Feathers and Blood (Chaggie)

I

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No me dejes sola
Por que apenas puedo ver
No me dejes sola
estoy cayendo en la oscuridad
Penetrando sus rendijas
Cayendo en las profundidades
¿Alguna vez podre regresar?
No paro de soñar en como todo era antes.

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Cuando su alma llegó al cielo no tenía idea de que el verdadero infierno lo viviría ahí mismo.

Estaba plenamente segura de que la vida miserable que llevo en la tierra se acabaría.

Sentir la libertad, mirar lo brillante y bien cuidado que era aquel lugar le hizo sentir tranquila durante algunos momentos.

Incluso los relatos que había escuchado en vida le hizo creer que ya no sufriría mas.

Eso fue hasta que llegó a manos de Adam.

Las exigencias y expectativas que esté tenía para su nuevo ejército estaban en ella y sus hermanas de armas.

"Ustedes perras serán mi nueva diversion"  "Asi que asegúrense de hacer las cosas bien"

Eran las palabras que el habia dicho una vez que habia convocado a todas aquellas almas que conformarían un ejercito de combate llamado exorsitas.

Su mision era clara. Tenían que bajar una vez al año para pulgar demonios pecadores que se encontraban en el infierno; para ser específicos en el anillo del orgullo en donde el primer Arcángel caido Samael o como actualmente se da a conocer como Lucifer es su gobernante.

Se vio sometida a varios entrenamientos pero en especial uno que tanto ella como sus hermanas jamás olvidarían.

En palabras de Adam era un "ejercicio de confianza".

En el cual ella y los demás Angeles fueron privados de alimento y luego  encerradas en una simulación de lo que era el infierno.

Todo era un caos, la sangre y masacre que vio en sus alrededores y el como su estado mental luchaba para no caer en la locura se vieron reflejados la primera vez que empuño un arma y defendió a una de sus compañeras en aquella guerra contra los demonios de aquel averno.

Aún recordaba como las demás chicas habían perdido la cordura de poco a poco y empezaban a disfrutar de asesinar a aquellos pecadores.

Recordaba como presumían orgullosamente sus ropas manchadas de sangre de sus "enemigos".

La sonrisa en sus rostros era algo que no desaparecía cuando la palabra "matar" se hacia presente.

¿Esto no me vuelve igual a los pecadores del infierno?

Se cuestiono aquel día que se le había echo entrega de su uniforme junto con un nombramiento de honores por parte de Adam.

" 879 asesinatos, si que estás loca perra"

La satisfacción con la que dijo aquellas palabras no la hizo sentir mejor.

¿Cuántos había matado?

Ella había perdido la cuenta una vez que se preocupo por sobrevivir y proteger a las demás.

"Te pondré el mejor nombre de todas, así que ahora serás Vagi"