor, tranquilícense - dijo Iruka con una voz calmada pero firme-. La verdad es que... ambas respuestas tienen mérito en contextos diferentes. La respuesta puede ser 42 en un caso, y 39.5 en otro. Ambos enfoques tienen fundamentos válidos.

Naruto y Sasuko se quedaron perplejos ante esa declaración. Sus miradas se encontraron de nuevo, esta vez con sorpresa y frustración. Naruto parecía algo complacido al ver que su punto de vista tenía mérito, mientras que Sasuko estaba claramente molesta por la falta de una respuesta definitiva.