E T E R N I A [Aventuras Mágicas] - Libro -

[Hola Eternia...]

Alya y Francy estaban parados delante de un portal en el mundo humano, en una habitación oscura, ellos se dejaron ver en sus formas originales, Francy era un semi-ángel y Alya un demonio, Francy vestía una ropa colorida con celeste y blanco, sus alas eran de distintos colores, una blanca y otra oscura, tenía un aro de ángel pero cuernos de demonio, una cola y ojos bicolor, su aura era de luz y bondad, luego estaba Aly, quien poseía un aura oscura y sombría, la chica tenia el cabello rojo sangriento, su flequillo tapaba uno de sus ojos, mientras que en el ojo que cubria tenia una cicatriz que parecía no sanar, en su mejilla visible tenia una estrella roja, tenía una cola parecida a la de su primo, volteó a verlo, su mirada brillante por su ojo de color amarillo, ambos entraron al portal llegando a Eternia.

—Bien, hora de buscar a los chicos...- Dijo Alya caminando por ahí. Francy la siguió para no perderse.

En otro lado, Conner y Bruni estaban corriendo por el bosque jugando y riendo como dos niños pequeños...

—¡Hey, no huyas, cobarde!- Decía cierta chica conejo corriendo junto a su hermano, para alcanzarlo saltó sobre él haciéndolo caer.- ¡Las traes...! - Gritó la chica riendo para así levantarse y huir de su hermano.

—¡Eso no es justo!, ¡Jajaja!- Decía corriendo para alcanzar a su hermana, ambos corrían y de pronto se encontraron con Francys y Alya.

—¡Hola chicos!, ¡Adiós chicos!- Dijo Bruni sin dejar de correr huyendo de su hermano.

—¡Hola chicos, jaja!- Conner rio y seguía jugando con su hermana, Alya y Francy se miraron, ambos sonrieron y siguieron a los gemelos.

Los cuatro corrían en dirección al Cenador de Piedra en él corazón del bosque, allí se encontraban los demás, Sebastián, Erik y Keyl.

—¡Aahh!, ¡Ayuda, me persiguen!- Gritaba Bruni en son de broma mientras reía y corría de Conner, quien intentaba derribarla o atraparla.

—¡No huyas!- Decía Conner con una sonrisa mientras corría con su hermana, ya estaban todos los amigos en el centro bosque, bueno, casi todos...

Sebastián sonreía al ver cómo Conner y Bruni jugaban, hasta que Conner por fin la atrapó derribándola y riendo, tenían una buena relación de hermanos, se llevaban muy bien...

—Bien, chicos, es hora de nuestro entrenamiento, a menos que quieran seguir ahí en el suelo como vagos.- Dijo Sebastián acercándose a los hermanos con una mirada retadora y extendió su mano para levantar a sus amigos.

Los hermanos se levantaron del suelo, tiempo después de encontraban entrenando como siempre hacían en él bosque, usaban sus poderes y sus habilidades.

Brunilda poseía magia de estrellas y arcanía, un poder extraño que no sabía cómo usarlo, por lo tanto, solo usaba sus poderes estelares. Al ser tipo conejo compartía las habilidades del mismo, velocidad, salto y agilidad, tenía un buen oído y precisión, escalaba árboles muy rápido y al ser tan ligera se le hacía muy fácil esquivar ataques.

Conner poseía poderes de hielo y arcanía, al igual que su hermana, él tampoco sabía utilizar su poder de magia desconocida, podía crear tempanos de hielo y podía usar su magia de escarcha y congelar, sus habilidades de conejo no cambian a las de su hermana, siguen siendo las mismas, pero tiene una habilidad oculta que es la curación y sanación de heridas.

Sebastián poseía poderes de rayos y oscuridad, podía crear rayos de color rojo con sus manos y podía paralizar a sus enemigos, también puede hacerlo sin que sientan dolor, su poder de oscuridad le permite soltar un aura oscura que cubre su cuerpo haciendo que nadie note su forma original, simplemente aparentando una sombra. Al ser un demonio tipo Alcón sus habilidades son volar a gran velocidad, aunque tenga un pésimo control al hacerlo, tiene vista de Alcón, lo que le permite ver a lo lejos y predecir movimientos a cierta distancia a la que sus ojos vean, también tiene visión nocturna, aunque esta soloa puede hacerlo si cubre su ojo de color azul.