Capítulo 9

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Milán, Italia

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Milán, Italia

Stella.

La universidad ha sido un verdadero asco en estos últimos días, especialmente sin Marcus en mi vida. Dios, cuánto extraño a mi mejor amigo, sus charlas, sus consejos y ese amor fraternal que me ha brindado desde que nos conocimos.

Cuando apenas inicié con mi nueva vida de exiliada, Marcus fue la primera persona que me habló y se metió en mi vida así, como un rayo. Pero fue lo mejor que me pudo pasar. Es el hermano que siempre quise y ahora lo tengo.

Aún tengo en mente la charla que tuvimos ayer, en la cual le conté sobre la visita que le hice a mi padre el día de su cumpleaños. Se sorprendió cuando le dije que papá está intentando aceptar mi carrera, y se sorprendió aún más cuando le conté que iba a empezar a trabajar con él.

La verdad es que yo también sigo asimilándolo. Aceptar que voy a involucrarme en las empresas De Luca, aunque sea a tiempo parcial, es algo que nunca imaginé. Mi padre y yo hemos tenido nuestras diferencias, especialmente sobre mi decisión de estudiar artes en lugar de administración, pero su propuesta fue un primer paso hacia la reconciliación.

Y de algún modo, siento que es una oportunidad para mostrarle que puedo ser exitosa en mi propio camino.

La conversación con Marcus fue un bálsamo. Sus palabras de aliento y su entusiasmo por mí me hicieron sentir más segura. Él siempre ha creído en mí, incluso cuando yo misma he dudado.

Mientras camino por los pasillos de la universidad, pienso en todo lo que ha pasado. La vida ha dado un giro inesperado, pero siento que estoy avanzando hacia algo positivo.

Además, Carlos ha sido un apoyo constante. Sus mensajes y llamadas me hacen sentir querida y valorada.

Con un suspiro, me detengo frente al aula. A pesar de todo, sé que puedo manejar esto. Tengo a Marcus, a Carlos y, sorprendentemente, el apoyo silencioso de mi padre.

Tal vez, solo tal vez, las cosas están empezando a mejorar.

El aula de arte está llena del sonido de pinceles que acarician los lienzos, mezclado con el murmullo constante de mis compañeros de clase. Hoy, la tarea es crear un cuadro inspirado en las emociones que hemos experimentado durante la última semana. Me siento frente a mi lienzo en blanco, tratando de convertir mis sentimientos en colores y formas.

Comienzo a esbozar la imagen que tengo en mente, eligiendo colores cálidos y vibrantes para expresar las emociones intensas que he sentido.

Pintar siempre ha sido mi escape, mi forma de procesar y liberar lo que llevo dentro.

A medida que la clase avanza, mi cuadro empieza a tomar forma. Es un paisaje abstracto, con curvas y líneas que se entrelazan en un baile caótico pero hermoso. En el centro, una figura humana se alza, como un faro de esperanza y determinación.

SHAMELESS                                            [[CARLOS SAINZ]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora