-. Katherine, o Kath como prefieras llamarme.- dijo la pecosa viéndome a los ojos, sus ojos son grandes y marrones, los mejores que eh visto sin duda.
-. Miguel, Miguel mora.- dije brindandole una sonrisa de oreja a oreja.
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KATHERINE'S POVS 🍒; Me encontraba sentada en un pequeño tronco frente a mi cabaña,con escalofríos recorriendo todo mi cuerpo, pues eran las 7pm y hacía bastante frío y sumándole el echo de que estaba toda mojada debido a los juegos que jugué anteriormente.
-.Cámbiate, te va a dar una hipotermia.- Dijo en un tono mandón, parándose frente a mi.
-.Lo siento.- Dije levantando mi cabeza para verla, ella sabía a que me refería con eso.
-.No te preocupes, fui muy egoísta, no te debí de obligar a decírmelo , perdón por eso, pero solo quiero ayudarte , si no me cuentas las cosas no podré hacerlo.- Explico mientras peinaba mi cabello haciendo unos cuantos mechones de el frente de mi cara hacia atrás.
-.Te lo contaré hoy, ya que regrese de hablar con Miguel, si?.- Dije dandole una sonrisa.
-.Si, mientras iré a acomodar un poco la cabaña, mientras tu ve con el, que parece que te está esperando.- Dijo con una cara picara mientras levantaba y bajaba las dos cejas.
Voltee hacia atrás de mí, y lo vi parada con sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera.
Fui con el, aun toda empapada, quería cambiarme pero por ahora mi prioridad era hablar con el.
-.Dios, sigues toda mojada.- Dijo el apartando mechones de mi frente.
-.Si, pero quería hablar contigo antes de cambiarme.-
-.Nada de eso, tenemos mucho tiempo para hablar, vamos, te acompañaré.-
-.El problema aquí es que Amarilis esta limpiando la cabaña, si yo entro toda empapada se hará loca.- Dije yo.
-.Bueno, entonces ven.- Dijo agarrandome de la mano y arrastrandome con el.
Vi como llegábamos a su cabaña.
-.Ven, pasa.- Dijo el abriendo la puerta con sus llaves.
Entre y dios, se veía que era una habitación solo de dos hombres.
-.Una limpiecita no vendría mal,eh.- Dije bromeando viendo su cabaña.
-.Que criticona eh, todavía que te daré ropa.- Dijo fingiendo indignación.
Solté una pequeña risa mientras me daba el tiempo de ver la habitación de Miguel, o bueno, su lado de la habitación el cual no estaba tan sucio.
Tenía pósteres pegados de diferentes bandas, algunas Mexicanas y otras Americanas.
-.Te gusta el cartel de santa.- Dije fingiendo que no sabia hasta la hora en nació.
