E T E R N I A [Aventuras Mágicas] - Libro -

[¿Ellos son...?]

Todo comienza una mañana de primaveras, las aves cantaban dando los buenos días a los aldeanos del pueblo, quienes desde temprano trabajaban y hacían sus labores del día a día... Pero... ¿Todo era color rosa en ese lugar...?

En él Orfanato Carmenier, Brunilda, una chica conejo, de cabellos negros y mejillas adornadas con corazones dormía plácidamente en su cama, ella daba vueltas en la cama, parecía tener una pesadilla, de pronto se escuchaba la voz de una chica en ecos...

—Eres débil....- Se escuchaba la voz como si fuera dentro de su cabeza...- ¿Acaso no recuerdas aquél día...?- Bruni abrió los ojos de golpe dando un pequeño grito.

—¡Ah! - Golpeó su cabeza con la cama de arriba por el sobresalto.- ¡Auch...! - Dió una queja tocando su cabeza por el golpe, gracias a ello su hermano gemelo, quien dormía arriba en la litera se despertó y asomó su cabeza sorprendiendo a Bruni.

—¿Hermanita...?, ¿Volviste a tener una pesadilla...?- Preguntó preocupado el chico conejo, eran como dos gotas de agua, tenían los mismos corazones en sus mejillas, el mismo color negro en sus ojos y cabello.

— Si...- Dijo algo decaída la chica, se levantó de la cama y se estiraba, llevaba muchos días soñando con lo mismo, pero no quería decirle a su hermano sobre esa pesadilla o de qué trataba.

— Vas a llegar tarde.- Dijo agregando el chico conejo con una sonrisa mientras no se movía de su cama.

— ¡Aah!, ¡Mierda, es cierto!- Brunilda fué al baño rápidamente para prepararse, supuestamente tenía que ir a la escuela...

—Bruni...- Mencionó su nombre el hermano de la conejita, a lo que esta asomó su cabeza por el baño lavando sus dientes.

—Es sábado...- Dijo el chico con una sonrisa burlona.

—¡Conner, te voy a matar! Me diste un susto tremendo, pensé que llegaría tarde a la escuela.- Dijo quejándose sin darse cuenta del día que era.

Conner solo reía mientras Bruni seguía cepillando sus dientes más aliviada de que no tenga que apresurarse por ir al colegio... Ambos bajaron para desayunar, a lo que se encontraron con sus hermanos, Elioth, su hermano mayor, Karma su hermano menor y Kora, la madre adoptiva de los cuatro y cuidadora del orfanato.

—Buenos días, dormilones...- Dijo con una melodiosa voz la madre de los chicos, ella servía platos en la mesa del comedor.

—Buenos días, mamá...- Dijeron a la vez ambos gemelos sentándose en la mesa junto a sus hermanos. Karma, el hermanito pequeño, tenía una apariencia de un ajolote, cabellos rosas y sus pelos cubrían mucho sus ojos, el chico no podía hablar, le hizo una seña de "Buenos días..." A sus hermanos...

—Buenos días a ti también, Karm...- Dijo Conner despeinando el cabello de su hermano menor...

Elioth, era un chico algo callado, tenía una apariencia de un venado, pequeños cuernos en su cabeza, cabello de color morado y ojos grises... Los 5 estaban sentados comiendo tranquilamente como todos los días... Era uno de los pocos momentos que pasaban en "Familia"...

—Chicos, estaré fuera del orfanato hasta la tarde, tengo cosas que hacer, así que, Elioth, encárgate de cuidar a tus hermanos.- Dijo la dulce señora de ojos oscuros.

—Si, madre.- Decía con seriedad el chico, le tenía mucho respeto a su madre adoptiva.

—Madre...- La voz de la única chica entre los hermanos se oyó con algo de inquietud.- ¿Que irás a hacer...?- Preguntó jugando con su tenedor mirando a su madre pero con la cabeza algo baja.

—Iré a buscar ingredientes, ya sabes, hongos, plantas y otras cosas...- Respondió la señora con una ligera sonrisa.

—¿Para qué...?- Bruni parecía curiosa, ella miró fijamente a su madre con una expresión que mostraba curiosidad y confusión, su madre no iba a buscar ese tipo ingredientes por nada.