SHAMELESS [[CARLOS SAINZ]]

Capítulo 12

|| Ahora si empieza el "se vienen cositas" ||

Milán, Italia

Stella.

Terminó la última clase y con ello uno de mis exámenes. 

Fueron unas semanas agotadoras, suelto un suspiro recordando los días en Cerdeña junto a Carlos. 

El recuerdo de todos esos días perfectos, de sus besos, sus caricias, simplemente fueron de las mejores vacaciones que he tenido en mi vida.  

Mi teléfono suena, y veo el nombre de mi mejor amigo.

—Estoy en camino a tu casa —Digo antes de que él pueda hablar. Ha estado insistiendo, ya que ayer no pude ir a visitarlo.

—Eso espero, tengo una rica pizza para ti —Su voz suena alegre.

—Llego en 20 minutos, no te comas ningún pedazo sin mí —Advierto.

—Jamás se me ocurriría tocar la pizza de Stella De Luca.

—Más te vale.

Después de un largo camino a casa de Marcus, donde tuve que pasar por la mía para dejarle comida a Simba y asegurarme de que esté bien, llego al departamento de mi amigo. Apenas abre la puerta, se me abalanza en un gran abrazo que casi me hace caer.

Me río y le devuelvo el abrazo con fuerza. Sin duda, es el hermano que siempre quise y que la vida me mandó en el momento que más lo necesitaba.

—Dios, te extrañé tanto —Dice dándome muchos besos en la mejilla.

—Y yo a ti, hermanito —Le devuelvo el gesto.

Dejamos mis cosas en el mueble y caminamos hasta la cocina, donde veo la pizza. Cojo un pedazo, y el sabor me alegra la vida.

—Sabes, la próxima vez que me vaya de viaje, te juro que te llevo conmigo.

—Sí, claro, eso dices, pero llega tu novio y te dice de un viaje, y me dejas botado.

—Muy chistoso —Lo miro fijamente—, además sabes que antes que cualquier chico, estás tú. Eres mi hermano.

—Me alegra saber eso —Me lanza un beso—. Por cierto, ¿cuándo lo voy a conocer? Tengo que darle el visto bueno.

—Ahora está en Bakú de viaje por trabajo, pero cuando vuelva haré una cena para que se conozcan.

—Estaré preparado para ello —Mira la hora en su reloj—por cierto, ¿puedes prender la tele? Ya va a empezar la carrera de hoy.

Me levanto del taburete, cogiendo otro pedazo de pizza.

—Tú y tus carreras. Aún no entiendo eso, espero que algún día me lo expliques con atención.

—Hoy es el día, cariño.

Me encamino a la sala y tomo el control del televisor, abriendo la app donde se puede ver el contenido exclusivo de la Fórmula 1. Marcus me explicó todo eso.