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La traición y el dolor... Pueden cambiarte para ser una mejor o peor persona, dependiendo del punto de vista del afectado.

Puede destruirte o hacerte más fuerte, puede afectarte o transformarte y sobre todo, puedes tenerlo presente o simplemente olvidarlo y seguir adelante.

Tomar el control de la organización terrorista con la cuál, había luchado por años había sido de lo más fácil del mundo.

Habían pasado un par de años y ahora, siendo líder de Hydra tenía planes por la cual ejecutar.

Sus bases ahora eran fuertes, y gracias a la tecnología que le había robado a Stark eran lo que hoy en día clamaban. Sus subordinados seguían sus palabras y cuando hay un mínimo error, por más pequeño que sea cortaba la cabeza de aquel pobre diablo que era el causante de tal fallo.

¿Quien diría que la traición le haría el alfa que hoy en día era?

Miraba las filas de sus soldados, estos marchaban, otros luchaban o creaban armas para atacar a S.H.I.E.L.D. Rió con ironía, antes estaba luchando por acabar con esa organización que quitaba vidas a lo estúpido y ahora lo dirigía. Sonrió con sarna para dirigirse a una de las habitaciones alejadas del lugar, se sintió dichoso al ser recibido por sonrisas orgullosas, feromonas emocionantes y sobre todo, por aquellas voces que no hicieron más que clamar por él.



*****

Base en Iraq, cada uno atacaría un punto ciego para poder derrotar al enemigo y sacar a los presuntos rehenes.

Hydra estaba experimentando el nuevo suero de super soldado para crear nuevos soldados a pelear en sus filas.

Los equipos eran de dos, cada uno jugaría un papel importante, Hydra era más fuerte que nunca gracias a su nuevo líder, un alfa que había salido de la oscuridad y que acababa con todo aquello que se interpusiera en su camino, ganándose el respeto y la lealtad de sus hombres y subordinados, que temían por cada vez que ese famoso líder pasaba a sus costados y que les arrancara la vida con solo un golpe.

Ese famoso líder caería ante ellos, caería ante los vengadores...

— No puedes hacer esto si es lo que quieres.

James Barnes, se encontraba a lado de aquel quien era su compañero. Miró con preocupación al omega que se encontraba con la mirada perdida entre la pared y su acompañante.

Tony Stark... No emitió ninguna palabra, miró sin ganas al alfa castaño frente suyo para negar.

— Quiero distraerme...

Murmuró, para algunos, fue decepcionante enterarse que el famoso Capitán América había renunciado a ellos por causa suya, para algunos fue decepcionante el enterrarse del motivo.

Unos ya no le veían como aquel altanero, egocéntrico y chistoso omega sino como un omega abandonado, otros solo le veían como lo que era, un omega más del montón que abría las piernas como la perra que era... Y otros, simplemente le habían borrado el respeto que le causaba verlo.

Ahora no era más que un omega abandonado por su alfa y manada, donde su única compañía no era más que la soledad y aquel alfa con quién murmuraban chismes y rumores. Simplemente, ellos dos habían dejado de ser vistos como los mejores para pasar a los peores de la historia.

— ¿Aun sigues pensando en él?

¿Qué si aun pensaba en su alfa? ¡Por supuesto que si! No había momento en donde dejará de pensar en él, no había un momento en donde no podía dejar de recordar su mirada llena de dolor y enojo... ¡No había un jodido momento en donde se arrepintiera de engañarlo! ¡NO HABÍA UN JODIDO Y ESTÚPIDO MOMENTO EN DONDE SE ARREPENTÍA POR HABERSE METIDO CON BARNES!

Solo soltó un gruñido para pararse de su lugar y tratar de pasar de largo, pero fue detenido y apoyado a la pared por un mareo que le llegó de pronto, su vista se volvió borrosa y perdió el aire.

— Estas débil, aun no te recuperas

— Un omega abandonado nunca se recuperará, Barnes

Respondió con enojo y soltándose del alfa ese. Pero James no accedió, es más, le arrincono más a la pared para besar con salvajismo sus maltratados labios que no se movieron en ningún momento.

" Aléjate "

Dijo con enojo, trato de quitarse al alfa pero este solo le gruñó para ir atacar a su cuello, de pronto sintió asco al ser tocado y besado por otro alfa que no era el suyo... Que no era Steve.

— No me arrepiento de haberte cogido las veces que pude, tampoco del momento en que tu adorado Steve nos encontró a la cama. Por mi, te tendría ahora gritando de placer bajo de mi cuerpo incluso con un cachorro en tu vientre, Stark.

El omega rió con desgana para mirarle con algo de diversión y altanero.

— No le llegas ni a los tacones a Steve, no eres el alfa que merece tenerme gimiendo ante su pene de gran tamaño ni el que me llenará con su semen para hacerme un cachorro... No eres nadie Barnes.

Dijo con enojo para empujar al alfa. El castaño lo soltó para verle dirigirse a la puerta.

— Es cierto, no soy tu Steve pero soy con quién te encontró en la cama gimiendo como una zorra, y por más que te arrepientas, seguiré siendo ese alfa con quién lo engañaste.

Por un momento se quedó callado, se aguanto las ganas de responderle pero la voz de Romanoff de avisándoles que estaban cerca interrumpió su platica. Sin decir nada, dejo al alfa en esa habitación del quinjet para reunirse con el equipo.

Nuevamente repasaron el plan inicial para ir a la base. Su pareja no era más que Barnes así que busco relajarse para no decaer en plena lucha.

Los disparos y temblores por parte de Hulk no tardaron en llegar, varios uniformados seguían llegando de quien sabe que lugar y les iban poniendo en bajas defensas.

— ¿Alguien puede ir a la zona restringida? Ahí deben estar los omegas con quienes experimentan.

La voz de Falcón resonó en sus auriculares, con un movimiento limpio, logro quitarse de encima a los soldados de Hydra para ir hacía aquella habitación donde fue básicamente explotada por sus repulsores. James llegó a su lado pero ambos quedaron mudos ante lo que había frente a ellos.

Eran omegas, estos estaban en cinta, unos más avanzados que otros pero lejos a lo que imaginaban, estos estaban limpios, llenos de comodidades y lujos a comparación de como se habían dado la idea de omegas encarcelados y con maquinas a su alrededor.

" ¡Alfa!" " ¡Alfa!" "¡Alfa!"

Gritaron con elogio y desesperación, ambos se prepararon para lo peor pero sintieron como eran golpeados para caer en la inconsciencia. Lo último que Stark pudo ver de ese famoso líder, fue una melena rubia con unos ojos de color escarlata...

HydraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora